Año 6 • No. 219 • abril 24 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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En Córdoba y Orizaba, mamás recomiendan
los CEEE
Francisco Javier Chaín Revuelta


Los CEEE atienden niños con problemas de aprendizaje, lenguaje y conducta.
Yolanda Hernández Pop lleva su niña, Vianney, al CEEE para que la atiendan en aprendizaje, lenguaje y conducta. Un compadre se lo recomendó, “me dijo que era buena escuela y que la trajera yo aquí” y ya tiene un año que la niña asiste con regularidad.

Vianney tiene ocho años y un problema de lenguaje y de lento aprendizaje. El nombre de la enfermedad es Síndrome de Noonan: “No habla bien, las palabras le cuestan y aprender a leer también. Va a la primaria. Va en segundo”, explica su mamá. Desde que asiste al CEEE, “ella ha aprendido mucho porque la había llevado a otras escuelas pero vi que no avanzaba y por eso la traje acá. Ya habla un poco más y ya escribe un poquito mejor; de leer todavía no, le cuesta”. La señora Yolanda está contenta con el lugar. Además, le cobran 55 pesos de inscripción 55, y 25 mensuales.

David es otro alumno del CEEE. Cuando el reportero le pregunta qué hace allí, responde: “Ando estuduando”. Le pide al reportero que dibuje un elefante, tiene trompa y patotas, pero le hace falta algo: “Unas olejas. Su cuerpo… Cola, cola”. El reportero entra en diálogo con David: “Una cola. ¿Qué más tienen?”, “Ojos”, “Los ojos aquí los ponemos y la boca”, “unos colmillos”, “¡Ah!, de veras, tienen colmillotes. Muy bien, ahí está. Hazme un dibujo”, “no sé”, “un círculo, una pelota”, “no sé”, “yo te enseño”, “ándale, así”.

Melki es un niño menos conversador. El diálogo con el reportero transcurre de la siguiente manera: “Ven. Qué bonita estrella en la frente, a ver”, “Bien, bien, ruuunnnn rummm”, “¿Cómo te llamas?”, “Yo, Melki”, “¿Te gusta la escuela?”, “Sí”, “¿Por qué?”, “Porque es más bonita, ieemmmmmm rummmm”, “Oye, ven Melki, ven…”, “Ieeeeeelmmmmm iemmmmmmmm”. Y se fue Melki.

Melki tiene un retraso cerebral y es de lento aprendizaje, según explica su madre. Tiene cuatro años que viene al CEEE, que “nos gusta porque hay buena atención, y pues gracias a que hay atención ellos han avanzado; bueno, Melki ha avanzado más, porque iba a una escuela normal y no avanzaba nada, por el problema que tiene. Él se sale y eso del salón, y acá, pos cómo. Y tienen más atención, entonces avanzan más”.

Melki todavía no está en condiciones de ir a la escuela porque necesita una mayor atención, pero “ya lee, ya escribe, ya está un poco más atento a lo que le explicas. Y primero no ponía atención, se levantaba, se salía, no hacía nada, ni un círculo, no, y ahora ya, ya escribe su nombre, ya todo, más números también. Claro que no va como un niño de su edad, que debería de ir ya en quinto o en sexto pero ya va avanzando”.

María del Rosario Hernández Galicia tiene una niña,de siete años, que también tiene un problema de aprendizaje, “es de lento aprendizaje. Entonces la traje aquí porque una maestra me recomendó la escuela, y ya la traje, le hicieron la valoración, vieron que necesitaba la ayuda, pues la estoy trayendo”.

Según su madre, ella no aprendía. “No aprendía nada y ya iba en... Desde preescolar tuvo problemas, le costaba trabajo. Y luego ya cuando entró a la primaria, pues también no aprendía, de hecho no trabajaba, no hacía nada en la escuela, nada. Llegaba siempre con sus cuadernos en blanco, entonces por eso yo busqué la ayuda”.

Hoy, su mamá nota un avance importante: “Sí, bastante, porque le digo que ella no aprendía, no sabía leer ni nada, ni escribir. Ahora ya sabe leer, y ya escribe. Yo estoy muy contenta porque ya había buscado otras escuelas y no me habían satisfecho. Y ahorita aquí estamos muy bien. Le gusta venir además a ella, le gusta venir aquí”.