Año 3 • No. 112 • agosto 19 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Las bondades de comer pizza
Heriberto G. Contreras
En más de una ocasión en este espacio, hemos hablado del peligro que puede representar en algunos casos ingerir cierto tipo de comida o alimentos. Recordemos por ejemplo las galletas Oreo o las hamburguesas de Mc Donalds, por citar algunos. Claro que lo que publicamos siempre será una sugerencia.
Ahora es el turno de otro popularísimo snack: la Pizza. Al menos en la ciudad de Xalapa, desde hace unos cinco años proliferó una gran cantidad de establecimientos que ofrecen pizza de múltiples ingredientes y combinaciones a precios muy accesibles, ya sea por rebanadas o enteras. Ésta se ha convertido en un alimento muy socorrido entre los jóvenes, sobre todo universitarios.


El Instituto Farmacológico de Milán, publicó a través de la agencia de noticias AFP además de otros medios informativos que comer pizza reduce sensiblemente el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Tal parece que comer bastante pizza es benéfico para el organismo.

La investigación se basa en una muestra de tres mil 315 italianos enfermos de un tumor del aparato digestivo o de la garganta. Se examinaron sus hábitos alimenticios y luego fueron comparados con los de casi cinco mil personas que padecían otras enfermedades. Se obtuvo una conclusión inimaginable: aquellos que consumen pizza una o varias veces por semana padecen menos cánceres que los que no la comen nunca.

Los riesgos de un tumor de la boca, del esófago y del colón disminuyen respectivamente el 34, 59 y 26 por ciento, según cifras citadas por la propia agencia de noticias.
El Investigador coordinador, el epidemiólogo Silvano Gallus señaló que ya se habían realizado pruebas con la salsa de tomate, la cual se considera como un alimento protector contra algunos tumores; sin embargo, se llevaron una gran sorpresa cuando la pizza reveló propiedades similares, y que como todo un alimento completo, pudiese ofrecer una protección tan fuerte.

Por su parte, otro especialista y colaborador en la investigación, Carlo La Vecchia señaló que las virtudes del tomate como antioxidante se conocen desde hace tiempo. Sin embargo, destacó que la pizza podría ser simplemente un indicio de un estilo de vida y de alimentación, es decir la versión italiana de la dieta mediterránea, la cual es rica en aceite de oliva, fibras, verduras, frutas, harina y otros alimentos de fabricación casera.

Los investigadores aseguran que alimentarse con ella de forma habitual reduce un 59 por ciento la probabilidad de contraer cáncer de esófago, 26 por ciento de colon y de boca un 34 por ciento. El secreto podría ser el lycopene, una sustancia química antioxidante presente en los tomates, que además de darles el característico color rojo al parecer protege contra este padecimiento.

Sin embargo, algunos expertos dudan que consumir pizzas explique por qué algunas personas no desarrollan cáncer. Para ellos, otras comidas o hábitos de alimentación podrían ser más decisivos.

Ver para creer, o en este caso, comer para creer, pero resulta asombroso entender cómo es que un alimento tan cotidiano, no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero, tenga presumiblemente propiedades tan benéficas para los seres humanos.

Por cierto, este texto no es patrocinado por ninguna compañía o casa dedicado a esto; no obstante, lo invitamos a que pruebe y haga la prueba, para verificar si los investigadores italianos tienen razón.