Año 8 • No. 304 • Abril 7 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Busca UV incorporar la
lectura a la vida cotidiana


Gina Sotelo
Sin precedente nacional el Programa Universitario de Formación de Lectores
Es más fácil construir una biblioteca y llenarla de libros que formar a un lector. Las bibliotecas regularmente no son salas de lectura, son espacios en que los estudiantes preparan sus exámenes, consultan información o hacen sus tareas, pero en los que no leen, y peor aún, en complejos tan grandes como la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), la Sala de Literatura es la menos consultada.

Consciente de que la formación de mejores lectores se traducirá en mejores seres humanos, la Universidad Veracruzana (UV) impulsa el Programa Universitario de Formación de Lectores, esquema sin precedente en el país y que tiene como propósito que todos los universitarios incorporen la lectura a su vida cotidiana.

El rector Raúl Arias Lovillo ha expresado la relevancia del programa no sólo porque con esta práctica se puede llegar a ser mejor académico, estudiante o trabajador “sino además, porque la lectura es, en sí, una práctica placentera que muchos momentos agradables nos puede proporcionar”.

Formar lectores, reto de titanes
Formar lectores es un propósito ambicioso; implica un programa continuo que ponga en práctica acciones concretas, viables, inmediatas, en todos los espacios de la UV, que posibilite percibir a la escritura y a la lectura en su función utilitaria y, además, como actividades que se emprendan de manera voluntaria por el placer mismo que proporcionan.

Aunque el programa está coordinado de manera general por el escritor Felipe Garrido, es Olivia Jarvio quien de manera permanente supervisa todas las acciones que incluyen talleres, formación de formadores, entre otras.

“Partimos de que la lectura debe ser por gusto y no por obligación, debe darnos placer. Sabemos que la lectura se hace por voluntad y que lo único que hace falta es propiciar los ‘encuentros significativos’, que son cuando encuentras un libro que te atrapa y no puedes dejarlo”, dice Jarvio.

Agrega que la idea fue invitar primero a los maestros, quienes tienen que hacer ver a los alumnos cuáles son los valores del libro y empezar a demostrar su amenidad:
“Los maestros podrían iniciar sus clases con una breve lectura literaria, histórica, de divulgación científica, sobre los grandes problemas de nuestro tiempo o la vida de los grandes personajes; lectura relacionada o no con los contenidos de la materia, y cuyo propósito sea compartir un texto que nos ha parecido interesante o conmovedor”, añadió.

Este programa se propone acercar, a partir de la comunidad universitaria, al mayor número de personas a prácticas de lectura que vayan más allá de los fines utilitarios. Interesa en primera instancia la comunidad universitaria, pero igualmente interesa llegar a las familias de los estudiantes, trabajadores, académicos y funcionarios; a las comunidades que atienden las brigadas y el voluntariado; en general, a todos los sectores.

Olivia Jarvio afirma que la lectura se ha vuelto una competencia indispensable en una sociedad globalizada a la cual se le ha denominado la sociedad de la información y el conocimiento: “La lectura ha sido retomada como una capacidad indispensable donde es muy importante que se sepa leer y entender lo que se lee, de otra manera la gente no estará preparada para enfrentar los retos próximos”.
Agrega que las sociedades que no desarrollen la lectura como una capacidad intrínseca como seres humanos, se van a rezagar: “Porque la información la aprovecharán quienes están desarrollando la competencia de la lectura, y si la información no llega a través de la lectura se quedará atrás. Es por eso que debemos hacer que la lectura se haga una actividad natural, parte de la vida cotidiana”.

Estrategias concretas, resultados claros
El programa es muy completo y abarca acciones muy concretas. La primera es la formación de talleres, salas y círculos de lectura que se han ido promoviendo y desarrollando en todos los ámbitos y esferas de la comunidad universitaria.
Otra actividad es la animación de lecturas en radio y medios (prensa, radio, televisión, Intranet e Internet), una lectura gratuita, por el gusto de leer, paralela a la lectura con fines utilitarios, así como desarrollar actividades de animación a la lectura.

Trabajando de la mano con el Voluntariado de la UV se están realizando acciones de promoción de la lectura en otros grupos de la comunidad: sectores de la sociedad con los que la UV tiene una vinculación directa, Casas de la Universidad, talleres libres, brigadas universitarias, niños y adultos mayores.

La Biblioteca del Universitario
Una de las prioridades del programa es la creación y difusión de la Biblioteca del Universitario, que promueve obras consideradas dentro del canon literario y que son ediciones muy bien preparadas, con traducciones de gran calidad y que han representado un gran avance y aportación por parte de la UV al fomento a la lectura.

Lectores y lecturas, un portal de comunión
Este portal (www.uv.mx/lectores) es un instrumento de mucha utilidad para el programa; permite que la comunidad tenga un vínculo de comunicación, de colaboración y comunión; además, es una forma fácil y sencilla que permitirá al usuario ser parte del gran esfuerzo planetario de promover la lectura.
El portal no sólo brinda información de temas literarios, sino que es ya un canal de expresión para los interesados en el tema y en compartir lecturas.

¿Quién lee en la UV?
Olivia Jarvio comenta que al conformar el programa se realizó la primera encuesta de prácticas culturales y lectoras en la UV, trabajo importante en función de que en América Latina significan trabajos muy recientes:

“México presenta la primera encuesta sobre prácticas lectoras en 2006, cuando en Europa y Estados Unidos estos trabajos se han venido realizando desde mediados del siglo pasado y además es una actividad que se hace de manera constante y periódica con el fin de que se tenga información para diseñar estrategias específicas y acciones diversas, para plantear metas realistas, para evaluar los resultados y dar seguimiento al programa.”

En marzo de 2007 se llevó a cabo la “Primera encuesta sobre hábitos culturales y prácticas lectoras en la Universidad Veracruzana”, cuyo objetivo fue obtener un diagnóstico que permitiera conocer las prácticas culturales y lectoras de su comunidad –estudiantes, trabajadores, académicos y funcionarios–, de manera que se cuente con una base para diseñar programas de fomento cultural y de la lectura, y con información que permita valorar los avances que se logren en estos terrenos.
Se aplicaron mil 497 cuestionarios con 119 preguntas cuyos resultados están en el portal www.uv.mx/lectores como valiosa materia prima para quien quiera conocer más de los hábitos de lectura.

Los universitarios son una comunidad con características especiales al abordar el tema de la lectura; son el grupo con mayor escolaridad, el que más tiempo ha pasado entre libros, lo que implica leer y escribir con un fin práctico: tener un mayor acceso a la documentación y a la tecnología. Es natural que sea el sector con mayores índices de prácticas lectoras, según lo muestran los estudios nacionales.

Algunos datos de la encuesta
Retomando algunos de los resultados de la encuesta, en el apartado de “Prácticas lectoras” tenemos que aproximadamente nueve de cada 10 universitarios dicen leer libros; en orden de frecuencia: de temas científicos, enciclopedias, textos escolares y novelas. Más de 95 por ciento menciona haber leído menos de 10 libros en el último año, sin tomar en cuenta los requeridos para la escuela o el trabajo.

Como libro favorito destaca Cien años de soledad, aunque sólo con cuatro por ciento de menciones; como autor favorito aparece Gabriel García Márquez con 10 por ciento de menciones. Al referirse al último libro leído, las respuestas que destacan son Código Da Vinci, aunque sólo con tres por ciento de menciones.
Siete de cada 10 universitarios dicen leer libros de literatura y para la escuela; éstos tienen 43 por ciento de menciones al hablar de la lectura realizada a diario o varias veces por semana.

El área académica en que los entrevistados dicen leer más libros de literatura a diario o al menos una vez por semana es Artes (40 por ciento de menciones); las de porcentajes más bajos son Técnica y Biológico Agropecuaria (menos de 22 por ciento). Los universitarios de 50 a 64 años son los que tienen más menciones (38 por ciento) respecto a leer literatura; en este mismo sentido destaca, por ocupación, el personal académico (35 por ciento).

En cuanto a la lectura de libros para la escuela, a diario o al menos una vez por semana, el personal académico destaca con el mayor porcentaje de menciones (70 por ciento); entre las áreas académicas destaca en este sentido Humanidades con 68 por ciento de las menciones.

Las lecturas para el trabajo, a diario o al menos una vez a la semana, tienen más menciones en el rango de 50 a 65 años. En el personal académico con 35 por ciento y entre los bibliotecarios con 43 por ciento; el área de Humanidades obtiene el mayor porcentaje (61 por ciento).

Sobre el uso de las bibliotecas, nueve de cada 10 universitarios han acudido a una biblioteca y los que dicen no ir argumentan que es debido a la falta de tiempo. Acuden a las bibliotecas para la consulta de libros (94 por ciento de menciones), de revistas (22 por ciento) y para usar la Internet (17 por ciento). El motivo que se menciona al acudir a una biblioteca es leer para investigar (86 por ciento) y para estudiar (67 por ciento).

La mitad de los universitarios dice que los materiales disponibles en las bibliotecas se encuentran en buen estado; sólo dos de cada 10 mencionan que son suficientes; cuatro de cada 10 afirman que la información que se brinda es suficiente y también cuatro de cada 10, que la atención es regular.