Año 6 • No. 218  • abril 3 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Buscan evitar la migración diversificando cafetales
UV y Gobierno del Estado ayudarán a
cafetaleros a superar la pobreza
Edith Escalón
A partir de alternar paulatina el café veracruzano de baja altitud y escaso valor comercial con cultivos con enorme potencial de exportación, la Universidad Veracruzana (UV) y el Gobierno del Estado de Veracruz pusieron en marcha una estrategia estatal para mejorar el nivel de vida de los productores del estado, una iniciativa que resulta “socialmente útil, económicamente productiva, políticamente necesaria y ecológicamente requerida”, según señaló Fidel Herrera, gobernador de Veracruz.


La diversificación de cafetales –que operará inicialmente en mil 500 hectáreas de menos de 600 metros sobre el nivel del mar de los municipios veracruzanos de Zozocolco y Atzalan– será posible gracias al financiamiento de más de 2.5 millones de dólares que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) otorgó para el proyecto, a través del Fondo Común para las Materias Primas, además de que contará con recursos de contrapartidas estatales y federales por el lado mexicano.

En el lanzamiento oficial del proyecto, Fidel Herrera avizoró “una nueva etapa de prosperidad para los productores”, en un acto presidido por la embajadora de México en Holanda, Sandra Fuentes; Caleb Dengu, representante de la ONU; Nestor Osorio, presidente de la Organización Internacional de Café, Raúl Arias Lovillo, rector de la UV y Arturo Gómez Pompa, asesor-investigador de esta casa de estudios, cada uno de los cuales ha tenido un papel fundamental en la gestión de fondos para el proyecto.

Al combinar el cultivo de café con otros alternativos, como son las plantaciones agroforestales o de especies con potencial de exportación (forrajes, pimiento, vainilla, orquídeas y otros ornamentales) y apoyarlos con la comercialización, los impulsores del proyecto esperan mejorar el nivel de vida de los productores y frenar así la migración, provocada por la crisis económica en las zonas bajas que no pueden competir en los mercados por la baja calidad de sus productos.

“Del campo cafetalero es donde se ha dado la mayor emigración de mano de obra talentosa y sacrificada, pues bajo la tesis de los precios internacionales y de la profunda depresión por sobreproducción, se vinieron propuestas de quema de café o destrucción de cultivos”, reconoció el gobernador del estado, quien recordó también que eran de Atzalan (municipio ahora beneficiado con el proyecto) los ocho veracruzanos que fallecieron hace tres años en el intento de atravesar el desierto de la frontera norte para buscar un empleo en EU.

Para Raúl Arias Lovillo, rector de la UV, es imperativo que los dos municipios en los que se piloteará la diversificación del café, y que se encuentran en zonas marginales de la entidad, se conviertan en el punto de referencia para las otras 50 mil hectáreas de fincas de baja altitud que existen en el estado, y que dan sustento a más de 85 mil productores: “sólo con alternativas podremos evitar la expulsión de mano de obra que se está viviendo en Veracruz”, comentó.

Tanto Fidel Herrera como Arias Lovillo coincidieron en que lanzar el proyecto con el auspicio de la UV será provechoso en todos los sentidos, pues permitirá sumar los esfuerzos académicos, de investigación, de trabajo comunitario y vinculación, a las actividades que ya realizan organizaciones públicas y privadas en pro de los productores de café, y optimizar así las posibilidades productivas de los cafeticultores.

Por otro lado, el gobernador subrayó la necesidad de fortalecer otros aspectos para impulsar la cafeticultura, entre ellos la promoción del consumo interno, que es una de las debilidades del sector en nuestro país: “En México sólo se consumen 45 gramos de café por año; en España e Inglaterra se consumen 8, en Italia 9, y en Brasil 4. Nosotros hemos dejado de lado el impulso a esa cultura de consumo que podría resolver el problema de comercialización y del ingreso”, comentó.

En su oportunidad Néstor Osorio, presidente de la Organización Internacional de Café, explicó que esta estrategia será útil para el desarrollo rural y alivio a la pobreza, y aclaró: “No se trata de erradicar al café, sino de encontrar un complemento a la actividad del productor que le genere ingresos, pero ahí, donde se vea que la cafeticultura no es una actividad viable, tener lista una alternativa con futuro”.

Caleb Dengu, por su parte, expresó la visión del Fondo Común para las Materias Primas de la ONU en torno al proyecto: “Queremos ver si es posible que con fondos como éstos se pueda ayudar a las familias de cafeticultores a tener un mejor nivel de vida, a salir de la pobreza, o si el único camino que existe, dadas las crisis de mercado, es la industrialización”, subrayó.

El proyecto
Coordinado y ejecutado por el Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana (Citro) de la UV, el proyecto pretende apoyar a estas poblaciones a través de un paquete completo de servicios universitarios para lograr la diversificación estratégica de plantaciones alternas al café.

Los cultivos incluyen la plantación y cosecha dentro de los cafetales de especies maderables, frutos tropicales, plantas ornamentales, medicinales y condimentos, lo que permitirá la organización de los productores abarcando mil 500 has en lo para su subsistencia, sino de una mezcla en la que intervengan diferentes cultivos.
En colaboración con la Fundación Produce Veracruz y el Gobierno del Estado de Veracruz –a través de la Comisión Veracruzana de Comercialización Agropecuaria (Coveca)– el proyecto busca respaldar a los productores de la región, quienes han enfrentado a través de los años situaciones adversas, desde el desplome de los precios de venta del café en 1989 hasta la aparición y afectación de los cultivos por plaga de la broca y la enfermedad de la roya.

Diprocafe (Proyecto de Diversificación Productiva de Cafetales de Baja Altitud), tiene la misión de impulsar actividades alternas que puedan brindar ingresos adicionales a los cafetaleros. Así, poner a disposición de toda la población una batería de alternativas de manejos de cultivos que permitan a una familia campesina obtener ingresos remuneradores de una superficie de dos hectáreas, dando preferencia a las plantas nativas de la región y los manejos tradicionales, y de este modo conservar tanto la diversidad biológica como la sabiduría popular.

El proyecto comprende cuatro componentes técnicos, a saber: el forestal, la diversificación de cafetales, la elaboración de modelos y estrategias para la diversificación, así como la integración de la producción para su comercialización.

Como parte de los objetivos específicos de este trabajo también se pretende constituir por lo menos dos empresas integradoras, así como colaborar en el establecimiento de dos casas de la Universidad o centros comunitarios de aprendizaje –una por cada cabecera municipal– y, en colaboración con otras instituciones estatales y federales, canalizar los servicios y apoyos necesarios a las comunidades involucradas en el proyecto para que mejoren su nivel de vida en general.