El
ex Canciller mexicano y actual candidato independiente a la presidencia
de la República, Jorge Castañeda, propuso sacar la subsecretaría
de Educación Superior e Investigación Científica
de la estructura de la Secretaría de Educación Pública
(SEP) y crear junto con el Conacyt una nueva dependencia
federal que pueda buscar un mayor presupuesto en la materia y coordinar
con mayor soltura a las universidades públicas y privadas del
país.
Durante la conferencia que sostuvo con estudiantes, principalmente,
de la UV en la USBI-Xalapa, Castañeda aseguró que, de
esta manera, la nueva dependencia podría establecer políticas
para la educación superior que permitieran un diálogo
entre la universidad mexicana y la economía del país,
así como potenciar los esfuerzos realizados para el otorgamiento
de becas y el desarrollo de la investigación básica
y aplicada, entre otros temas. |
Jorge
Castañeda |
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A propósito de la privatización de la universidad,
advirtió que ésta no viene, sino que ya llegó,
pues uno de cada tres universitarios del país cursa sus estudios
en la iniciativa privada.
Castañeda advirtió que existe un desfase importante
entre la economía nacional e internacional y la oferta académica
en las universidades, lo que se refleja en el hecho de que siete
de cada 10 universitarios laboran en un campo distinto al que estudiaron.
Al respecto, explicó que es necesario implantar un esquema
coherente de planificación a 15 años que fomente la
oferta de carreras que la economía demanda, sin que esto
signifique la desaparición de las carreras convencionales.
Además, destacó que la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos es de carácter aspiracional,
pues los derechos a la vivienda, el trabajo y la salud, por citar
algunos, que ésta determina no son aplicables en México.
En este sentido, aseguró que existe un abismo entre las leyes
escritas del país y las que imponen la vida cotidiana. Las
leyes que tenemos, dijo, fueron concesiones hechas por los constituyentes
y que no se respetan, por lo que aseguró que es necesaria
una revisión a por lo menos una parte de la Constitución.
También se refirió a los altos índices de pobreza
y desigualdad que privan en el país y aseguró que
ambos son “una vergüenza para el país”,
aunque advirtió que es preciso entender que son cosas distintas.
Estimó que hay condiciones en el país para aliviar
en importante medida los índices de pobreza en dos sexenios,
pero advirtió que la desigualdad es reproducida desde la
educación básica y está manifiesta desde los
abismos salariales que existen en los empleos. Al respecto, consideró
que una alternativa sería reducir la desigualdad patrimonial
entre los mexicanos, pues procurar que más personas posean
tierras, viviendas o negocios es más factible e importante
que corregir la desigualdad salarial.
Con respecto de la pugna que existe entre los esquemas de la economía
de mercado y la economía de Estado, Castañeda aseguró
que incluso dirigentes nacionales que son emblemas de la izquierda
internacional, como el presidente brasileño Lula Da Silva
y el dirigente sudafricano Nelson Mandela, han terminado por aceptar
los esquemas económicos internacionales y, en este sentido,
advirtió: “Nadie puede estar fuera de este esquema;
quien les diga eso, les está tomando el pelo”.
Asimismo, y alrededor de su candidatura a la presidencia de la República,
misma que todavía espera el fallo del tribunal de la Suprema
Corte de la Justicia de la Nación acerca de la confrontación
que existe en materia de candidatos ciudadanos entre la Constitución
y el Código Federal de Procedimientos Electorales (Cofipe),
Castañeda aseguró que tiene más posibilidades
de ganar presentándose como candidato ciudadano, pues aseguró
que «la gente está harta de los partidos políticos».
Castañeda advirtió que sus objetivos de campaña
están puestos en cierta parte de la población y estimó
que podría llegar a enero de 2006 con una intención
de voto cercana al 13 por ciento y estimó que esta podría
llegar a más del 20 por ciento luego de los debates presidenciales
que podrían llevarse a cabo. |