Enero 2002, Nueva época No. 49 Xalapa • Veracruz • México
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Pespunteando, exposición que hilvanó Leticia Albalat
Gina Sotelo

 

En la mente de Leticia Albalat anida un mundo en technicolor cuyas imágenes cobran vida al ser hilvanadas a mano con una técnica modesta que ha sobrevivido a la vorágine de la tecnología, un procedimiento muy utilizado por nuestras abuelas.
Pespunteando es sólo una parte del extenso trabajo de Albalat, que nos transporta hacia ese ámbito creado por su imaginación. “Yo trato de vivir dentro de ese mundo”, señala la joven artista, quien a cada una de sus obras le dedica horas de paciente trabajo, concentración e inventiva. Cada uno de sus productos tienen una fuerte carga de inocente feminidad.
Oriunda de Argentina, Albalat siempre se ha sentido en comunión con la naturaleza, madre única que le provee de una variedad ilimitada de materiales exquisitos y originales, y que es su veta inagotable de inspiración: “Me desorienta un poco la ciudad, el tráfico, el bullicio. De hecho, trato de vivir como son mis trabajos”.
Los cuadros y las muñecas de Albalat no pueden ser apreciados a simple vista. Requieren de un ojo indiscreto que pueda –de manera detenida– absorber sus finos detalles y acabados; imágenes de un micromundo mágico que estructuran un espacio, un intento, una memoria, una emoción particular.
Collages de telas de colores, tejidos de pelo bordados a mano, encajes sobre acrílicos montados en papel de algodón, muñecos de trapo, incrustaciones de granate, milagritos, madera, parches y rellenos, sirenas, diamantinas, perlas, ninfas y brujas son los elementos que conviven armónicamente en los paisajes campiranos de Albalat.
Empero, Leticia tiene sus cómplices, sastres y costureras que conocen su pasión por los retazos: “Ellos se han dado cuenta que hasta el pedazo más chiquito yo lo ocupo en algo; me proveen de materia prima, yo pongo la imaginación”.
Dicha exposición tuvo por sede la galería principal de El Ágora de la Ciudad, en el centro histórico de Xalapa.