Año 3 • No. 99 • abril 28 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Subrayó el doctor David Barkin, de la UAM-Xochimilco...
Las universidades del país deben tener
un programa de desarrollo sustentable
Iván Javier Maldonado

David Barkin.
Aunque en varias partes del país el cultivo de los alimentos se realiza de manera precaria y sus procedimientos pueden poner en riesgo la salud, no hay que culpar a los campesinos de todos los males de la sociedad ni de la destrucción del medio ambiente, sino a un sistema que permite la impunidad, que propicia la sobreexplotación de los recursos y abre más la brecha entre ricos y pobres, al generar abundantes ganancias a la burguesía, señaló David Barkin, profesor-investigador del Departamento de Producción Económica de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.

Entrevistado en Xalapa, donde ofreció del 2 al 4 de abril el curso Metodología para estudiar el desarrollo
sustentable, a iniciativa de un grupo de académicos del Instituto de Investigaciones y de Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana, David Barkin habló sobre el éxito de estrategias de producción agrícola que involucran a los campesinos y propician la conservación de los recursos naturales, al revalorar las técnicas de cultivo tradicional, y que las universidades deben tener un programa de desarrollo sostenible.

Los proyectos alternativos, agregó, están siendo implantados por las comunidades con o sin ayuda gubernamental. “Son estrategias políticas que los campesinos buscan para hacer viables sus propias propuestas de autonomía”.

Esas formas tradicionales de cultivo, puntualizó, empiezan a cobrar auge, al ejemplificar que estas comunidades “controlan 17 por ciento de la superficie nacional en bosques y creo que tienen 15 por ciento de la superficie agrícola cultivada. El maíz representa en este momento 8 millones de hectáreas de una superficie agrícola total de 20. No estamos hablando de una economía de un bloque social marginal, sino de grupos con un peso social y político importante, a tal grado que el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, aceptó los términos que plantea el movimiento El campo no aguanta más para la renegociación del Tratado de Libre Comercio”.
El profesor-investigador ofreció el curso Metodología
para estudiar el desarrollo sustentable a investigadores
del IIESES-UV
Subrayó que la sustentabilidad no puede ser permanentemente hecha a las espaldas de un grupo social, y hoy día existen más 33 millones de campesinos en el país. “Hay 12 millones de toneladas de maíz producido, los campesinos están ofreciendo proyectos de protección ambiental que el gobierno no es capaz de incluir, y los bloquean”; y recalcó que en las universidades “no estamos desarrollando cursos y proyectos de investigación que, en la conjugación de grupos multidisciplinarios, planteen los problemas candentes de la sociedad”.

David Barkin opinó que en el IIESES-UV hay un grupo de docentes que ha integrado un programa muy especial e innovador, “y qué bien que ellos están haciendo eso para plantear el problema metodológico sobre cómo romper los paradigmas que impiden estas preguntas de una manera productiva. Yo creo que la aportación es abrir un campo de indagación metodológicamente diferente, donde los paradigmas pluridisciplinarios, los que socialmente implican una nueva valoración de los recursos sociales, entran en su discurso académico”.

Los objetivos del curso Metodología para estudiar el desarrollo sustentable fueron exponer, discutir y aplicar una aproximación metodológica para estudiar el desarrollo sustentable desde una escala humana; conocer algunas vertientes dominantes sobre el desarrollo e identificar sus limitaciones, y proponer una visión alternativa del desarrollo a escala humana con base en los conceptos de autonomía, autosuficiencia y diversificación productiva.