Año 6 • No. 199 • octubre 31 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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“Se quiere que la escuela funcione bien para que los alumnos aprendan, y que los gobiernos apoyen y que los maestros se organicen y trabajen con fuerza positiva conforme a las indicaciones y nuevos programas de trabajo”, dijo un lugareño en la ceremonia.
Ixhuatlán de Madero, Ver.- Con un ritual típico de las comunidades indígenas de la región intercultural de la Huasteca, se realizó el evento de apertura de cursos de la UV Intercultural (UVI), en el municipio de Ixhuatlán de Madero.

Pospuesto a causa de los inconvenientes climatológicos de días pasados y sabiendo que los alumnos iniciaron clases desde el día 26 de septiembre, el coordinador Sergio Téllez Galván y académicos de la UV Intercultural acudieron como invitados por parte de los Tlatoanis de las etnias náhuatl y otomí a la ceremonia típica, con el propósito de ir creando y fortaleciendo los lazos que identifiquen a todos los participantes de esta nueva empresa.

Por ello, profesores, comunidad, autoridades locales y tradicionales, un grupo de estudiantes participaron gustosamente en el arreglo de su plantel, al que le dieron los últimos toques para el evento tradicional de inauguración, ceremonia llamada del Chicomexochitl, rito que generalmente se efectúa para pedir por el buen desarrollo de las cosechas y que, en esta ocasión fue realizado para el buen devenir de la UV Intercultural.


Numerosa fue la participación del público asistente al evento.
El acto lo iniciaron los habitantes del lugar antes de salir de sus casas. En una “primera mesa” veneran a su Dios que les concede el permiso para arribar en procesión a las instalaciones de la UVI, lugar en el que los partícipes de la ceremonia, conducidos por dos vigorosos ancianos (uno de la etnia náhuatl, quien cuenta con 107 años de edad, y otro de la etnia otomí), rindieron culto con una ofrenda llamada ”barrida” colocada a ras de piso y fuera del inmueble, con la que se alimenta a la tierra con una ofrenda de figurillas de papel, velas, pan, caña y cerveza, frente al que se realiza el sacrificio de una gallina negra, pidiendo el permiso para ocupar el sitio de la Universidad y “alejar los malos aires, los malos vientos, las malas habladas, los vientos que traen fuerzas negativas”, comentó uno de los miembros del ritual.
Después continuó con una limpia a cada uno de los asistentes e invitados, a quienes hizo pasar siete veces en pequeños grupos a través del Xochikostatl (especie de aro formado por lianas y flores), antes de ingresar a las instalaciones, para evitar “que se cuelen las malas vibras”. En el interior, se encontraba el “altar mayor”, donde está el Dios del bien que “nosotros le podemos decir Dios vivo”, refiriéndose al Dios de todas las etnias que integran esta región. “Dios de esta semilla gramínea mesoamericana llamada maíz”, planta que da alimento y fuerza a los seres humanos. También se mencionaron en el ritual a los Dioses que representan a los cuatro elementos fundamentales: Dios tierra, Dios fuego, Dios viento y Dios agua.

El ritual en el “altar mayor”, ubicado en el interior de las instalaciones de la UV Intercultural, fue la parte más extensa del ritual, que normalmente llega a durar entre tres y cuatro días y en el que se coloca el “arco”, arreglado con flores de sempoalxochitl (al estilo de los festejos de “todos santos”) y con alimentos, papel cortado, un tronco de plátano horadado para incrustar velas, con un adorno en el arco de plantas de maíz con todo y mazorcas y con la ofrenda de papel cortado en figuritas.

Con la ceremonia del Chicomexochitl, se pidió por el buen devenir de la UV Intercultural.

Esta parte del ritual da el nombre de chicomexochitl, que quiere decir siete flores, pues en el pensamiento indígena náhuatl, el ritual es en la espera de bonanza de la cosecha de la planta del maíz que tiene siete etapas de floración. En esta ocasión, dijo un lugareño, “se quiere que la escuela funcione bien para que los alumnos aprendan y que los gobiernos apoyen y que los maestros se organicen y trabajen con fuerza positiva conforme a las indicaciones y nuevos programas de trabajo”.

El evento también contó con una variada muestra gastronómica para la que se preparó zacahuíl, pozole huasteco, albóndigas, tamales, bocoles, molotes, palmito, pemoles, pepitorias, empanadas, enchiladas y aguas de frutas; alimentos que los comensales escucharon con mucho orgullo mencionar de las jóvenes estudiantes que eran totalmente naturales, “nada artificial ni dudoso”.
Una vez que se dio el recorrido por la muestra gastronómica, se realizó una presentación conducida por los alumnos, quienes dieron la bienvenida a todos los asistentes, en sus respectivas lenguas maternas, algunos ataviados de los atuendos tradicionales de su grupo étnico, otros vestidos y peinados de forma moderna, algunos con nerviosismo, otros con gran seguridad, algunos con intervenciones pausadas y bien preparadas, otros con breves participaciones, pero todos visiblemente emocionados, quienes manifestaron agradecimiento por la posibilidad que les ha brindado la Universidad Veracruzana de proseguir sus estudios y fomentar la valoración de los saberes, costumbres y tradiciones autóctonas de sus comunidades.

La UV Intercultural en la Región Huasteca, recibe en esta primera generación a 39 alumnos en la licenciatura en Gestión y animación intercultural, y 32 en la licenciatura en Desarrollo regional sustentable. Cabe señalar que al igual que en las otras tres sedes, el 62 por ciento de los alumnos inscritos, son del género femenino.