Fernando Vilchis, Jorge Rufi nelli y Geraldine Chaplin, 1979. Foto: Julio Jaimes

Pero el momento histórico en el que Fernando Vilchis se une de manera indefectible a las labores de la Universidad Veracruzana es con la entrada de Roberto Bravo Garzón como rector de la citada casa de estudios, en 1973. En 1974 Vilchis es puesto a la cabeza del departamento de Difusión Cultural, aportando su particular visión sobre la cultura, hasta crear la Unidad Interdisciplinaria de Investigaciones Estéticas y Creación Artística ( UIIECA ), donde también trabajarían Manuel de Elías, el mtro. Vélez, etc. Además, mientras Fernando funge como director de la UIIECA , se publica la revista Arte Nuevo , y promueve dos manuales orientados a los niños: el manual de iniciación a la música infantil para el CIMI (Centro de Iniciación Musical Infantil), y el manual de iniciación a la pintura, junto a Ludivina Gutiérrez.

De este periodo tan rico en actividades nace el ballet folclórico de la Universidad, entre otros grandes logros, pues si hay algo que caracteriza esta etapa de Fernando Vilchis en Xalapa y en la Universidad Veracruzana, es sin duda alguna el apogeo cultural al que se llega. Es entonces cuando se obtienen, a través de grupos universitarios, premios nacionales en diversas disciplinas de las artes como la música o la danza.

La excelencia de Fernando Vilchis en la técnica del grabado, fruto de tantos años de trabajo y aprendizaje, se manifi esta en la obtención del primer premio del “Salón de la Estampa y el Dibujo”, INBA , en 1975. Se suceden las exposiciones y el trabajo cultural, y corren los años.

Con la salida de Bravo Garzón de la rectoría en 1980, Fernando Vilchis prosigue su camino, centrándose en su producción como pintor, atacando formatos de gran tamaño durante largas jornadas de trabajo. Estos años son de intensa actividad creadora, produce una importante cantidad de series que son exhibidas en numerosos espacios nacionales e internacionales. Pronto llegará su nombramiento como jefe de la División Académica de Artes de la UV , en 1981, el cual deja para degustar la libertad creativa que le permite su perfi l como investigador de tiempo completo del Instituto de Artes Plásticas de la UV , necesitado de acometer en plenitud su energía creadora. Sin embargo, no puede desligarse por completo de las actividades culturales organizativas y es así como en 1985 es nombrado coordinador del programa cultural “Cancún”, gobierno de Quintana Roo/ UV . En un año muy productivo, marcado por la edición del libro de texto Iniciación a las Artes Plásticas , de la editorial UV , y por el asentamiento del Primer Festival de Música de Cancún, en Quintana Roo, donde fundaría un año más tarde el Taller de Grabado.

Toda esta actividad y este esfuerzo por llevar la cultura y la excelencia del grabado a estudiantes y público, le hace merecedor, en varias ocasiones, del reconocimiento al Mérito Académico, entre 1991 y 1994; como colofón, unos años más tarde sería instituido como director de Divulgación Artística de la Universidad Veracruzana, coincidiendo con el nuevo rector, el dr. Víctor A. Arredondo, quien trae de vuelta a un cargo directivo a Fernando, dentro del esfuerzo de recuperación de grandes talentos artísticos, seno en el que mantendría su actividad principal hasta su jubilación.

En su dilatada carrera profesional, Fernando Vilchis realizó más de cincuenta exposiciones individuales y colectivas, que no fueron mas que una parte de su perfi l heterogéneo como artista y hombre de cultura: exhibiciones nacionales e internacionales se codearon con las más variadas actividades, entre ellas la docencia, a la que dedicó numerosos años, comenzando por la creación de varios talleres de grabado en territorio nacional, dedicados al empuje de esta gran herramienta artística de trabajo. Su interés por el proceso educativo no sólo se vio refl ejado en estos aspectos, sino en la edición de revistas centradas en el mundo de las artes, en las que también colaboró como ilustrador, como por ejemplo en el libro El Domador , de Leopoldo Ayala, ed. Oasis, México 1962, además de carteles, viñetas, folletos, diagramación de libros, y otros trabajos de diseño, que han sido fuente de creatividad y ejemplo de corrección editorial en nuestra máxima Casa de Estudios durante muchos años, y un referente obligado.

Siempre dentro del ambiente cultural, Fernando Vilchis ejerció como jurado en varios concursos artísticos, y fue requerido en numerosas ocasiones por entidades nacionales para enviar su obra y ser expuesta en espacios de prestigio, como representante de la plástica mexicana. En vida donó obra con fi nes benéfi cos, como para la subasta del Museo Nacional de Antropología del INAH , México D. F., en 1988, o para el Museo Carrillo Gil, Patronato Pro-Asistencia Pública del estado de Veracruz A . C ., entre otros.

Su constante indagación en las diversas formas artísticas de expresión queda testimoniada en una ingente producción, refl ejo de un corazón que siempre llevó a todas las artes dentro de sí. Ya habiendo fallecido, la obra del maestro Vilchis sigue siendo objeto de estudio y exhibición a través de importantes exposiciones colectivas, donde está arropado por lo mejor del arte mexicano del siglo XX : en el 2004 se le incluyó en la muestra “El Placer de lo parecido, signos y metáforas”, selección de obras del Museo Universitario de Ciencias y Artes, de la Universidad Nacional Autónoma de México (junto a Helen Escobedo, Fabián Ugalde, Dennos Oppenheim, Daniel Guzmán, Shimotani Chihiro, Vicente Rojo, Francisco Gallardo, Felipe Ehrenberg, y Oshi Kasuyoshi), luego exhibida en el Mexican Cultural Institute (Instituto de México) en Washington, EUA , y en Canadá, en la Escuela de Extensión de la Universidad en Canadá ( UNAM -Eseca), Sala Felipe S. Gutiérrez.