Año 2 • No. 100 • mayo 6 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Libros y Revistas
Alternativa para conocer París
Sección coordinada por Iván Javier Maldonado Rosales

Un ejemplo del escritor que vive la literatura hasta la médula, que se alimenta de ella y la necesita tanto como el aire, es el peruano Alfredo Bryce Echenique (1939). En su obra, que comprende sobre todo novelas y cuentos, Bryce ha logrado recrear el mundo a partir de un estilo que se nutre del lenguaje popular (dándole un tono conversacional y afectivo), e incorpora el humor, la fantasía, la intuición, el amor, la melancolía y una actitud de extrañamiento ante la vida, cuyo halo envuelve a sus personajes: de ahí que, si bien exhiben una naturaleza picaresca, absurda e irrisoria, también encierran una faceta humana (lacerada por el dolor, la ausencia, la memoria).
Su volumen de cuentos Guía triste de París (Punto de Lectura, 2001) recoge catorce cuentos –publicados en revistas y diarios de España y América como “crónicas viajeras y periodísticas”

–sobre las vicisitudes por las que atraviesan hombres y mujeres hispanoamericanos en la Ciudad Luz (ya sean estudiantes, profesionales, artistas, funcionarios de la Embajada del Perú, ancianos), así como su visión de los parisinos. Bryce hilvana historias y construye ambientes en los que cohabitan una galería de personajes que, a pesar de hallarse en suelo extranjero, no pueden desprenderse de su origen.

En la nota que abre este libro, Alfredo Bryce Echenique comparte algunas ideas de su estética literaria: “Sé perfectamente lo que es y lo que puede llegar a ser la realidad y lo que es y puede llegar a ser la fantasía. Y como a la primera suelo encontrarla chata y aburrida, privilegio siempre a la segunda y la dejo entrar y circular libremente donde le dé su real gana, en cualquier circunstancia o momento, incluso dormido, lo juro. La fantasiosa ficción baña, pues, todo lo que no hago y no hago”.

Recientemente, el talento de Bryce recibió un justo reconocimiento, al serle otorgado el Premio de Novela Planeta 2002 por El huerto de mi amada.