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Universidad
y sustentabilidad (parte II)
José
Othón Flores Consejo |
¡Pero
claro! Lo que pasa es que no he terminado, la semana anterior hablaba
de sustentabilidad y me dejé llevar por la emoción y
dejé fuera algunos aspectos inherentes al tema. Alejandro Contreras,
director de Proyectos, Construcciones y Mantenimiento de nuestra Universidad
y asiduo lector de esta columna, me exigió (ya ven cómo
es) que fuera más preciso y que tratara el tema de manera integral.
Decíamos, pues, que la sustentabilidad tiene que ver con el
sostenimiento y con el mantener, dar alimento, fortalecer y esto tiene
entonces diversas aristas. En primer lugar, el concepto tiene que
ver con lo económico, nada se puede sostener si no cuenta con
los recursos necesarios para ello.
Una organización sustentable empieza por ser una organización
que cuenta con los recursos necesarios para su “sostenimiento”,
claro, ustedes ya inquietos pensando en la Universidad podrían
pensar que eso nos viene del Estado (uso la palabra “Estado”
en su acepción de “gobierno” y me estoy refiriendo
aquí a los distintos niveles federal y estatal en nuestro caso),
pero no debemos olvidar que también esos recursos son limitados
y se ocupan de muy diversas maneras (pero de eso no estamos hablando).
Entonces el primer compromiso para hacer sustentable a nuestra institución
es encontrar con creatividad y esmero nuevas fuentes de financiamiento;
veamos el caso de las universidades europeas: Hace poco tuve la oportunidad
de visitar la Universidad de Glasgow, en Escocia, y sus funcionarios
me explicaban que la mayor parte de sus recursos los obtienen de los
fondos que las fundaciones les otorgan para la realización
de investigaciones y la preparación de personas con perfiles
determinados, que pronto habrán de incorporarse a la fuerza
laboral o establecer mejoras sociales.
Lo que hacen ellos es realizar trabajos de investigación de
excelencia y llevar sus resultados a las aulas, las fundaciones miden
la eficacia de esos procesos y con base en ello les otorgan o no los
recursos. Me decían que las universidades públicas del
Reino Unido concursan por esos apoyos con los resultados de su trabajo,
con indicadores como cuántos premios Nobel han obtenido, qué
nuevos descubrimientos y aportaciones a la ciencia han realizado y
nimiedades por el estilo.
Nosotros no estamos en el Reino Unido y no estaremos en el corto plazo
concursando por esos recursos, pero este tipo de evaluación
ya llegó a nuestro país y ya lo vivimos recientemente
con la visita del CAGI (a quienes sí impresionamos, por cierto)
y ya es tiempo de echar a volar la imaginación todos y proponer
nuevas y mejores formas de allegarnos recursos.
Bueno, la pondremos más fácil, ¡vamos a ahorrar!
Ya la maestra Garibay lo decía, apaguemos esa luz, abramos
esa ventana y apaguemos el clima. Miren, fácil, si usamos las
cosas como es debido y nos acostumbramos a ponerlas en su lugar nos
ahorraríamos una gran cantidad de dinero.
Una metodología japonesa llamada “House keeping”
mejor conocida en español como 5 S’s, habla de la importancia
de mantener las cosas ordenadas, en su lugar y señaladas de
tal forma que cualquiera las pueda encontrar y los resultados que
la simple aplicación de este paso del método han ofrecido
a quienes lo implementan resultan ser “económicamente”
redituables.
Hagan un pequeño ejercicio, calculen en dinero el tiempo que
perdieron la última vez, buscando ese papel que “estoy
seguro que aquí lo deje”.
La sustentabilidad también tiene que ver con lo social, David
Barkin, profesor de la UAM Xochimilco escribió: “La conservación
de los ecosistemas de una región depende, más que de
un reconocimiento político, de la importancia del problema.
También requiere del fortalecimiento y reconstrucción
de la capacidad económica y social de la población con
el conocimiento y las habilidades necesarios para emplearse en las
actividades productivas requeridas para proteger y enriquecer los
sistemas naturales en los que estos recursos existen”.
Fíjense, la capacitación y la identificación
e integración con la organización son también
elemento indispensable para su sostenibilidad.
En este medio hemos hablado ya de la administración del conocimiento,
hemos dicho lo importante que es acumular la sabiduría organizacional
para su implementación en la mejora continua; es decir, en
la generación de nuevas ideas y metodologías. Las organizaciones
de hoy se están planteando la nueva concepción del saber
que no corresponde a la simple acumulación del conocimiento,
sino en la necesidad de contar con gente que, aprovechando ese conocimiento
acumulado, pueda ver las cosas desde otra perspectiva.
Y ahí está el detalle (diría el célebre
humorista mexicano, Mario Moreno), acumulando capital intelectual
estaremos en posibilidad de obtener nuevos recursos y nos encontramos
con lo que se llama un círculo virtuoso.
Aquí debo agregar, me lo hacían ver el maestro Agustín
Aguirre Pitalúa, director General del Área Académica
de Ciencias de la Salud y Alfonso Pérez Morales, director de
la Facultad de Medicina, campus Veracruz, en un reciente encuentro
en el que participamos, la salud.
No es posible alcanzar la sostenibilidad en un ambiente enfermo y
esto es por demás claro, todo lo que hemos explicado no se
puede dar si quienes pertenecen a la organización no tienen
prácticas de vida saludable, mejorar la calidad de vida de
todos los miembros de la comunidad universitaria es un elemento indispensable
para su desarrollo sustentable, hagamos pues caso de esta nueva ley
y busquemos juntos ser la primera universidad en México libre
de humo. Sería padre, ¿no?
Veamos que por supuesto no se trata de tener el más caro servicio
médico del mundo, se trata de mantenernos saludables con buenas
costumbres de vida.
Otro elemento fundamental también, en la vida de toda organización
es lo político. Barkin dice también: “Una estrategia
de desarrollo sustentable debe contribuir al surgimiento de un nuevo
pacto social, cimentado en el reconocimiento de que son esenciales
la erradicación de la pobreza y la incorporación democrática
de los desamparados dentro de una estructura productiva más
diversificada.”
Y esto pasa también por la multiculturalidad donde todos seamos
respetados e incorporados independientemente a nuestra raza, estatus,
ideologías y preferencias.
En la misma reunión que refería líneas arriba,
José Blanco Mejía, coordinador de asesores del rector
Raúl Arias Lovillo, nos decía que la Universidad debe
ser sustentable hacia adentro, pero fue enfático al decir que
es nuestra responsabilidad hacer que Veracruz sea también un
estado sustentable, y fue más adelante el propio Rector quien
nos invitaba a no esperar más e iniciar esta transformación
que, partiendo de lo individual, se convierta en una nueva forma de
vernos a nosotros mismos, a nuestra familia, a nuestra universidad,
a nuestro estado, a nuestro país y a nuestro mundo.
Mucho, pero mucho más tiene este tema que seguramente seguiremos
abordando, por cierto que el artículo de Barkyn que he venido
refiriendo, se puede encontrar y consultar en la dirección
electrónica http://168.96.200.17/ar/libros/rural/barkin.pdf.
Yo ahora debo apurarme a terminar éste porque me voy a participar
en la carrera del FESAPAUV Xalapa. A ver si llego. ¿Ustedes
hacen ejercicio? ¿Comen adecuadamente?
Hasta aquí por ahora y ya saben que sigo esperando sus comentarios
en el correo electrónico otflores@uv.mx. |
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