Núm. 11 Tercera Época
 
   
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ENRIQUE MURILLO
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          Destaca la figura protagónica del español con los brazos en alto por ser la única totalmente iluminada, con un doble sentido: iluminada por la luz del farol y por la conciencia de su identidad que le permite afirmarse como un ser en el mundo frente al otro, el extraño, el usurpador, el invasor que arrasa a una nación que este personaje representa con dramatismo y con la exaltada dignidad de quien se sabe en posesión de una razón incuestionable. El tono de su piel es moreno, con pelo rizado, lo cual lo convierte en un icono de algunos de los rasgos raciales del pueblo hispánico que se ha levantado en contra de la invasión y clama por su libertad y en contra de la injusticia, justo en el momento de ofrendar la vida y la sangre a favor de la libertad.

          Como he documentado líneas arriba, el pintor estuvo al servicio de la Corte de José Bonaparte, por lo cual cayó en desgracia con la restauración de Fernando VII; sin embargo, su praxis estética da un vuelco radical al crear este lienzo extraordinario dentro de los motivos históricos abordados por la pintura española. Esta obra es un hito tan significativo para el sentido de libertad de los españoles como lo es el Guernica de Picasso. En este trabajo de creación, Goya rescata para la memoria histórica los dramáticos acontecimientos de un pueblo martirizado por defender su identidad frente la opresión extranjera.

          Los fusilamientos del 3 de mayo es ejemplo extraordinario del sentido social de arte comprometido con las mejores causas de los pueblos. Octavio Paz señaló en una entrevista hace varios años que él no estaba en contra del arte político, sino del panfleto. Indudablemente, el cuadro de Goya trasciende el panfleto para insertarse, por derecho propio, dadas sus cualidades estéticas, entre lo mejor de un arte comprometido políticamente. Esta circunstancia demuestra con mucha claridad que Goya, además de ser un extraordinario pintor de la Corte, era un artista profundamente sensible con lo humano, porque sus figuras revelan una humanidad que, aunque indefensa, es capaz de levannaje central de su obra.

 
 
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