Año 7 • No. 281 • Septiembre 17 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Editorial de la UV: cuna de las letras latinoamericanas

Edith Escalón
• García Márquez, Elena Poniatowska, Juan Carlos Onetti, Álvaro Mutis y Vicente Leñero, entre los primeros autores publicados por la UV

• Con la colección Entremares, que publicará primeras obras de jóvenes escritores de Iberoamérica, la Editorial ensanchará en 2007 una de sus líneas de trabajo

Hace 50 años, Gabriel García Márquez, Ryszard Kapuscinski, Elena Poniatowska, Juan Carlos Onetti, Álvaro Mutis y Vicente Leñero –por mencionar algunos– fueron jóvenes sin prestigio, de incipiente trayectoria, pero con un talento extraordinario que dejó impresa su huella desde sus primeras publicaciones en la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV).

Esa visión que privilegió el talento y no la fama, es la que permitió al escritor Sergio Galindo convertir a la Editorial de la UV en una institución de abolengo. Este año, tras medio siglo de existencia y más de mil 200 títulos publicados, nuestra editorial festeja no sólo la proyección que atinadamente dio a numerosos literatos, mexicanos y extranjeros, sino la tradición que la ha llevado a mostrar al mundo durante cinco décadas el pensamiento de amplio número de intelectuales, el talento de múltiples artistas y los aportes científicos y académicos de cientos de universitarios.

Para celebrar y celebrarse, la Editorial UV prepara este año una Colección de Aniversario con algunos de sus primeros títulos y pondrá en marcha la colección Entremares, dirigida por Julio Ortega, que publicará las primeras obras de jóvenes escritores de Iberoamérica.

Literatos
En 1957, la Editorial UV arrancó con títulos como Los cuentos de Lilus kikus, de Elena Poniatovska; El lugar donde crece la hierba, de Luisa Josefina Hernández, y Polvo de arroz, del propio Sergio Galindo. El escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, y los colombianos Álvaro Mutis y Gabriel García Márquez
–premio Nobel 1982– publicaron también en la UV por primera vez, cuando aún eran poco conocidos.

La proyección de la Editorial incluyó a muchos otros grandes escritores, como el Nobel Octavio Paz (La magia de la risa) y el Premio Cervantes 2005, Sergio Pitol (Infierno de todos).

En el plano internacional, muchas obras entraron al mundo de habla hispana a través de la UV. Entre ellas las de los polacos Ryzard Kapuscinski –con Las botas–, Jaroslaw Iwaszkiewicz, Jerzy Andrzajewski y Kazimier Brandy’s, de los españoles María Zambrano, Rosa Chacel y Luis Cernuda; de los escritores de lengua inglesa Dylan Thomas, E.M. Forster, y Christopher Frye; el argentino Alberto Manguel y los austriacos Joseph Roth y Heimito Von Doderer.

Destaca ahí el trabajo del Premio Cervantes Sergio Pitol, pues su labor de traducción trajo obras como Las puertas del paraíso, de Andrzejewski, y Una vuelta de tuerca, de Henry James, entre muchas otras, mientras que la dramaturga Luisa Josefina Hernández, ha trabajado con la obra del poeta Dylan Thomas.

De hecho, literatos de todos los tiempos han sido acogidos en la UV: Miguel de Cervantes (Don Quijote de la Mancha prologado por Carlos Fuentes), Julio Cortázar, Juan Rulfo, Fernando Savater, Blanca Varela, José de la Colina, Juan García Ponce, Juan Vicente Melo, Robert Louis Stevenson (La isla del tesoro prologado por Fernando Savater), Alejandro Dumas, Miguel Covarrubias, Pierre Gascar, Jean Genet, Mark Twain, Augusto Monterroso, Joseph Conrad, Mariana Yampolsky, Corina Michelena, Antón Chejov y Joan M. Pujals.

Cabe destacar la labor amplia y diversa del escritor Sergio Pitol, quien no sólo dirigió de manera señalada la Editorial UV, sino además, alimentó de múltiples colaboraciones las páginas de la revista emblemática de nuestra institución, La Palabra y El Hombre, que dio cabida a lo largo de muchos años a su obra ensayística, crítica y de traducción literaria. Así, el catálogo universitario recoge títulos como Las puertas del paraíso, de Jerzey Andrzejewski, y El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, y próximamente listará un amplio número de ellos en una colección compuesta precisamente por obras traducidas de su mano.

Esta línea editorial ha sido prolongada a lo largo del primer medio siglo de la Editorial; así, por ejemplo, obras como Don Quijote de la Mancha, prologado por Carlos Fuentes; Bestiario, de Julio Cortázar; El llano en llamas, de Juan Rulfo; Apóstatas razonables y A decir verdad, de Fernando Savater; Personerío, de José de la Colina; La rueca de Onfalia, de Juan Vicente Melo; La isla del tesoro, prologado por Fernando Savater, y otras obras de grandes literatos como Alejandro Dumas, Miguel Covarrubias, Pierre Gascar, Jean Genet, Mark Twain, Augusto Monterroso, Joseph Conrad, Mariana Yampolsky, Corina Michelena, Antón Chejov y Joan M. Pujals, Alberto Manguel, y los austriacos Joseph Roth y Heimito Von Doderer, publicados durante la gestión del poeta José Luis Rivas.

Fisonomía propia
La Editorial de la Universidad Veracruzana ha publicado mil 217 títulos, y ha puesto a circular un amplio número de revistas, cuyas entregas listan el número de 707 revistas. Entre ellas destaca La Palabra y el Hombre, La Ciencia y el Hombre y la revista Tramoya, que junto con las colecciones estelares Ficción, Biblioteca, Textos Universitarios y Serie Especial, proyectan la fisonomía propia de la Editorial de la UV, prolongando su labor histórica y ampliando los alcances del conocimiento.

La Palabra y el Hombre inició a la par de la editorial y ha tenido entre sus plumas a pensadores de la talla de María Zambrano, Ernst Jünger y Alfonso Medellín Zenil. Esta revista –que al paso del tiempo amplió su orientación inicial de la literatura a la filosofía y la antropología– fue además la primera revista cultural publicada desde la capital de un estado de la República.

Tramoya, por su parte, dirigida por el dramaturgo Emilio Carballido, dedica sus números a la difusión de obras teatrales de autores nacionales e internacionales. “Me siento muy orgulloso de la revista. He publicado la creación completa de Manuel Eduardo de Gorostiza, pero también hay una edición sobre autores búlgaros que es excepcional”, afirma Carballido.
Además de sus colecciones estelares Ficción (textos de creación literaria), Biblioteca (ensayos) y Textos Universitarios (aportes académicos), su catálogo incluye las colecciones Carlos Fuentes, Tesitura (composiciones musicales), Divulgación (de trabajo científico en diversas áreas), Cuadernos (estudios literarios monográficos), Clásicos Mexicanos (ediciones críticas de obras literarias) y Rescate (textos literarios de importancia histórica), entre otras.

Feria del Libro
Como parte de la proyección extramuros de su labor, la Editorial ha asumido la organización de la Feria del Libro Universitario, que conoció siete ediciones nacionales (de 1994 a 2000) y que cuenta ya con seis internacionales (2001-2006), con resultados que la han llevado más allá de las fronteras de nuestro estado y que han hecho de la misma una de las principales ferias del libro del país. Digno de nota es su foro académico, que se desarrolla alrededor de un eje temático, así como la entrega de la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana –que han recibido personalidades como Carlos Monsiváis, José Woldemberg, Juan Luis Cebrián y Gabriel Ferraté– y del Premio al Estudiante Universitario, que ha alentado las aspiraciones literarias de jóvenes estudiantes.

En este mismo terreno, la Editorial participa de manera regular y sistemática en numerosas ferias nacionales e internacionales del libro, entre las que destacan la Feria Internacional del Libro de Minería, que se realiza en la Ciudad de México, la Feria Internacional del Libro de Monterrey y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a las que asiste con el grueso de su acervo. Así la Editorial busca concretar la filosofía que impulsa el quehacer de la UV: la distribución social del conocimiento.

Reconocimiento
Una labor editorial asentada en criterios de calidad y en la adecuada proyección de sus publicaciones se ha traducido en una presencia permanente en diversos medios de comunicación (sobre todo culturales) y en numerosos premios y reconocimientos nacionales.

En el primer caso, espacios como la Gaceta, del Fondo de Cultura Económica, Letras libres, La jornada semanal, El Ángel, Confabulario de El Universal, Hoja por hoja y otros más publican con frecuencia adelantos de sus títulos, reseñas de libros de reciente aparición o, en general, comentarios sobre su labor editorial.

Durante tres años consecutivos (1996-1998) la Editorial obtuvo una Mención de Honor y en dos ocasiones el Premio Arnaldo Orfila a la Edición Universitaria; en 1997, La Palabra y el Hombre lo obtuvo por su trayectoria y calidad. En 2003, la antología Cuento mexicano moderno (publicada en coedición con UNAM y Aldus) fue seleccionada por la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (CONALITEG) para formar parte de las bibliotecas de aula de la SEP, con un tiraje inicial de 46 mil ejemplares.

Tampoco se ha descuidado la labor de coedición al lado de otras editoriales nacionales, lo mismo universitarias o gubernamentales que privadas: UNAM, UAM, INAH, FONCA, FCE, BUAP, El Colegio de México, El Colegio de Michoacán, Secretaría de Relaciones Exteriores, Instituto Dr. José María Luis Mora, Instituto de Ecología, Instituto Mexiquense de Cultura, Escuela Normal Superior de Michoacán, Tamsa, SEC, IVEC, Editora de Gobierno, Verdehalago, EON, Ediciones Sin Nombre, Smithsonian Institute, Instituto de Estudios Almerienses, Universitat de Valencia, Anthropos, Océano, Trilce, Aldus, El Ermitaño, Ficticia, Porrúa, entre otras. De esta manera, al tiempo que se reducen costos de producción, se sostiene la publicación de títulos que, de otra manera, difícilmente verían la luz.

A los orígenes
Si el espíritu de la Editorial estuvo ligado a la publicación de autores noveles de América Latina que en la década de los cincuenta eran poco conocidos, fue porque Sergio Galindo, su fundador, tuvo la convicción de que ese papel era fundamental en una editorial universitaria que, contrario a muchas otras, no estaba orientada por un criterio empresarial.

Galindo no estaba solo cuando fundó la editorial, lo acompañaban el antropólogo Gonzalo Aguirre Beltrán, entonces rector de la UV, y el filósofo Fernando Salmerón. Ellos compartieron su visión de lograr que el trabajo editorial de la UV traspasara las fronteras universitarias y proyectara la cultura, las ciencias y las artes en el plano nacional e internacional.

Vicente Leñero, periodista, escritor y dramaturgo mexicano, quien en 1961 publicó en esta casa editorial su primera novela (La voz adolorida), dijo en entrevista que arriesgarse con nuevos escritores convirtió a la Editorial en tierra fértil para noveles talentos: “Sería bueno que recuperara ese camino, que volviera a sus orígenes, a ser lo que era cuando nosotros empezábamos”.

No obstante, reconoció que analizar lo que esta casa editorial era, lo que es ahora y definir su rumbo, es un trabajo que corresponde únicamente a los universitarios, de ahí que “fomentar un ejercicio de autocrítica sea necesario para la propia Universidad”, señaló el ganador de los premios Biblioteca Breve en 1963 y Xavier Villaurrutia en 2001.

Celia del Palacio, actual directora de la Editorial, reconoció que éste es un objetivo que comparten quienes dirigen las colecciones y el rumbo de esta institución, de ahí que entre los planes para 2007 se encuentre revivir colecciones como Luna Hiena para publicar poesía y cuentos cortos de escritores veracruzanos y la serie Entremares, que proyectará las nuevas voces de la narrativa y la poesía latinoamericana.