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Se
obtienen más de 600 de una sola planta
Crea UV semillas artificiales
de orquídeas en peligro de extinción
Edith Escalón |
| A
4° C, las semillas se conservan hasta dos años
La
conservación de la especie y su cultivo sustentable, los
objetivos |
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Peñuela,
Ver.- Tras cinco años de investigación,
la Universidad Veracruzana (UV) logró establecer una metodología
exitosa para producir semillas artificiales de orquídea Laelia
anceps, subespecie dawsonii, una de las 141 plantas mexicanas en peligro
de extinción, según la Norma Oficial Mexicana ECO-059,
2001.
La metodología permite obtener, en promedio, 600 semillas sintéticas
de una sola planta cada tres meses, y de cada semilla transformada
en planta, otras 600 semillas tres meses después. Está
basada en técnicas de biotecnología vegetal que fueron
perfeccionadas en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias
(FCBA) del campus Córdoba-Orizaba.
“Con la investigación desarrollamos un protocolo que
permite una reproducción exponencial, algo nunca antes visto
en esta especie silvestre, con potencial ornamental”, comentó
Hilda Lee Espinosa, académica de la FCBA y directora de la
investigación, trabajo que le permitió obtener su doctorado
en Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales por la Universidad
Autónoma del Estado de México (UAEM).
La capacidad de reproducción natural de Laelia anceps es muy
limitada, pues cada año sólo cinco por ciento de las
semillas germinan de manera natural, por lo que mantener un cultivo
sostenido y productivo con métodos tradicionales es prácticamente
imposible, explicó.
Para crear las semillas artificiales, el equipo universitario utilizó
un método que permite mantener la calidad de la planta y aumenta
su eficiencia en la producción. La técnica, llamada
embriogénesis somática, consiste en clonar a la planta
madre a partir del cultivo de tejidos: “Extraemos una parte
de la orquídea seleccionada y con ella creamos un ‘embrión
somático’ que, encapsulado en sustancias gelificantes
especiales (suplementadas con nutrientes y fungicidas), puede conservarse
sin germinar hasta dos años, siempre y cuando se refrigere
a cuatro grados centígrados”.
La metodología permite manejar los tiempos: “Podemos
hacer que la semilla sintética germine en cualquier momento,
en uno o en 24 meses, y eso es todo un logro porque hay especies recalcitrantes
que simplemente no logran la conversión a planta después
de su fase de embrión, o lo hacen únicamente en el laboratorio
pero al llegar al vivero o a la plantación no se desarrollan”.
Las semillas artificiales no sólo conservan las características
de calidad de la planta, sino que germinan y crecen tanto en viveros
con condiciones de clima, humedad, nutrientes y sustrato controlado,
como en plantaciones de productores regionales.
El plan es aplicar el método a programas de conservación
para contribuir a retirar a esta orquídea de la lista de especies
en peligro de extinción y dar una opción a los floricultores
que ven en su cultivo una excelente oportunidad de aprovechamiento
comercial sustentable, dijo Lee Espinosa.
Esta especie está muy afectada por la actividad humana, pues
desde hace más de dos siglos su valor ornamental ha provocado
la extracción de los bosques tropicales –y no el cultivo–;
además, porque la tala inmoderada ha disminuido los árboles
donde las orquídeas crecen.
Aunque la embriogénesis ya había sido aplicada a otras
especies en México, la investigadora aseguró que la
UV es pionera en el desarrollo de una metodología para esta
especie ornamental. |
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