Año 6 • No. 219 • abril 24 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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Atendidos en Nutrición UV, que busca combatir el problema
De mil 721 niños, 56 por ciento tiene sobrepeso o desnutrición
Alma Espinosa
No son necesarias las estadísticas para darse cuenta que la obesidad está ganando terreno entre la población infantil de nuestro país. Tal es el número de niños obesos que la cifra de niños desnutridos ha disminuido considerablemente, pues, en algunos casos, pasan de una etapa de desnutrición a una de obesidad sin experimentar un estado de bienestar nutricio.

Al respecto, la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV) inició el proyecto “Vigilancia alimentaria y nutricia en edad escolar”, que pretende generar y ofrecer información a las autoridades y personas que toman decisiones respecto a la salud infantil, con el fin de mejorar el aprovechamiento de programas y recursos destinados a la alimentación de la niñez.

Magdalena Álvarez Ramírez, académica de la Facultad de Nutrición.
Magdalena Álvarez Ramírez, coordinadora del proyecto, informó que las tareas de vigilancia se realizan cada seis meses. Actualmente 35 estudiantes de octavo periodo de la Facultad están distribuidos en 11 localidades del municipio de Emiliano Zapata para evaluar a alumnos de un mismo número de escuelas primarias.

De los primeros datos que se han obtenido, informó, el 56 por ciento de la población atendida (mil 721 niños) presentan fenómenos como sobrepeso, obesidad y, en menor escala, desnutrición, lo cual indica que sólo el 54 por ciento de niños está en condiciones normales. Debido a la trascendencia de los datos, se ampliará el espectro de estudio a jardines de niños para hacer, igualmente, un diagnóstico alimentario.
¿Cuáles son las causas por las que los niños presentan cada vez más acelerados casos de obesidad? Principalmente se debe, comentó, al cambio de estilo de vida y, desde luego, de alimentación. Incluso, además de haber niños obesos –que a veces rebasan los parámetros de evaluación–, también los hay con estaturas superiores a las comúnmente registradas (conocido como sobrealimentación); mientras que la desnutrición se presenta en pequeña magnitud.

Los niños consumen en mayor medida productos industrializados, como refrescos y frituras de harina, trigo y maíz. Tienen una vida sedentaria, casi no realizan actividades físicas y pasan más tiempo frente a las computadoras o videojuegos. Para combatir lo anterior, los alumnos de Nutrición imparten pláticas de orientación e higiene alimentaria a las personas encargadas de la cocina en las escuelas. De igual manera, fomentan el deporte al organizarles torneos pequeños de futbol.

De acuerdo con la académica, el trabajo en el municipio de Emiliano Zapata se produjo a raíz de un convenio firmado entre éste y la UV. Lo anterior ha permitido comparar los cambios en los niveles nutricios de la población infantil y generar conocimientos acerca de la obesidad en los niños.

Malteadas para todos
Si bien los estudiantes de la Facultad de Nutrición han registrado cómo la obesidad va en crecimiento, no olvidan a los pequeños que presentan cuadros de desnutrición. Para ellos se ha planeado, desde hace seis meses, un programa que consiste en proporcionar a niños de primaria dos malteadas al día durante dos meses.

El proyecto se llama “Suplementación a niños desnutridos en etapa escolar”, y pretende beneficiar a 30 niños de escasos recursos que tengan desnutrición leve o moderada y que no estén en algún programa gubernamental. La malteada, que fue proporcionada por una empresa regiomontana, es un suplemento que contiene proteínas, hidratos de carbono y cubre el 100 por ciento de los requerimientos (vitaminas y minerales) propios de la edad.

Los niños con los que se está trabajando están inscritos a la escuela primaria “Naciones Unidas” de la colonia Veracruz. Durante dos meses, indicó Magdalena Álvarez, se les otorgará un vaso de 200 mililitros en la mañana y otro igual en la tarde. En este tiempo se ha calculado que los niños lleguen a un estado de normalidad y que, de manera indirecta, “apoyemos su desarrollo intelectual porque un niño bien nutrido tiene mejor rendimiento escolar”, aseguró.

La académica detalló que en el proyecto colaboran tres estudiantes de octavo semestre y se espera que con los resultados obtenidos, una vez pasada la etapa de evaluación y consentimiento de las madres de los niños, se llegue al acuerdo con la empresa para que brinde más lotes de su producto y así más pequeñines veracruzanos sean beneficiados.