Año 5 • No. 192  • Septiembre 12 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Carta del Rector

UNIVERSIDAD VERACRUZANA
RECTORÍA
A la comunidad universitaria:

El primero de septiembre pasado rendí protesta, con gran orgullo y compromiso con la institución en la que me he formado y a la que tanto debo, del honroso cargo de Rector de la Universidad Veracruzana. Lo hice, sustentado en un Programa de Trabajo ambicioso que resume los anhelos y propósitos de una comunidad universitaria orgullosa de pertenecer a una institución que ha sido parte activa del desarrollo de Veracruz y de México y que ha sabido marchar con pujanza para convertirse en una de las mejores instituciones de educación superior de nuestro país.

A ella, como miles de universitarios formados en sus aulas, me une un profundo agradecimiento por los conocimientos, valores y esperanzas que han moldeado mi carácter y mi desarrollo como profesionista y, al mismo tiempo, me infunde un enorme compromiso por su futuro no sólo como institución formadora de los cuadros técnicos y científicos que requiere el país sino también como un importante enclave de soluciones inteligentes a los problemas de nuestro desarrollo, mediante la generación y transferencia de nuevos conocimientos a favor de nuestra sociedad, y una rica cantera para la creación, divulgación y disfrute de las más genuinas e innovadoras expresiones de la cultura y las artes.

Al asumir el cargo que me permitirá, en los próximos cuatro años, coordinar, respaldar y promover el esfuerzo colectivo de estudiantes, profesores, investigadores, gestores y trabajadores técnicos y manuales, en el supremo propósito de construir una Universidad Generadora de Conocimiento para su Distribución Social, con un mayor desarrollo cualitativo que permita convertirla en una universidad pública de excelencia, hice público mi compromiso –que refrendaré todos los días– de servir a la UV con honestidad y rectitud, y de honrarla sin descanso ni concesiones.

El futuro representa para los universitarios la gran oportunidad de seguir construyendo la Universidad que necesita Veracruz para ayudar a apuntalar su desarrollo en el siglo XXI, en un proceso que debemos construir de manera colectiva para abatir las enormes desigualdades económicas, generar las oportunidades que demanda la población, mejorar la competitividad de las empresas y la generación de empleos, impulsar el desarrollo sustentable, coadyuvar a la consolidación de un régimen democrático y crear una nueva cultura política que permita enriquecer las bases de nuestra convivencia social.

Desde esta tribuna universitaria, quiero reconocer la labor inteligente, intensa, de consulta y reflexión realizada por la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana durante el proceso de selección de Rector. Su labor, sustentada en el apego irrestricto a las normas que rigen la vida institucional, permitió conocer con atingencia y objetividad la opinión de los universitarios y valorar en su justa dimensión las mejores propuestas para el desarrollo futuro de nuestra casa de estudios.

En dicho proceso, los integrantes de esa instancia que fortalece la vida universitaria en el marco de nuestra autonomía, observaron exclusivamente el bien presente y futuro de la Universidad. Agradezco y reconozco en lo que vale su decisión a favor de una propuesta construida al amparo del análisis de los avances logrados en los años de nuestra autonomía y de los caminos señalados en ella para solucionar los rezagos y los retos que nos presenta una institución tan compleja como la nuestra.

Nuestro Programa de Trabajo 2005-2009 no fue diseñado como un ejercicio de imaginación basado en una institución ficticia. Es el producto de una reflexión colectiva sobre el devenir de una Universidad viva, autocrítica y participativa, que reconoce los logros y está consciente de los retos por afrontar. Por eso agradezco también el respaldo y la confianza depositada en ese proyecto por miles de universitarios que contribuyeron a construirlo y enriquecerlo. A todos los miembros de la comunidad universitaria les invito a hacer la parte que le corresponde y a señalar crítica y propositivamente los aspectos que deban mejorarse.

Reitero en que es necesario construir una universidad pública de excelencia que busque elevar su calidad académica y cumplir con pertinencia y eficacia su compromiso con la sociedad a la que se debe. Para ello, es preciso establecer un nuevo pacto institucional, un nuevo acuerdo fundado en la participación de estudiantes, trabajadores, académicos y autoridades, que nos permita llevar a cabo las reformas que profundicen el proceso de academización iniciado hace una década.

Para instrumentar las líneas de acción que este programa propone, invito a toda la comunidad universitaria a que participe con sus comentarios y propuestas, las que serán bienvenidas e incorporadas en la medida de su pertinencia, a través de la cuenta de correo electrónico programa2005-2009@uv.mx

Muchas gracias

Dr. Raúl Arias Lovillo
Rector


Mis compromisos:
Con la autonomía de nuestra alma mater.
Esto significa que los asuntos académicos de toda índole los resolveremos mediante los procedimientos propios de la academia.
La mejor y más sana autonomía implica una amplia participación de la comunidad universitaria. Me comprometo así, a impulsar las reformas jurídicas que fortalezcan los cuerpos colegiados y que garanticen la presencia universitaria en todas las instancias de participación.

Con la excelencia académica.
Impulsaré una mejor calidad de la docencia, la investigación, la difusión de la cultura y la vinculación.

Apuesto por la academización de la universidad. Esto implica definir planes, ejecutar proyectos y evaluar desempeños con criterios académicos y no políticos.
Con la responsabilidad social de la universidad.
La universidad formará los profesionales y los ciudadanos valiosos que la sociedad requiere, y buscará dar soluciones a los problemas sociales mediante la investigación y la intervención razonada.

Con la atención a la demanda mediante mecanismos no convencionales que nos permitan ampliar y renovar nuestra oferta académica.
Es así como contribuiremos a la ampliación de la cobertura estatal de la educación superior. Expresión de ello es la Universidad Virtual, cuya plataforma tecnológica debe fusionarse al Sistema de Enseñanza Abierta. Generaremos espacios para una oferta educativa en nuevos campos disciplinarios.
Con la razón de ser de nuestra casa de estudios: nuestros estudiantes.
Estableceremos un programa especial que permita atender las múltiples demandas de información, de solución de problemas, de clarificación de contenidos y de alternativas que plantea el estudiantado. Así, les facilitaremos el óptimo aprovechamiento del enriquecedor conjunto de transformaciones que continuará viviendo la universidad.

Con nuestros artistas.
Buscaré que la Universidad Veracruzana continúe proyectando al mundo la cultura nacional y del estado. Que sea una fuente de creación, promoción, preservación, adaptación y recreación de la cultura y el arte.
Con los académicos, actores protagónicos de la transformación de la institución, y con los trabajadores técnicos, manuales y administrativos.
Resulta urgente incorporarlos al proceso de modernización de la Universidad Veracruzana; con todos ellos, mi obligación permanente para mejorar sus condiciones de trabajo y de ingreso, a cambio de todo su apoyo para profundizar las reformas institucionales.
Contra la cultura de la simulación.
Queremos trabajar a fondo sobre esta cultura estéril y efectuar una transformación profunda de esta práctica socialmente contraproducente. Tendremos que lograr que los reprobables hábitos de “hacer como que hacemos” experimenten un vuelco cultural radical y completo. Que nuestro trabajo en el aula y en el laboratorio sea genuino. Que aprender se vuelva aprendizaje efectivo. Que enseñar sea una práctica auténtica. La calidad académica es fruto de la autenticidad, no de la simulación.
Con la transparencia y la rendición de cuentas.
La labor de generar y promover la cultura del derecho a la información es responsabilidad de las instituciones públicas del país, particularmente de las universidades. Es en estos espacios donde debemos formar ciudadanos preparados para el pleno ejercicio de sus derechos. Por lo tanto, debemos proporcionarles las herramientas para entender y fiscalizar los recursos públicos y su destino, para ejercer su derecho a la información y para participar en las decisiones públicas, práctica normal en cualquier democracia.
Ejes rectores del Programa
de Trabajo 2005-2009
Para el periodo 2005 -2009 propongo trabajar en un conjunto de programas organizados en los siguientes nueve ejes rectores:
1. El nuevo papel de la investigación
La UV debe adoptar la investigación como eje transformador y organizador de sus tareas y estructuras, impulsándola a la par de los estudios de postgrado, favoreciendo el equilibrio entre la ciencia básica, la ciencia aplicada, las humanidades, el desarrollo tecnológico y la creación artística.

2. La reestructuración de la academia y de la gestión y la organización institucionales
La integración de la investigación y la docencia (en los niveles de licenciatura y postgrado); los cambios de la segunda generación del MEIF; la ampliación de la oferta terminal de los programas de licenciatura; el cabal cumplimiento del compromiso que implica la distribución social del conocimiento, así como la necesidad de incrementar la eficacia y la eficiencia de todos los programas académicos nos encaminan a reestructurar la organización académica sobre bases departamentales.

3. La segunda generación de reformas del Modelo Educativo Integral y Flexible
La articulación de una nueva estructura departamental con el MEIF, nos llevará a un proceso de reformas de segunda generación. Esta nueva versión consiste en la aplicación de un modelo educativo integral que busca una flexibilidad sensiblemente mayor a la alcanzada hasta ahora y, adicionalmente, orientado a la generación y la aplicación del conocimiento.

4. El aseguramiento de la calidad académica y de la gestión administrativa. El cierre de brechas
Estamos conscientes de que hay diferencias cualitativas entre los programas académicos impartidos en las diferentes regiones universitarias, tanto por el sistema escolarizado como por el abierto. El cierre de las brechas identificadas será el fin que dará sentido y dirección a los programas asociados a este eje rector.

Para este propósito se requiere identificar y superar las carencias entre los programas y las regiones, lo que haremos mejorando el sistema de indicadores de gestión académica y administrativa.

5. La generación, la difusión y el fomento de la cultura
Para mantener los estándares notables de desempeño en materia cultural, es necesario impulsar un nuevo ciclo de renovación creativa y de profundización de la producción de conocimiento sobre la cultura misma. Este salto cualitativo debe centrarse en el impulso a los estudios de postgrado en el área, históricamente inexistentes, en la descentralización de la enseñanza y la difusión de las artes, en el desarrollo de nuevas políticas de apoyo y fomento a la producción artística y en una campaña de reposicionamiento de la universidad en la arena cultural nacional.

6. La extensión universitaria
La universidad no es una agencia asistencial, ni debe brindar los servicios que le corresponde ofrecer a las instancias gubernamentales. Nuestra principal herramienta de trabajo es la información y el conocimiento. Por ello, debemos continuar y ampliar nuestra misión de acercar estos bienes culturales a los habitantes de las comunidades y a los sectores productivos con los que actualmente trabajamos; habremos, igualmente, de aumentar su número. Al mismo tiempo, debemos cuidar que esta línea de trabajo insti tucional continúe sirviendo al interés formativo de los estudiantes y se siga traduciendo en espacios para la investigación.

7. La transparencia y la rendición de cuentas
Nuestra institución siempre ha estado abierta al escrutinio de los recursos que maneja: por parte de la Junta de Gobierno, de la comunidad universitaria y de la sociedad en general, cuidando celosamente su autonomía. En este tenor, considero que, en su carácter de institución autónoma, no está legal pero sí moralmente obligada a armonizar su quehacer y su normatividad con los nuevos requerimientos establecidos en el país y el estado en materia de transparencia y rendición de cuentas, específicamente con lo estipulado en la Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública Gubernamental Federal y en la Ley de Acceso a la Información del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. La institución debe formalizar los lineamientos generales que garanticen el acceso de toda persona a la información que maneja, salvaguardando la privacidad de los miembros de la comunidad universitaria, el respeto a la garantía constitucional del derecho a la información y la vigencia de la autonomía universitaria.

8. Las relaciones académicas nacionales e internacionales
La internacionalización de la vida académica es un dato de la globalización. Debemos activar los múltiples convenios que la universidad tiene firmados con universidades extranjeras, promover la movilidad estudiantil y académica, y fomentar los proyectos comparativos y la cooperación internacional. La proyección internacional es imprescindible en la formación de una universidad de excelencia.

9. La adecuación de la legislación universitaria y de las relaciones de trabajo.
Para la universidad que queremos, la reforma legislativa resulta una de las estrategias centrales para el impulso de la innovación y el cambio cultural. La adecuación integral de la legislación universitaria a las reformas propuestas, involucra diversos ámbitos relacionados entre sí, que enfrentan atavismos, obstáculos e inercias comunes que deberemos vencer.

Se requier e de una legislación moderna y acorde con la nueva visión del trabajo académico desarrollada en este proyecto. Una que asuma que la labor académica es integral: que la docencia tiene que vincularse a la investigación, a la extensión y a la difusión de la cultura, para integrar los elementos primordiales de los procesos de creación y transmisión del conocimiento.

De manera paralela, es necesario promover una reforma laboral que coloque a nuestra casa de estudios en una situación en la que sus contratos colectivos sirvan como instrumento de apoyo a la excelencia de la institución, y que permitan reencauzar las relaciones laborales y poner el acento en el cumplimiento de los objetivos institucionales, en el marco del pleno respeto a los derechos de los trabajadores
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