| Año 6 • No. 233 • agosto 14 de 2006 | Xalapa • Veracruz • México |
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Contraportada
| Exhibe
obra reciente de Per Anderson y Martín Vinaver
Calidoscopio plástico en la RAC: litografía, objetos y acuarelas Gina Sotelo |
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| Fascinado por la cultura prehispánica de zonas como Quiahuiztlán, cuyos vestigios totonacas se aprecian aún en imponentes tumbas a manera de templos a escala, el artista Per Anderson dibuja en un mármol veracruzano lo que él llama «casitas». | ||
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Desde hace varios meses, Per se levanta muy temprano, toma su pequeño auto y conduce hasta la zona arqueológica situada en Actopan. Llegando al lugar se sienta frente a las antiguas construcciones y las dibuja con paciencia. Una y otra vez mientras las horas pasan. Ahí, al pie de la pirámide y bajo el cobijo de un árbol, el extranjero trata de entender cómo era esa gran civilización y sus habitantes. Por la tarde, regresa a casa apresurado e imprime las imágenes para hacerlas suyas. | |
| Vinaver
es un creador no convencional. Su fuerte inspiración taoísta
queda de manifiesto en cada una de sus obras. Equilibrio, juego de
contrarios, complementos, vida y muerte aparecen en sus «altares».
Se trata de objetos combinados que no pretenden dar una respuesta
a nada, sino que son obras abiertas que cada quien interpreta según
su sentir. El pintor exterioriza las ideas de su mente, cuerpo y corazón por medio de colores brillantes y figuras cadenciosas como los lagartos: «Los reptiles es una constante en mi obra, su parte ambigua es algo que me atrae mucho, su movimiento es fascinante, su manera de mimetizarse y sus colores impactantes». Per Anderson y Martín Vinaver exponen juntos en la galería universitaria Ramón Alva de la Canal (RAC); no se trata de dos muestras, sino de una misma creada a partir de dos visiones y propuestas complementarias elaboradas por dos artistas distintos, quienes ofrecen al espectador litografías, altares y acuarelas. Recorrer las salas de la Galería nos lleva de nuevo a Anderson y la emoción e intensidad detrás de cada uno de sus trabajos. Su obra litográfica está muy relacionada con Veracruz. En ella encontramos cráneos prehispánicos de la vasta colección del Museo de Antropología de Xalapa (MAX) provenientes del Zapotal y la Isla de Ídolos: «He tratado de vincularme cada vez más con el paisaje veracruzano, con sus antecedentes prehispánicos y actuales justamente por no haber nacido aquí, pero estoy arraigándome cada vez más. Todo su pasado prehispánico es fascinante y lo que yo quiero es profundizar en él». |
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| Apreciar
la obra de Anderson es suponer que el artista sueco tiene visión
de Rayos X. Sus estudios anatómicos son tan precisos y detallados
que parecen radiografías intervenidas: «Mi objetivo es
entender la forma, estudiarla lo suficiente para que me revele su
ser», dice de manera calmada quien literalmente con su trazo
y mirada descarna el cuerpo dejando al descubierto la constitución
ósea de sus modelos: «Trato de evitar la mirada superficial
y ofrecer un vínculo con la naturaleza, lo que requiere de
un esfuerzo mayor que trae consigo una búsqueda, una investigación
para ofrecer al público algo que no está en primer plano.
Por eso busco el fondo de las cosas, lo que puede sorprender al observador». Y una vez más las acuarelas de Vinaver, que tienen un aura espiritual y móvil. Sus animales, texturas y cuentas invitan al tacto, a la reflexión, al buscar en el interior de la obra su propia alma. En papel, metal o piedra su mensaje es sutil, sólo hay que estar con la mente abierta para recibir el mensaje. La obra reciente de Per Anderson y Martín Vinaver está abierta al público en la Galería Universitaria Ramón Alva de la Canal de Zamora 27. La entrada a este espacio es libre. |
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