Año 6 • No. 229 • julio 3 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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• Redacción Universo • Fotos: Carlos Cano
En Xalapa existen 14 universidades que ofrecen la carrera de Negocios Internacionales, sin embargo no existen empresas exportadoras o vinculadas con el mercado internacional
La universidad pública no puede aumentar su oferta porque no tiene presupuesto para pagar a más maestros y ampliar sus instalaciones. Lo que se necesita es que el gobierno destine un porcentaje mayor del PIB en materia educativa, que los mexicanos consideremos de manera prioritaria a la educación como una inversión y no como un gasto, y que la educación superior se regionalice, coincidieron destacados académicos de la Universidad Veracruzana (UV) entrevistados para conocer su opinión acerca de la relación entre crecimiento económico, oferta académica y saturación de mercados.

Al opinar acerca de la dependencia económica que posiblemente existe en la apertura de espacios universitarios (mayor oferta de lugares y carreras), los entrevistados coincidieron en decir que más allá de un crecimiento, se necesita que la economía se desarrolle para que exista una mayor y más variada oferta académica y que los egresados tengan un espacio donde aplicar sus conocimientos y habilidades.

Un asunto trascendental fue la exposición de motivos por lo que la educación superior no ha crecido. De acuerdo con una académica, en la década de los ochenta el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional recomendaron a México disminuir el gasto en educación, por lo que desde entonces no se ha podido asignar mayor presupuesto y las universidades públicas no pueden tener más de 50 mil alumnos al año.

A esto agregaron que el mercado laboral no ha cambiado, sino que el país no ha evolucionado hacia nuevas áreas de trabajo, incluso se ha reducido considerablemente en el ámbito productivo y se ha expandido en el ámbito comercial.

El tema de licenciaturas con exceso de solicitudes, como Derecho, Medicina, Administración y Pedagogía, invitó a los académicos a exponer diferentes causales, entre las que se encontraron falta de información por parte de los orientadores vocacionales del nivel bachillerato, así como de los padres de familia. Consideraron que la UV necesita dar difusión detallada de las carreras y de sus distintas áreas de trabajo, además de crear una oferta más amplia en las carreras técnicas. Otro actor imprescindible en este asunto es el empleador, que también debe acercase para saber con qué fuerzas se cuentan en esta institución.
Saturación de carreras
El problema de las carreras altamente demandadas cada año contrasta con el dato de que sólo el 1.5 por ciento de la población mexicana tiene acceso a este nivel educativo. ¿Cómo es que se da este fenómeno? De acuerdo con Enrique Mancera Garrido, catedrático de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS), no existe tal saturación, sino que el problema radica en una cuestión de regionalización.

El gran problema, dijo, es de la organización espacial en la distribución del conocimiento. Por ejemplo, en Xalapa existen 13 universidades privadas que ofrecen la carrera de Negocios Internacionales, además de la UV, sin embargo aquí no existen empresas exportadoras o vinculadas con el mercado internacional.
Esto podría parecer una saturación pero en realidad es un problema de distribución.
Luz del Carmen Rendón Bonilla, del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores, Económicos y Sociales (IIESES), explicó que las universidades están conscientes de que existe una saturación en el mercado laboral, para lo cual intentan canalizar a los jóvenes hacia aquellas profesiones que todavía ofrecen espacios.
En este caso la Universidad Veracruzana, a través del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), ha detectado las necesidades sociales y con base en ello establece el perfil del egresado.
Además, agregó, también emprende proyectos como Incuba, mantiene vinculación estrecha con secretarias de estado y ofrece información de su oferta académica mediante Exporienta.

Con el MEIF explicó la académica, además de tomar en cuenta los saberes teóricos, temáticos y prácticos, también se ven los heurísticos que implica el saber dónde aplicar los conocimientos. A esto agrego, “nuestros alumnos deben volverse competitivos mediante la constante preparación académica”, pues esa es la solución ante la falta de crecimiento económico.

Javier Kuri Camacho, director de la Facultad de Antropología, recordó que existe una tradición histórica que viene desde el México rural, en el que figuras como el sacerdote, médico y abogado eran claves. Con el paso de los años a estas ocupaciones se han agregado otras que dieron un gran impulso a las carreras técnicas y económico-administrativas.

Ante esta tendencia, sugirió que “habría que contener el crecimiento de ciertas carreras, como Derecho, Medicina, Pedagogía y alentar otro tipo que abarquen lo que solicita el mercado de trabajo e incluso se inserten en el aparato productivo”. En el caso de las Humanidades, consideró a las Ciencias Políticas como área por desarrollar.

En opinión de Víctor Celis Ochoa, coordinador de la Casa de la Universidad El Conejo, el mercado laboral no ha cambiado, sino que México no ha evolucionado hacia nuevas áreas de trabajo. “De hecho se ha reducido considerablemente en el ámbito productivo, pero se ha ampliado en el ámbito comercial”, declaró.

Antonio Lagunas, académico de la Facultad de Estadística, expresó que no hay mayor diversidad de carreras porque los jóvenes no tienen la visión de buscar alternativas que pudieran ofrecerles un mejor empleo y mayores posibilidades económicas. En tanto, Gustavo Guerra Galindo, de la misma dependencia, aseguró que debieran existir más alternativas en las carreras técnicas, para que las universitarias no se saturen.
Cfecimiento económico ¿sinónimo de crecimiento de universidades?
Rogelio Rendón, director de la Facultad de Economía, enfatizó que el crecimiento económico es en definitiva un condicionante para el crecimiento de la universidad pública. Y ¿cómo se logra el crecimiento económico? Mediante la implantación de políticas macroeconómicas.

A lo anterior Jorge Pérez Moreno, académico de FCAS, agregó que el gobierno debería destinar una mayor parte del Producto Interno Bruto a la educación, en vez de irlo disminuyendo, sólo así, dijo, lograrían crecer las universidades. También se debería impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Si bien el crecimiento económico es importante para que las universidades continúen con su misión, no es determinante, pues también se deben tomar en cuenta el crecimiento humano, social y cultural, aseguró Víctor Celis. En esto coincidió Luis Miguel Pavón León, docente de Economía, al decir que se debería conocer primero en qué áreas se aplicaría este incremento de recursos.

Gustavo Guerra explicó que “no es el crecimiento económico lo que va a determinar la educación pública, más bien es el desarrollo. El crecimiento es prácticamente en la utilidad de las ganancias que obtienen los empresarios, pero no hay una equidad y una redistribución de la riqueza, por lo que el 80 por ciento de ésta lo tiene el 20 por ciento de la población”. Maite Sampieri Croda, académicas de FCAS, consideró que ambos crecimientos deben ir de la mano, pues un país puede avanzar gracias a los resultados de la educación. Agregó que “también las universidades deben voltear hacia la autogestión de recursos y conocer la manera cómo pueden autofinanciar algunos programas”. Coincidió con los docentes que ven una solución al pedir que el gobierno preste mayor atención en el tema.
Concierto internacional y políticos neoliberales
Angélica Gutiérrez Bonilla, directora del IIESES, dio a conocer los antecedentes de la falta de crecimiento de las universidades. Todo se remonta en la década de los ochenta del siglo XX, cuando se determina una restricción para el ingreso a las universidades del país en los programas de Medicina, Comercio y Administración y Pedagogía. Posteriormente para se hizo extensivo para todas las carreras.

En aquella década, recordó, México era un país en crisis financiera, por lo que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial recomendaron, a México y otros países de América Latina, bajar el gasto social, directamente en la educación, porque de lo contrario no se contribuía a la redistribución del ingreso.

“Nosotros tenemos que estar en un concierto internacional, no podemos romper las variables macroeconómicas. Si algún país tiene déficit o enfrenta alguna devaluación provocamos un problema internacional”. Por eso, dijo, se debe guardar un equilibrio macroeconómico.
Por estas políticas, las universidades del país, principalmente las de provincia, comentó, no pueden tener más allá de 50 mil alumnos. Aunado a lo anterior, la federación y el estado tienen determinado un presupuesto para el rubro educativo, por lo que ya tienen contemplado el número de alumnos que ingresan anualmente.

Con base en lo anterior, agregó, sería descabellado que la Universidad Veracruzana aceptara más de 13 mil alumnos al año, pues no contaría con la planta académica ni con la infraestructura adecuada para atender a la población. “Las políticas nacionales provocan que no se asignen más recursos a las instituciones educativas porque lo consideran como un gasto”, comentó.
Actualmente vivimos bajo un modelo neoliberal, aseguró, y el fenómeno de la globalización que favorece principalmente al sector financiero, está provocando que haya cada vez más pobres y la riqueza se concentre en pocas personas.

Asimismo, hay un gran avance tecnológico y en comunicación, pero este provoca que se invierta más en maquinaria y no en recursos humanos, esto provoca que tanto países desarrollados como subdesarrollados eleven sus cifras de desempleo.

Con esto es posible ver que, asintió, “el modelo neoliberal está causando problemas. Si nosotros dejamos de pensar solamente en el gran desarrollo y volvemos los ojos hacia el desarrollo local y hacia la pequeña y mediana empresa que es la que más empleos genera, podemos lograr que haya mayores niveles de empleo en nuestras ciudades”. Dicho modelo, agregó, sólo habla de crecimiento y no de desarrollo, el cual implica crecimiento económico y social. En esto coincidió Mancera Garrido al decir que se debe hacer un verdadero esfuerzo nacional, más allá de lo cosmético o demagógico, por crear un pacto constituyente en educación superior encaminado a la regionalización de la oferta educativa. “Supongo que es una solución muy difícil de realizar pero no imposible”, asentó.

Angélica Gutiérrez Bonilla.

Francisco Kuri Camacho.

Rogelio Rendón.

Enrique Mancera.

Víctor Celis.