Año 6 • No. 263 • abril 23 de 2007
Xalapa • Veracruz • México
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• Redacción UniVerso
En fecha del 23 de abril nació y murió William Shakespeare (en 1564 y 1616). También el 23 de abril murieron Miguel de Cervantes Saavedra y Garcilaso de
la Vega. Y otros como Maurice Druon, K. Laxness, Manuel Mejía Vallejo, Vladimir Nabokov y Josep Pla, nacieron o murieron un 23 de abril.

Acaso por ello la UNESCO escogió esta fecha para que desde 1995 se celebre el Día Mundial del Libro (y del Derecho de Autor). Al día de hoy, el libro sobrevive en medio de advertencias de su inminente desaparición y de una creciente indiferencia y por tal motivo UniVerso entrevistó a escritores para conocer su opinión sobre el más grande invento de la humanidad: el libro.

Adolfo Castañón
Importancia del libro en la cultura:
“No, no creo que el libro sea un guardián de la cultura ni que ayude a preservarla. El libro ES la cultura e incluso la tecnología. Más aún, los libros dan cuerpo a la espiritualidad y a la conciencia, sin las letras y los números la humanidad quedaría reducida a una superficie, a una simple pantalla”.

Relación personal con el libro:
“Significa todo, absolutamente todo. No sabría yo diferenciar. Los libros han sido (sin metáfora) familia y escuela, gimnasio y arena de combate, diversión y combate, alcoba y cocina”.

Para acercarnos al libro:
“A los jóvenes no les diría absolutamente nada. Quizás los sometería a un baño exhaustivo de cine, radio y televisión hasta que su propio interior les pidiera otra cosa. Se supone que los jóvenes y los adultos en México no tienen la costumbre de leer y creo que esa es una suposición infundada. Sin embargo, hay que conceder que vivimos en una sociedad brutalizada por el ruido, el consumo mercantil, los excitantes virtuales noticiosos e informativos.

De la misma forma que practicar un deporte es benéfico para la salud del cuerpo, la práctica cotidiana de la lectura, de una lectura rigurosa, de un desciframiento textual comprometido en una suerte de cuerpo a cuerpo espiritual, ético y estático, desarrolla en los individuos una mejor condición mental. La lectura por obligación es un espantajo, un San Benito que se ha propagado como si fuese una epidemia para consolidar la servidumbre y el servilismo mental. La atención continua de un conjunto de signos es un entrenamiento gozoso y jubiloso que resulta útil para auspiciar la comunicación de los espíritus fuertes y vigorosos. Precisamente por eso, quienes no leen llevarán en el pecado la penitencia y quienes sí practican la lectura, llevan en el placer del texto la absolución. No sólo está en crisis la lectura: la incomprensión de la oración es infecciosa y produce una suerte de gangrena espiritual cuyo síntoma es la violencia (no por virtual menos sensible) envolvente que sacude al ciudadano desde distintos confines, autorizados o no”.

José De la Colina

Importancia del libro en la cultura:
“El libro es un instrumento de creación literaria, de conocimiento. No sólo reserva sino que informa, abre nuevos espacios al conocimiento y sobre todo es un captador de gente que busca tanto conocimiento como placer estético en el libro”.

Relación personal con el libro:
“He leído libros que me han dejado mucha huella y otros que me han formado, no sólo como escritor sino simplemente como persona. La literatura es lo más importante que uno puede hacer y gozar de la vida. El libro sigue siendo la mejor manera, como dice el soneto de Quevedo, ‘de conversar con los muertos y escuchar en silencio a los vivos’”.

Para acercarnos al libro:
“Fundamentalmente se debe leer por placer, esto lo dice Borges y tiene razón, incluso cuando es maestro y está dando clases de literatura: “No lean ningún libro por obligación, lean por placer”. No sé si los jóvenes ahora leen o no. Es evidente que los medios de comunicación pueden apartar mucho a los jóvenes de los libros, pero no creo que proporcionalmente se lea menos ahora que antes”.

Élmer Mendoza
Importancia del libro en la cultura:
“Es determinante. Primero fue el libro como fuente de información y después como vehículo emocional. Es el objeto más valioso de nuestra historia cultural, no en vano, en las encuestas de cambio de siglo, la imprenta fue considerada el invento más valioso en la historia de la humanidad.

Relación personal con el libro:
“Es una relación enfermiza: no puedo vivir sin ellos. He desarrollado una capacidad de experimentar placer con unas cuantas palabras escritas. Y he perdido el pudor, no temo reír a solas ni compartir parte del misterio de ser un lector afectado”

Para acercarnos al libro:
“Imagina una sociedad emocionada por leer o por su contacto con el arte. Se debe convencer a los padres. Si hay padres lectores estamos cerca de tener hijos lectores. Que los lectores convencidos animen a los demás a convertirse. La lectura es una actividad básicamente emocional, incluida la eferente, y debemos ayudar a todos a alcanzar ese estado de gracia. Exigir a los gobiernos una política de promoción constante, aprovechando que somos una sociedad mediática. Afinar la ley de libro, de tal suerte que se convierta en un objeto accesible. Optimizar la red de bibliotecas públicas como centros de lectura”

Vicente Leñero
Importancia del libro en la cultura:
“Es fundamental; parece simple, pero es sencillamente fundamental. El libro guarda el conocimiento del mundo. Nosotros siempre pensamos que los libros nos dan historias que no pudiéramos haber vivido por nosotros mismos”.

Relación personal con el libro:
“Ha sido una parte de mi vida; no concibo mi vida sin los libros, así me eduqué, así me formé y desde que aprendí a leer no paré de hacerlo. Para mí es una forma de vida, es todo”.

Para acercarnos al libro:
“Experimenten la posibilidad de leer. El libro no debe imponerse por obligación, sino por devoción. Experimenten lo que es una novela, un libro de cuentos, que lo intenten y verán que una vez que experimentan eso tendrán una satisfacción y un conocimiento que no se compara a otros. Los clásicos y la escuela están para contagiar el entusiasmo de los libros.

Paco Ignacio Taibo II
Importancia del libro en la cultura:
“Hay que desmitificar al libro, porque así como es el guardián de nuestra cultura también es el depósito de las peores barrabasadas y porquerías”.

Relación personal con el libro:
“Cada libro bueno que pasa por tus manos, que es uno de cada 50, te marca, hace que cambie un poquito el destino de tu vida. No hay que diferenciar a la vida de la lectura, se trata de unir la vida y la lectura. Mi educación sentimental está basada en todos los libros que me marcaron”.

Para acercarnos al libro:
“Hay que erradicar un asunto clasista: el hecho de que la gente diga: ‘Eso es para los que saben, no es para mí’. Hay que hacer al libro más cercano a la gente común. Hay que hacer que las editoriales en vez de destruir libros los distribuyan, que lo conviertan en activo y no en pasivo.

Hay factores definitivos para que la gente no se acerque a los libros: un elevadísimo índice de analfabetismo funcional; un fracaso total del sistema educativo que en vez de promover eficientemente la lectura entre los chavos, los vacuna permanentemente contra la lectura.

Hay que hacer del libro un producto de excepción cultural. Durante la pelea con los panistas que querían gravar con impuestos a los libros, el secretario de Hacienda me dijo: ‘Señor Taibo, usted no entiende que el libro es un producto, como los zapatos’. Y yo, que entendía más de lo que él pensaba le dije: ‘Sí, señor secretario, usted ha leído muchos zapatos en su vida, y se nota’.

La mejor manera de promover la lectura entre los chavos, según entiendo, es decirles: ‘De lo que te estás perdiendo’. Ver la lectura como castigo sólo refuerza la vacuna antilectura que se les aplica en la escuela. El carácter autoritario es fatal para los chavos: “¿Por qué, si yo quiero leer una novela pornográfica, me dan el Quijote? ¿Por qué me dan La Odisea si a mí me valen madre los dioses griegos? Me importa un carajo el Popol Vuh, lo que yo quiero leer es una novela sobre unas princesas hindúes medio putas".

Elena Poniatowska
Importancia del libro en la cultura:
“Hay que pensar en la Biblioteca de Babel; se conserva toda la historia de los pueblos de la tierra en los libros. En los libros se conserva la vida de la gente, la memoria de los pueblos. Hace crecer a la gente, nos mejora como seres humanos y nos hace mejores seres humanos”.
 

Relación personal con el libro:
“El libro es lo que me da vida, lo que me da sentido, es mi manera de estar sobre la vida porque yo misma escribo libros”.

Para acercar a los jóvenes al libro:
“El mejor amigo es un libro, es un paliativo contra la soledad y contra la tristeza y las desgracias que a todos nos suceden. Siempre aconsejo a los jóvenes que lean libros que los diviertan”.

Juan Villoro
Importancia del libro en la cultura:
“Los libros son básicos para que entendamos nuestra propia vida. Son espejos donde nos reconocemos y aprendemos a descubrirnos, lo cual a veces es arriesgado porque no siempre queremos ver lo que somos.
Toda la cultura depende del libro. Las principales religiones dependen de libros sagrados. Prácticamente todas las cosas de las que nosotros hablamos y todas las referencias culturales que tenemos dependen de libros. La organización social de los países depende de constituciones, de libros. De modo que la era del libro sigue siendo muy importante. La gente tiene influencia de los libros aunque no los haya leído porque la realidad que habitamos está conformada por los libros. Hay gente que no ha leído la Biblia y sin embargo la influencia del cristianismo es insoslayable, especialmente en Occidente”.

Relación personal con el libro:
“Los libros representaron para mí el descubrimiento de una forma de la felicidad. A veces me sorprende que la gente no lea. Es como si se negaran a sí mismos un placer. Con frecuencia cuando estoy en una sala de espera o en algún momento donde la mejor compañía es un libro, veo con asombro que mucha gente simple y sencillamente está ahí desesperándose de su propia vida.”

Para acercarnos al libro:
“En México tenemos un problema gravísimo. Se han hecho muchísimos esfuerzos para que la gente lea y muchos de ellos han fracasado.

El gobierno de Fox privilegió una biblioteca monstruosa, faraónica que se acaba de cerrar. Esto habla de una política equivocada respecto a los libros. Otro problema es que en el 94 por ciento de los municipios de México no hay librerías. Fox vetó la iniciativa de ley del Libro y Fomento a la Lectura que había sido aprobada por unanimidad en el Senado.

En este problema se mezclan problemas estructurales que vienen desde hace mucho tiempo, falta de incentivos, deficiencias de la ley que no ha permitido la ley del libro. Pero también una realidad pasmosa, difícil de discernir que es el gusto de los mexicanos y contra esto no se puede hacer nada. Llevamos 30 años trabajando muchísimas personas para cambiar esos gustos y es complicado el tema. Este es un tema muy difícil de remontar”.

Guadalupe Loaeza
Importancia del libro en la cultura:
“Gracias a la lectura nos conocemos aún más, nos comprendemos, pero sobre todo comprendemos al otro. Se nos abre el entendimiento, la lectura nos da puntos de referencia y es lo único con lo que podemos realmente enriquecernos, crecer, podemos igualmente conocer otros mundos, resucitar a muchos muertos”.

Relación personal con el libro:
“Me ha cambiado el rumbo de las cosas, especialmente autores como Cortázar, Elena Garro, el escritor húngaro Sandor Marai, Milán Kundera, Gabriel García Márquez, desde luego los clásicos como Gustav Flaubert, Balzac. Los libros son mis mejores amigos”.

Para acercarnos al libro:
“El verdadero amor a la lectura, el hábito por la lectura se puede cultivar desde que los niños son muy pequeños; desafortunadamente hoy en día la televisión y la computadora son los grandes atractivos y tentaciones”.

Jorge Moch
Importancia del libro en la cultura:
“Suena a perogrullada, pero sin el libro, como sin el museo o sin el conservatorio, la cultura no puede existir. Como toda obra de arte, constituye el basamento de toda cultura, esto es, de toda identidad capaz de pervivir en el presente porque encuentra resonancia en su pasado y es capaz de proyectarse en el futuro. La literatura es la gran depositaria de las identidades culturales, por su capacidad –y obligación circunstancial– de reflejar su tiempo”.
 

Relación personal con el libro:
“Los libros, junto con los perros, fueron mis mejores amigos desde niño. Muchas veces, incluso, mejores amigos que otros niños.

Los libros me sirvieron alguna vez casi materialmente como los sillares con los que construir mi muralla como si fuera un personaje menos atormentado de la película de Pink Floyd; me enseñaron el verdadero sentido de palabras como lealtad o coraje, aunque yo muchas veces careciera de eso que describían.

Fueron un magnífico evasor sin consecuencias fisiológicas. Creo que los libros me han ayudado más de lo que yo mismo creo, y que sin esta afición voraz de la lectura primero y después de la escritura, sería un ente anodino, sin rumbo claro. Viviría frustradísimo. Creo que la literatura en todo caso como obcecación es una de las enajenaciones más benévolas”.

Para acercarnos al libro:
“La lectoescritura de calidad debe supervisarse desde la primera infancia y, desde luego, el mejor estímulo para los niños es ver a sus padres con un libro en las manos.
Si el chavalo llega a interesarse en la lectura después y por su cuenta (cosa que me parece poco probable aunque afortunadamente posible) será casi siempre por estímulos externos. Un garbanzo de a libra será siempre un buen maestro de literatura, alguien que logre irritar en el chavo el interés por leer algo medianamente valioso.
En la universidad, como en la mayoría de las escuelas de educación media, desgraciadamente se lee más como una obligación que como un placer. No conozco muchos maestros que logren imprimir en sus educandos la lectura como un placer y mucho menos como una verdadera necesidad, y allí radica buena parte de la gran tragedia nacional del analfabetismo funcional.

Creo que las instituciones deben ser capaces, aunque al decirlo sueno irremisiblemente cándido, de identificar áreas contraculturales o movimientos subterráneos, de cultura marginal, con los que los chavos se identifican más fácilmente, digamos, que con un ensayo de Norberto Bobbio o Jürgen Habermas. Si un plan de estudios en la prepa ya contempla El complot mongol, por ejemplo, no deberá sorprender que esos estudiantes serán luego capaces de leer ávidamente a Arreola o a Nabokov. La enorme bronca es que precisamente no hay muchos buenos lectores entre los maestros”.

Álvaro Enrigue
Importancia del libro en la cultura:
“Los libros son, literalmente, la memoria de ciertas civilizaciones –las que han escrito–; no ejercen funciones policíacas, no son guardianes de nada”.
 

Relación personal con el libro:
“Una biblioteca es, esencialmente, un signo de identidad. Se es o no se es lector, y eso define casi todo lo demás”.

Para acercarnos al libro:
“Creo que los lectores tienen mejor sexo. Creo que es inmerecido, pero no voy a ser yo quien denuncie eso”.