Año 6 • No. 219 • abril 24 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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Centros de Entrenamiento,
escuelas para niños con problemas especiales
Alma Espinosa
Tan sólo en Xalapa, cada mes el CEEE atiende un centenar de niños
Desde hace cinco meses, Salvador asiste al Centro de Entrenamiento y Educación Especial (CEEE) del Instituto de Psicología y Educación (IPE) de la Universidad Veracruzana (UV) para que lo ayuden a mejorar su comportamiento, siga instrucciones y resuelva problemas él solito, pero lo mejor de su terapia de una hora es que puede convivir con animales domésticos, jugar e incluso alimentarlos.

Con ayuda física y verbal, Salvador, de 11 años, ha logrado tener importantes avances en cuanto a la modificación de su conducta, resolución de problemas, incluso a distinguir lo bueno de lo malo. Además, ha logrado diferenciar las características de cada uno de los animales de la granja educativa del IPE, que recibe niños con síndrome de Down como él para ayudarlos a que tengan un mejor desarrollo y calidad de vida.

El Instituto también recibe a niños con algún daño cerebral mínimo, los que presentan déficit de atención, síndrome de Asperger y autismo. Para este caso preciso, algunos investigadores del IPE traban en la técnica de auto registro, con la cual el niño aprende a regular su comportamiento.

José Alfredo Cid, responsable del CEEE, informó que el Centro tiene diversas áreas para atender cada una de las necesidades de los niños. Una de ellas es la de Terapia ocupacional que está dirigida a remediar problemas de conducta, mediante distintas técnicas y la relación con los animales de la granja. Por ejemplo, Salvador y Jonathan, quien tiene problemas de comportamiento social y confianza en sí mismo, deben seguir varios pasos antes de dar de comer a los animales, como llenar envases con alimento. Esto pareciera una tarea sencilla, pero en realidad requiere de muchas habilidades, como coordinación.

El responsable del área de Terapia ocupacional es Humberto Sierra Camacho, quien explicó que el Instituto trabaja en conjunto con diversos organismos, como el Instituto Down para atender a los niños y homogeneizar la forma en que son tratados; por ejemplo, los padres, profesores y terapeutas deben dar las instrucciones de la misma manera.

Humberto Sierra comentó que la granja educativa es un apoyo invaluable para las terapias, pues los borregos, patos y una perrita bastante cariñosa y juguetona incentivan a los niños y les enseñan que necesitan cuidados, muestras afectivas de su parte y que no es bueno pegarles porque pueden despertar su instinto de supervivencia y defenderse, ya sea con un empujón o una mordida.

En este proceso también interviene un área de vital importancia: Modificación del comportamiento. De acuerdo con José Alfredo Cid, que también tiene a su cargo esta área, se da atención psicoeducativa a población abierta, es decir, niños y adultos con dificultades a adaptarse a los ambientes sociales o, en el caso de los menores, a los requerimientos escolares.

Áreas de atención
El CEEE atiende a un centenar de niños mensualmente y cuenta con otras áreas de atención. Una de estas es la de Lenguaje y comunicación, que tiene gran demanda por haber pocos profesionistas que atiendan las problemáticas. Entre los problemas que se presentan con mayor frecuencia son los de pronunciación, sintaxis y estimulación del conocimiento.

La académica Elvia Peralta Guerra es la encargada del área de Educación Psicomotriz, en la que se tratan las dificultades motoras, especialmente las finas, que limitan el desarrollo de habilidades básicas de escritura. Para ayudarlos se les da una estimulación integral y se invita a que ejerciten sus habilidades motoras mediante la presentación de distintos objetos, texturas y la exploración de cuerpo.

Otra área de servicios es la de Dificultades Específicas de Aprendizaje, en la que se hace un diagnóstico psicométrico para saber si el problema de aprendizaje que presentan los niños está relacionado con una deficiencia en su capacidad de inteligencia. De ser así se les estimula mediante técnicas como lectura, escritura y resolución de ejercicios matemáticos, pues de estas depende su desempeño escolar.

Finalmente, el CEEE de la capital veracruzana también ofrece una atención especializada para los que van dejando la niñez y enfrentan una vida muy distinta a la que disfrutaron durante poco más de 12 años. Al llegar a la secundaria muchos tienen complicaciones con el aprendizaje, para lo que se les enseñan técnicas de estudio, ya sea de manera individual o grupal.

De esta manera, el IPYE da especial atención a la función sustantiva de la extensión de los servicios, sin dejar de lado las otras dos funciones que son docencia e investigación. Esta última encuentra un amplio campo de información en las terapias que se ofrecen a los niños veracruzanos para incentivar su desarrollo integral.