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Rescata
la memoria histórica de la UV
Alma Espinosa |
Trabajar
en la historia de una institución no sólo tiene un carácter
anecdótico o de simple resguardo de la memoria, sino también
es la única manera para comprender el presente. Además,
su importancia radica en la forma en la que es contado ese ayer, así
como la veracidad y objetividad de los datos.
Esta preocupación ha sido tomada por un grupo de trabajo que
desde principios de año ha dedicado su esfuerzo y tiempo a
rescatar la memoria histórica de la Universidad Veracruzana,
sin perder de vista los factores estatales y nacionales que influyeron
en su desarrollo.
Dicho equipo, que conforman José Luis Suárez, académico
de la Facultad de Pedagogía; Miguel Ángel Casillas Alvarado,
investigador invitado del Instituto de Investigaciones en Educación
(IIE) y cinco egresados de Pedagogía que realizan su servicio
social, lleva a cabo una búsqueda exhaustiva en el Centro de
Investigación en Documentación sobre la Universidad
(CIDU).
En este lugar, los estudiantes buscan principalmente en decenas de
cajas repletas de papeles los rastros de la casa de estudios desde
su creación, en1944. El enfrentarse a pilas de documentos resulta
una tarea difícil, pues hay que tener determinado previamente
qué tipo de textos se necesitan, qué manejo se les debe
dar y cómo se utilizarán para el informe final. Durante
toda la investigación, los prestadores de servicio han mostrado
gran entusiasmo, profesionalismo y ética, expresó Miguel
Ángel Casillas.
A decir del investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), el trabajo que el equipo está realizando requiere de
mucho cuidado, pues se pretende que los resultados aparezcan en la
edición de octubre de la revista Colección Pedagógica
Universitaria, del IIE, y que además sean material valioso
para iniciar un debate acerca de la historia institucional. |
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En octubre estará
lista toda la información que dará
cuenta paso a paso de la trayectoria que ha tenido esta casa
de estudios desde 1944
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Pero
las metas no terminan ahí. Casillas Alvarado enfatizó
que la investigación también tiene la finalidad de prender
de forma paralela los focos rojos de atención al CIDU, ya que
es una fuente invaluable de información que actualmente está
dejada por toda la comunidad universitaria. Esto se refleja al observar
que pocos investigadores utilizan sus servicios, los cuales sobra
decir son costosos por el trato que se debe dar a los archivos.
La información histórica de la UV se organizará
por periodos, para lo que se pensó en tres factores. El primero
está relacionado con las transformaciones jurídicas,
esto es, los cambios en la Ley Orgánica y el Estatuto; el segundo
criterio consiste en el desarrollo de un conjunto de procesos universitarios,
como la expansión de la matrícula universitaria, de
la planta docente y de los trabajadores y, por último, se tomaron
en cuenta las políticas educativas estatales y nacionales.
Con base en tales características, el trabajo ya muestra avances.
Los textos de los dos primeros periodos (1944-1968 y 1969-1975) ya
están terminados. De acuerdo con Miguel Ángel Casillas,
será en septiembre cuando la información de los siguientes
tres periodos estén concluidos, de ahí que, en octubre,
se planea que la información esté lista para insertarla
en la revista del IIE.
A través de esta publicación, dijo, se pretende convencer
a la comunidad universitaria de armar un equipo de trabajo que realice
una investigación sobre la historia de la UV con más
elementos o desde otro enfoque. Agregó que si el trabajo
con la historia genera un debate, es muy probable que el propio CIDU
cobre un estatus mayor en la universidad y eso sería ya todo
un éxito, pues los documentos que están ahí son
un verdadero tesoro que tiene la institución sobre su pasado. |
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