Por Nathan Wilson
Introducción
La capacidad de fabricar herramientas es una característica clave que distingue a los humanos del resto del reino animal. La producción de las primeras herramientas de piedra en África hace más de dos millones de años se considera uno de los avances más importantes en la evolución humana. Con la creciente complejidad de las sociedades humanas y la diversificación de las actividades productivas, se desarrollaba una enorme variedad de herramientas (tanto en forma como en función) en las diferentes sociedades. A lo largo del tiempo y el espacio, las herramientas se utilizan en tanto las actividades cotidianas como en las actividades para fines específicos.
En Mesoamérica, se desarrollaron, utilizaron y modificaron con el tiempo muchas herramientas diferentes. Estos se fabricaron utilizando multitud de materiales diferentes, tanto orgánicos como inorgánicos. A pesar de esta diversidad tecnológica, algunas herramientas se utilizaban con más frecuencia que otras. Una de ellas, la navaja prismática, fue uno de los implementos más comunes y versátiles empleados en Mesoamérica durante miles de años. Aunque su origen podría remontarse al 3500 a.C., no fue sino hasta finales del Formativo medio (hacia el 500 a.C.) que la navaja prismática se convirtió en la tecnología lítica dominante en la mayor parte de Mesoamérica. Su popularidad continuó hasta la Conquista, después de la cual la mayoría de las herramientas de corte fueron reemplazadas por implementos de metal.
¿Qué es una navaja prismática?
La navaja prismática es un tipo de navaja muy regular. Es una herramienta larga, plana, de forma mayormente rectangular, y al menos dos veces más larga que ancha. Suele tener bordes laterales paralelos y entre una y cuatro crestas paralelas que recorren la cara dorsal, aunque la versión con dos crestas es, con mucho, la más común. Generalmente no es una herramienta grande, ya que la mayoría de los ejemplos poseen un ancho inferior a 2 cm.
¿De qué material estaban hechas las navajas prismáticas?
Las navajas prismáticas se fabricaban con obsidiana, un tipo de vidrio volcánico. Para producirlas, se requiere un alto nivel de habilidad, así como control sobre la fractura de la materia prima. La única materia prima que permite un control suficiente sobre la fracturación es la obsidiana de alta calidad, generalmente libre de impurezas. Los yacimientos de este material solo se encuentran en ciertas regiones de Mesoamérica. Sin embargo, se encuentran navajas prismáticas (y otros objetos de obsidiana) en sitios arqueológicos en toda Mesoamérica, a menudo a cientos de kilómetros del yacimiento más cercano, lo que indica tanto el gran desarrollo de redes de distribución como la popularidad de este articulo especifico.
¿Cómo se utilizaban las navajas prismáticas? ¿Para qué se utilizaban?
Las navajas prismáticas se empleaban principalmente para cortar y perforar, pero su versatilidad permitía múltiples modificaciones. En algunos casos se usaban enteras, aunque lo más común era partirlas en segmentos. Estos segmentos se utilizaban individualmente o se enmangaran en madera o hueso para fabricar herramientas y armas compuestas. También podían transformarse en otros instrumentos, como puntas de proyectil, raspadores, buriles y adornos, entre otras cosas.
En la vida cotidiana, las navajas principales eran fundamentales: servían para afeitarse, cortar el cabello, procesar carne, cortar algodón y otras fibras, cortar y tallar madera, trabajar con cuero, y más. Pero su uso no se limitaba al ámbito práctico. También se utilizaban en actividades artísticas y rituales, como el autosacrificio, la escarificación o la decoración de objetos ceremoniales y obras de artes, donde el filo preciso de la obsidiana permitía realizar cortes finos y detallados.
¿Cómo se fabricaban las navajas prismáticas?
El proceso de fabricación de una navaja prismática era largo y especializado. Comenzaba con la extracción de obsidiana en los yacimientos, en forma de bloques o nódulos. Luego, estos se reducían de tamaño mediante percusión directa o indirecta: golpeando el bloque con una piedra (percutor) o empleando un cincel intermedio para controlar mejor los desprendimientos. Así se obtenía una forma llamada núcleo poliédrico, lista para la extracción de navajas.
A partir de este núcleo, el navajero aplicaba presión controlada sobre el borde, empujando o jalando hasta desprender una navaja. Este procedimiento se repetía una y otra vez, extrayendo navajas hasta que el núcleo se agotaba. De un solo núcleo podían obtenerse más de 200 navajas prismáticas, dependiendo de su tamaño y calidad.
Las etapas iniciales del proceso (la extracción y el primer tallado del material) solían realizarse cerca del yacimiento de obsidiana. Las últimas fases (la extracción de la navaja prismática del núcleo) a menudo se completaba a gran distancia de dichos yacimientos, lo que muestra una organización compleja y especializada del trabajo artesanal.
¿Cuáles son las ventajas que ofrecen las navajas prismáticas?
Las navajas prismáticas tenían múltiples ventajas frente a otras herramientas de corte. Su filo, hecho de vidrio volcánico, era extraordinariamente agudo, más que cualquier herramienta metálica. Su forma regular, especialmente la de los segmentos mediales (producto de la partición intencional de la navaja), permitía reemplazar fácilmente una navaja desgastada por otra nueva en un mismo mango, lo que las hacia eficientes, reutilizables y versátiles.
Además, una vez que su filo ya no era útil para cortar, las navajas podían reutilizarse como materia prima para producir otros tipos de herramientas u objetos, aprovechando al máximo cada fragmento del valioso material volcánico.
La navaja prismática en Mesoamérica
La navaja prismática fue una herramienta clave en toda Mesoamérica durante miles de años. Aunque existían algunas variaciones en cuanto a forma y técnica de producción, este objeto muestra un sorprendente nivel de uniformidad a lo largo del tiempo. En general, se trata de un ejemplo excepcional del desarrollo de la tecnología lítica en la región y evidencia el alto nivel de habilidad requerido para su producción.
Bibliografía



