Año 3 • No. 110 • julio 14 de 2003
Xalapa • Veracruz • México
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La Editorial de la UV...
Rindió sincero homenaje a Dolores Castro
Gina Sotelo

Dolores Castro.
Destacados intelectuales xalapeños dieron la bienvenida a la poeta Dolores Castro, en un reunión para brindarle un cálido homenaje que no enfrió ni la abundante lluvia ni el tráfico que de manera normal se vive por las tardes en la calle Clavijero.

Y así, con la participación de los ponentes Esther Hernández Palacios, Ramón Rodríguez, Francis Mestries y la moderación de Germán Martínez, inició el merecido homenaje que le rindió a Lolita la Editorial de la Universidad Veracruzana,el 4 de julio.
Entre admiradores y amigos y con transmisión simultánea por Radio UV comenzó el lúcido y oportuno Ramón Rodríguez a hablar de la obra de Castro. Salpicando su intervención con humor y cariño, reiteró su simpatía y admiración intelectual por la poeta para pasar a remembrar la formación de Castro, pasaje que se distingue por la cercana y fructífera amistad de ella con Rosario Castellanos.

De la poeta, crítica literaria, novelista, cuentista, maestra y mujer “de una sola pieza”, Ramón Rodríguez mencionó que su editorial unida –la de la UV– consideró necesario reconocer su amplia trayectoria: “Hay escritores que desde el principio de su carrera abordan los géneros literarios destacando en ellos una gran avidez expresiva. Con cuidadosa y responsable actitud, la obra narrativa de Lolita la convirtió en una sólida y asentada poeta”.

De la novela La ciudad y el viento, Ramón Rodríguez leyó algunos pasajes, exaltando sus virtudes, especialmente por tratarse de un texto impecable sin villanos ni héroes, sino con seres humanos: “A las mujeres como ella, la disciplina les da cierta seguridad y cierta confianza”.

Esther Hernández Palacios no ocultó su admiración como escritora y como ser humano por la homenajeada, al afirmar que “cuando sea grande, quiero ser como ella”. De la impulsora de la cultura que escribe “para encontrar un lugar en el cosmos”, Hernández Palacios dijo que “en su poesía existe una seguridad ética de un escritor clásico, suma de una madurez emocional”.

La presentación de Hernández Palacios, brillante por su prosa combinada con versos y entrevistas de Castro, habló de una mujer capaz de escribir poesía de pocas palabras, muy simples y selectas, que evocan una inteligencia sensible y nacen del corazón; una mujer que “reconoce la existencia del dolor, la conciencia de un destino”.

Olvido, memoria, deseo, anhelo, sencillez producto de una dicción ética y poética es la sutil obra de Dolores Castro para Hernández Palacios, gran mujer que forma parte de su generación literaria y que es igualmente admirada por sus condiscípulos e interlocutores.

Dolores Castro nació en Aguascalientes el 12 de abril de 1923. Estudió la licenciatura en Derecho y la maestría en Letras en la UNAM. Ha realizado además estudios de estilística e historia del arte en la Universidad de Madrid; de lingüística y literatura en la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, y de radio en el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa.

Su labor en la difusión cultural es extensa: correctora de estilo, escritora y productora de programas de radio, conferencista y colaboradora en revistas como América, Fuensanta, La Palabra y el Hombre, Poesía de América y Nivel. También ha sido miembro del consejo de redacción de Suma Bibliográfica y jefa de redacción de las revistas Barcos de Papel y Poesía de América.

Como docente, ha impartido numerosos cursos en preparatorias, así como en las escuelas de Bellas Artes de Veracruz, Cuernavaca y el Estado de México; en la Universidad Iberoamericana y en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.

Mujer ejemplo, dueña de sus palabras, ha publicado el ensayo “Evocación y poesía”, en Rosario Castellanos, el verso, la palabra y el recuerdo (1984); la novela La ciudad y el viento (1962); y los poemarios El corazón transfigurado (1949), Dos nocturnos (1952), La tierra está sonando (1959), Cantares de vela (1960) y Soles (1977).