|
|
| |
El
ayuno en el deportista
José Madrigal Madariaga (Nutriólogo
de la DADUV) |
|
Para
movilizar las reservas de grasa corporal, algunos deportistas piensan
que es necesario no aportar grasa comestible a carbohidratos en
cantidad suficiente por temor a incrementar su peso. Como consecuencia
de esto, nos encontramos con deportistas que ocasionalmente antes
de una competencia, en especial los deportes que se rigen por categorías
y pesos, se someten a ayunos de 24 horas o más reduciendo
su consumo calorífico y de |
este
modo conseguir adelgazar. Es cierto que durante el tiempo que
se aplica esta abstinencia alimenticia la persona pierde peso
debido a la movilización de una parte de las grasas de
reserva, que servirán como fuente de energía para
cubrir las necesidades del cuerpo en reposo y en actividad. Pero,
por otro lado, también por ayunar se agotan las reservas
de energía almacenadas en hígado y músculo,
lo que expone al deportista a disminuir su rendimiento físico
al igual que las capacidades de concentración y de alerta.
Por lo tanto, el ayuno y el deporte forman una mala pareja. El
ayuno aumenta la capacidad de almacenamiento de modo que, con
relación a una misma comida, una persona que haya ayunado
almacenará mayor cantidad de lípidos o grasas cuando
vuelva a comer.
Como consecuencia de un efecto de rebote, quien haya ayunado unos
días antes de la competencia en la primer comida después
del ayuno, recuperará su peso corporal.
Saltarse una comida o ayunar, no constituye un sistema adecuado
para adelgazar en poco tiempo para un deportista.
|
| |
|
|
|
|
|
|
| |
|