Casi
40 mujeres provenientes de las comunidades de El Conejo y El Paisano
expusieron y colocaron a la venta 240 enormes coronas navideñas
en la sede de la Rectoría de la de la Universidad Veracruzana
(UV), donde aún no era el medio día cuando el primer
piso ya había sido inundado por un dulce aroma navideño.
Con la asesoría del Voluntariado de la UV, que preside Patricia
Faisal, desde semanas antes las mujeres estuvieron recolectando y
cortando la materia prima para realizar estos fragantes adornos; además,
tuvieron el apoyo de los investigadores del Laboratorio de Biotecnología
y Ecología Aplicada (Labioteca) de la UV y la Secretaría
del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), quienes explicaron
a las mujeres cuáles eran los árboles que podían
cortar. |
Fue la maestra Rocío Pineda quien trabajó de manera
más cercana con estas mujeres. Por segundo año consecutivo
conocieron los árboles que cortaron, pues es importante saber
cuánto tiempo tardan en regenerarse, cuáles ramas
sirven sin que el árbol sufra daño alguno y así
puedan ser utilizados el año entrante.
Las mujeres de El Conejo recolectaron piñas secas, usaron
ramas de ciprés, oyamel, flores secas y las llamadas “hojas
de navidad”, con lo que concluyeron el arreglo. Es bueno recordar
que el año pasado elaboraron sólo 150 coronas, las
cuales se vendieron en su totalidad, para este año vendieron
casi un ciento más. Además de las coronas, las mujeres
llevaron a vender sus cojines hechos a mano.
En el mismo espacio, otro grupo de mujeres provenientes de la comunidad
de El Paisano ofrecieron al público juegos de toallas, servilletas,
caminos de mesa, separadores, entre otros productos confeccionados
a mano y de gran calidad.
El dinero recaudado será entregado en breve por el Voluntariado
a estas mujeres; al respecto, Patricia Faisal habla de esta labor
que en apoyo a las Casas de la Universidad están realizando:
“Las mujeres cada vez están más organizadas.
La idea es que ellas sean autosuficientes y se hagan de un ingreso
que de otra manera no tendrían”.
Añadió que esto es sólo parte del trabajo que
realizan con las comunidades: “Queremos ofrecer productos
de calidad y ustedes al comprarlo las ayudan a mejorar su economía.
Para mí estas coronas están más bonitas que
las que venden en los grandes almacenes, además de que son
más baratas. Ellas ya no se ven como bordadoras, sino que
queremos que se vean a sí mismas como microempresarias”.
El Voluntariado está integrado por personas que de manera
altruista promueven el desarrollo social de las comunidades marginadas
cercanas a las Casas de la Universidad y convoca a la comunidad
a colaborar con dichos programas, ya sea integrándose a los
proyectos existentes, o bien proponiendo nuevos proyectos encaminados
a este alto propósito institucional. |