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Olores
del líquido amniótico y de la leche materna podrían
originar afecto madre-hijo
David Sandoval
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investigación recibirá apoyo del Conacyt, que servirá
para adquirir equipo de precisión |
Esta
investigación aporta nuevos conocimientos a una investigación
de más de 25 años sobre los trastornos afectivos,
subrayó Carlos Contreras |
El
hecho de que uno de los primeros sistemas sensoriales que se desarrollan
en el feto es el olfatorio hace posible que diversos compuestos presentes
en el líquido amniótico establezcan un aprendizaje temprano
de ciertos aromas que serán reconocidos al nacer en la leche
temprana materna o calostro y luego en la leche madura, explicó
Carlos Contreras, investigador del Instituto de Neuroetología
de la Universidad Veracruzana (UV).
La especie humana, como muchas otras, emplea varias formas de comunicación,
una de ellas implica la emisión y el reconocimiento de diversas
sustancias químicas llamadas feromonas. El emisor secreta estas
sustancias por medio de sus líquidos biológicos y el
receptor las reconoce por medio de su sistema olfatorio, continuó.
Partiendo de la observación de que la naturaleza tiene previstas
abundantes estrategias que permiten la supervivencia del individuo
y de la especie, se estableció la hipótesis de que estas
sustancias, además de ser marcadoras de la díada madre-hijo,
tengan algunas propiedades psicotrópicas, detalló el
investigador. |
Con apoyos otorgados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACyT) dentro de su convocatoria a proyectos de ciencia básica,
la investigación que conduce Carlos Contreras, denominada “Identificación
de mensajeros químicos en líquidos biológicos:
estudio experimental en humanos y ensayo controlado en la rata Wistar”,
explora la posibilidad de que tales compuestos, que de acuerdo con
la distinta proporción de ácidos grasos actúan
como marcadores y son individuales, sean la marca para un par compuesto
por madre e hijo, comparable a un código de barras.
“El aprendizaje podría establecerse desde la vida intrauterina,
en una forma de aprendizaje llamada impronta, pero además,
y con base en estudios previos que han demostrado que es posible producir
ansiedad a distancia, mediante la liberación de sustancias
de alarma; entonces también es posible que se liberen sustancias
de afinidad que posiblemente tengan acciones ansiolíticas:
reducir la ansiedad y prevenir la desesperanza, que es el paso previo
a la depresión”, agregó el investigador.
Después de varias décadas de estudiar la depresión
y los antidepresivos, se decidió estudiar el fenómeno
opuesto, es decir, la formación de los afectos bajo la hipótesis
general de que las mismas estructuras cerebrales, ya identificadas
por este grupo de trabajo, participarían en ambos procesos.
De ahí –continuó– surgió la hipótesis:
“¿Qué puede ocurrir para que posterior al momento
del alumbramiento el recién nacido reconozca a su madre y viceversa?,
entonces me pareció que era una cosa muy interesante para empezar
a buscar ahí la cuestión del afecto como tal”.
La ansiedad puede indicar peligro
El académico comentó que hace un par de años
al analizar la orina de los especímenes (ratas Wistar) identificaron
una feromona, una acetona que se libera en la orina durante el proceso
de ansiedad y que puede producir ansiedad en otra rata que sólo
percibe ese olor, sin ser sometida a ninguna otra manipulación
experimental.
Lo anterior pudiera explicar el porqué cuando se utiliza un
plaguicida para erradicar ratas, es una o pocas las que aparecen muertas:
“Una es la que muere, aparentemente le da tiempo para enviar
una señal a las demás ratas, una señal evidentemente
química, señalando el peligro”. Esto quiere decir
que los mamíferos tenemos un sistema de señalización
por lo menos para producir ansiedad y esa ansiedad nos indica peligro,
agregó.
La pregunta planteada a continuación fue: ¿qué
puede tener el líquido amniótico que pueda hacer sentir
bien al individuo? “Retomamos la investigación de la
vida intrauterina, buscando ácidos grasos en el líquido
amniótico, ya que algunas sustancias de este tipo funcionan
como feromonas de atracción y están identificadas también
en los humanos”.
Detalló que se solicitaron muestras de líquido amniótico,
de la leche temprana producida por la madre, llamada calostro, y de
leche materna; al analizar estos tres compuestos se encontró
una composición semejante de ácidos grasos. Adquirirán
nuevo equipo de precisión
Carlos Contreras precisó que los recursos obtenidos del CONACyT
–que superan los dos millones de pesos– servirán
primordialmente para adquirir equipo: “Vamos a comprar equipo
científico que nos va a dar más precisión en
las mediciones y nos permitirá mejorar nuestras condiciones
de competencia internacional”.
Con el equipo que adquirirán, el laboratorio estará
equipado para los próximos 20 años, destacó
el académico y afirmó que su importancia radica en
la precisión que los nuevos dispositivos permiten; esto conlleva
un beneficio para la investigación, ya que teniendo la información
correcta, los experimentos y sus resultados son reproducibles y
permiten llegar a conclusiones válidas.
Contreras agregó que los criterios de selección del
CONACyT consideran la originalidad y la aportación al conocimiento.
Se toman en cuenta los antecedentes de producción científica
del grupo de trabajo y el liderazgo académico del responsable
del proyecto. Además, dijo sentirse afortunado al contar
en su equipo con la participación de siete investigadores
registrados en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), a su
vez apoyados por estudiantes de maestría y doctorado. |
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