Año 7 • No. 280 • Septiembre 10 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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A través del Programa Universitario de Formación de Lectores
Toda la fuerza de la UV a favor de la lectura


Juan Carlos Plata
Toda vez que leer –como sostiene el escritor español Antonio Muñoz Molina– es el último acto soberano que nos queda y que un país que lee poco –de acuerdo con otro español, Fermín Bocos– es más vulnerable al engaño, la Universidad Veracruzana (UV) ha puesto toda su fuerza a favor de la lectura.

A través del Programa Universitario de Formación de Lectores 2007, la UV ha desplegado –con estrategias concretas que impacten no sólo a la comunidad universitaria sino a la sociedad en general– un amplio frente para multiplicar el número de lectores tanto en el seno de la institución como en todo el estado.

En los últimos 25 años se ha hecho patente en el mundo la necesidad de que, más allá de quedar alfabetizada, la población se haga lectora. Un lector es alguien que además de leer y escribir por razones prácticas –estudiar, trabajar, informarse, cumplir con sus obligaciones– lo hace por voluntad propia, por el gusto de hacerlo, con frecuencia.

En América Latina, la lectura ha sido un tema mencionado por gobiernos y organismos internacionales como la llave a mejores condiciones de vida en una sociedad cambiante, marcada por la globalización y el desarrollo de la tecnología.
De acuerdo con Luis Bernardo Peña, subdirector de Lectura del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLAC), se asume que una sociedad lectora sienta las bases para la consolidación de espacios de participación social, incremento de la productividad, el desarrollo económico y el ejercicio responsable de los derechos políticos y sociales.

En este contexto, los universitarios son una comunidad con características especiales al abordar el tema de la lectura. Son el grupo con mayor escolaridad, el que más tiempo ha pasado entre libros, lo que implica leer y escribir con un fin práctico; el que tiene un mayor acceso a la documentación y a la tecnología. Es natural que sean el sector con mayores índices de prácticas lectoras, según lo muestran los estudios nacionales.

De acuerdo con los lineamientos del programa de la UV, “formar lectores es un propósito ambicioso, que implica un programa continuo de acciones concretas, viables, e inmediatas, en todos los espacios de la UV, que posibilite a la comunidad universitaria percibir a la escritura y a la lectura con otro sentido; y en la que el reto mayor y más importante es lograr un cambio de actitud y de hábitos entre los universitarios, y convencerlos de que su influencia hacia el resto de la comunidad puede ser ilimitada”.

El principal objetivo del programa es acercar, a partir de la comunidad universitaria, al mayor número de personas a prácticas de lectura que vayan más allá de los fines utilitarios. En primera instancia se pretende llegar a la comunidad universitaria, pero a partir de ella llegar a las familias de los estudiantes, trabajadores, académicos y funcionarios, a las comunidades en las que trabajan las Brigadas de Servicio Social y el Voluntariado de la UV y, en general, a todos los sectores con los que se puedan establecer acciones concretas.

Para estos propósitos, se diseñaron cuatro estrategias fundamentales: Evaluación y seguimiento –que incluyó la realización de una encuesta de hábitos de lectura entre la comunidad universitaria–; Comunicación y promoción –con una barra de lectura en Radio UV; la página Web Lectores y lecturas (www.uv.mx/lectores), recién inaugurada; y animación a la lectura desde los medios impresos–; Formación de lectores –con promoción de lectura en la facultades, entre trabajadores, como estrategia de vinculación social, implantación de estrategias de formación de lectores en el Área de Formación Básica General– y Leer la producción editorial universitaria –programas de presentaciones, concursos y difusión–.

Realiza UV la primera encuesta del país sobre lectura en la Universidad
La UV también se constituyó en la primera universidad del país en realizar una encuesta sobre lectura en el seno de la propia institución. Denominada Encuesta sobre Prácticas Culturales y Lectoras en la Universidad Veracruzana (2007), se trató de un estudio diagnóstico que se llevó a cabo para conocer las prácticas culturales y lectoras de la comunidad universitaria, de manera que se cuente con una base para diseñar programas de fomento cultural y de la lectura, con información que permita valorar los avances que se logren en estos terrenos.

En su diseño, la encuesta tomó en cuenta el modelo de la Encuesta Nacional de Lectura (ENL) realizada en 2006 por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), con el respaldo de la UNAM, la SEP y el CERLALC, con el propósito de que sus resultados sean comparables con otros estudios semejantes en México y en el mundo.

Tal ejercicio consistió en un cuestionario de 119 preguntas que fue respondido por 368 académicos, 792 estudiantes, 193 empleados, 86 funcionarios y 58 bibliotecarios, de los cinco campus de la UV. Algunos de los resultados más relevantes, se enumeran a continuación:
Aproximadamente nueve de cada 10 universitarios aseguró leer libros. Principalmente de temas científicos, enciclopedias, textos escolares
y novelas.

Más de 95 por ciento dijeron que han leído menos de diez libros en el último año (sin tomar en cuenta los relacionados con la escuela o el trabajo).

Los universitarios de entre 50 y 64 años son los que tienen mayor porcentaje (38 por ciento) en cuanto a lectura de literatura. Por ocupación, el personal académico es el que más lee literatura (35 por ciento).

Siete de cada 10 universitarios dicen leer periódicos. Los periódicos más leídos son los diarios nacionales (69 por ciento), mismo porcentaje de los lectores del periódico UniVerso de la UV; quienes más lo leen son personal académico (81 por ciento) y los funcionarios (83 por ciento).

Siete de cada 10 universitarios dicen leer revistas (el porcentaje de menciones es mayor en los rangos de edad de 25 a 34 y de 50 a 64 años y es notorio que las menciones aumentan conforme es mayor el nivel socioeconómico).

Las revistas más leídas son las científicas (56 por ciento), seguidas por las de entretenimiento (53 por ciento). El personal académico es el que declara el mayor porcentaje (73 por ciento) de lectura de revistas científicas.

Los universitarios reportan, como respuesta predominante, que leen en todos los días de la semana. La noche es el tiempo preferido (51 por ciento) y los periodos vacacionales sobresalen (50 por ciento) entre las demás temporadas del año.
Nueve de cada 10 entrevistados dicen leer en su casa y 7 eligen la recámara como el lugar donde acostumbra hacerlo.

Más de la mitad de la comunidad universitaria declara que le gusta leer, pero al mismo tiempo, más de la mitad argumenta que no lee porque no tiene tiempo.
El principal motivo para no leer es que encuentran más interesantes la televisión, la Internet y los videojuegos; y el segundo motivo fue el alto costo de los libros.
Más de la mitad de los entrevistados dijeron que compran los libros que leen; la forma de conseguir un libro es en su mayoría en librerías (49 por ciento), seguido del préstamo de algún conocido (26 por ciento) y sólo 18 por ciento acude a bibliotecas.

Más de la mitad de los universitarios mencionan haber comprado entre uno y cinco libros el último año.

Nueve de cada 10 universitarios han acudido a una biblioteca y los que dicen no ir argumentan que es debido a la falta de tiempo. Acuden a las bibliotecas para la consulta de libros (94 por ciento), de revistas (22 por ciento) y para usar la Internet
(17 por ciento).

95 por ciento de los entrevistados dijeron usar la computadora; de éstos, siete de cada 10 manifestaron usarla en primer lugar para trabajar, luego para informarse y para hacer la tarea. Cinco de cada 10 aseguraron utilizarla para distraerse y estudiar. El lugar donde más la utilizan es el trabajo, seguido de la escuela y la casa.
La comunidad universitaria declaró que en su tiempo libre prefiere, en primer lugar, ir al cine. En segundo, escuchar música y en tercero la lectura de libros.

Siete de cada 10 entrevistados dicen haber aprendido a leer entre los 5 y 7 años de edad, aunque sólo 34 por ciento recuerda el estímulo directo de los padres. De adolescentes, dos de cada 10 mencionaron que la motivación provenía de sus padres y el 15 por ciento dijo que de sus maestros.

La etapa en que se dice haber leído más es entre los 14 y los 25 años, (69 por ciento).

La mitad de los universitarios dicen entender mucho lo que leen y que no leen rápido ni lento. Asimismo, el 40 por ciento considera fácil el acto de leer; seis de cada 10 valoran como buena su capacidad lectora; 47 por ciento dicen leer los libros completos.

Nueve de cada 10 dicen tener libros en su casa, de los cuales sólo uno de cada 10 es de literatura. El número de volúmenes más frecuente es de uno a 49.
A la pregunta abierta:¿Cuál es su opinión sobre la colección Biblioteca del Universitario?, los universitarios respondieron, principalmente, que es un proyecto importante para crear hábitos de lectura en los estudiantes, que tiene buenos títulos y son muy interesantes. Y a la pregunta: ¿Qué acciones propondría para mejorar las prácticas de lectura en la comunidad universitaria?, respondieron que es necesaria la promoción de talleres y círculos de lectura y la promoción de ferias de libro en los cinco campus.

Comité Editorial
Para el impulso de todas estas actividades se conformó un consejo editorial que encabeza el escritor, traductor, editor, y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Felipe Garrido.

Nacido en Guadalajara en 1942, es licenciado en Letras por la UNAM, institución de la que también ha sido académico. Fue director general de Divulgación en la SEP, jefe de producción del Fondo de Cultura Económica, director de Literatura del INBA.
Garrido publicó en la Editorial de la UV el libro de cuentos La urna, varios cuentos en la revista La Palabra y el Hombre; además del guión de televisión El paso del cometa, en la revistas Tramoya.
Lo acompañan en el consejo editorial la periodista cultural, crítica literaria y académica de la UV, Celina Márquez; la periodista, articulista, maestra en Literatura Mexicana, Judith Guadalupe Páez Paniagua; así como las académicas Andrea Leticia Ramírez Campos y María Cristina Triana Cortina.