ALGUNAS PERSPECTIVAS DE LOS ACADÉMICOS DE LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA SOBRE LA DIMENSIÓN AMBIENTAL. REGIÓN VERACRUZ


 

Lyle Figueroa de Katra
Pedro Linares Fernández*

 Introducción

 La crisis ambiental constituye un gran desafío para la humanidad. Los efectos de la destrucción de la selva amazónica y la capa de ozono, la contaminación del medio ambiente no tienen fronteras; la defensa de la vida a nivel planetario, es una prioridad.

    Las tareas y los compromisos exigen el concurso y la participación de toda la sociedad; la necesidad de operar cambios radicales en la relación hombre-naturaleza-sociedad, colocan a la Educación Ambiental como una alternativa de grandes dimensiones para lograr la defensa, la conservación y el mejoramiento del medio ambiente y como una posibilidad para revertir la situación actual. En este contexto, al fenómeno educativo lo consideramos como un proceso social e histórico, amplio, complejo y contradictorio, que es resultado de múltiples determinaciones de carácter económico, político, cultural, en el que tienen lugar –a su vez– procesos de transmisión, adaptación y al mismo tiempo, el rechazo, cuestionamiento, resistencia y lucha en contra de la situación social imperante.

    La Educación Ambiental es un proceso de formación que, según Ferry (1990:52), implica "...un proceso de desarrollo individual tendiente a adquirir o perfeccionar capacidades, capacidad de sentir, de actuar, de imaginar, de comprender..."

    La preparación de sujetos para una praxis que dentro de un marco ético y político implica asumir una actitud responsable ante sí mismo y ante los demás, requiere de instituciones educativas que se planteen la posibilidad de resignificar el accionar de educadores ambientales, que desde una perspectiva teórico-metodológica crítica, puedan acercarse y explicar una determinada realidad y transformarla, para acceder así a una relación armónica hombre-naturaleza-sociedad.

    Partiendo de los estudios que desde diferentes disciplinas se han realizado sobre la problemática ambiental y tomando en cuenta la situación social, económica y cultural actual, podemos afirmar que la desigualdad social que existe en nuestro país y el aumento del deterioro del medio ambiente, constituyen, hoy en día, uno de los elementos que caracterizan la agudización de la crisis que estamos viviendo en las postrimerías del siglo xx y en el umbral del tercer milenio.

    Los retos y problemas que nos plantea el futuro inmediato en los contextos nacional, regional y mundial, exigen de toda la humanidad un mayor compromiso en el estudio y el análisis de los problemas ambientales, con el propósito de seleccionar y/o diseñar estrategias viables y posibles para revertir el proceso creciente de destrucción del planeta Tierra.
 
 

Antecedentes

Tomando en cuenta algunos hallazgos logrados en la investigación "El currículum universitario ante los retos del siglo XXI. Perspectivas en México, Argentina y Ecuador, ámbito Universidad Veracruzana", realizada por FIGUEROA de KATRA, Lyle, et. al. U.V., 1994, bajo la asesoría y coordinación del equipo base del CESU-UNAM coordinado por la maestra Alicia de Alba; de una encuesta aplicada a 60 "Informantes de Calidad" Región Xalapa, nos encontramos únicamente que 5% de académicos plantean en sus respuestas la problemática ambiental como un reto de la Universidad Veracruzana: 1 del área de Artes, 3 de Ciencias Biológico-Agropecuarias y 1 de Económico-Administrativa.

    En sus respuestas, los académicos consideran que la calidad de vida se verá afectada por la demanda de productos alimenticios y el déficit en la producción y la distribución de los mismos, y destacan la necesidad de formar profesionistas con una conciencia reflexiva y crítica que permita la superación del actual modelo de desarrollo que deteriora el medio ambiente y propicia, en amplios sectores de la población, la pobreza y la miseria. Plantean, asimismo, que uno de los retos de la Universidad es "que el profesionista que se forme" tenga la capacidad teórica y profesional para desempeñar un trabajo productivo, pero que al mismo tiempo desarrollen una conciencia sobre su papel en la sociedad. (Mex-U. V.-35)

    La situación anterior, los señalamientos y las ausencias de respuestas han constituido, para el equipo de investigación de la Universidad Veracruzana, un centro de preocupación académica, ya que es bastante significativo el silencio de la mayoría de nuestros informantes acerca de la problemática ambiental, sobre todo si se considera el entorno inmediato en que se ubica nuestra casa de estudios, el cual como lo anotamos en líneas posteriores, en algunas de sus regiones constituyen focos severos y críticos de deterioro ambiental.

    La problemática ambiental que se presenta a nivel regional, nacional y planetario, así como algunos resultados de la investigación sobre Currículum Universitario y los Retos del siglo xxi, constituyen elementos fundamentales y determinantes que llevaron a dicho equipo de trabajo a plantearse en la investigación: FIGUEROA de KATRA, Lyle y LINARES FERNÁNDEZ, Pedro. "Curriculum y Dimensión Ambiental en la Universidad Veracruzana". (en proceso), entre cuyos propósitos se consideró conocer las concepciones y expectativas del personal académico de la Universidad Veracruzana sobre la Dimensión Ambiental, en el marco del curriculum universitario.
 
 

Estrategia metodológica

 La investigación se desarrolla mediante una metodología de corte cualitativo: hermeneútico-dialéctico, con apoyo en datos cuantitativos; en este sentido, coincidimos con Eduardo Weiss, (1979:7) en que "...el elemento particular es tan sólo comprensible a partir de patrones más grandes: la palabra en el contexto de la frase, la frase en el contexto del capítulo, el capítulo en el contexto del texto y el texto en el contexto de otros textos. Es decir, el contexto ilumina el elemento particular y éste a su vez ilumina al contexto en una interacción mutua, todo lo cual se amplía e incluye al contexto histórico-social".

    En el desarrollo del proyecto de investigación, además de una elaboración teórica y conceptual sobre el objeto de estudio, se realiza un trabajo de campo que incluye la aplicación de cuestionarios en cada una de las cinco regiones de la Universidad Veracruzana, sin embargo, en el presente trabajo se hace un recorte y únicamente se plantea el análisis y la reflexión sobre las expectativas de los docentes encuestados en la región de Veracruz, y acerca de la responsabilidad de las áreas académicas de la Universidad Veracruzana, en la prevención y solución de los problemas ambientales.
 
 

Carácter de la Universidad Veracruzana:

La Universidad Veracruzana es una institución no autónoma que depende del gobierno del estado por lo que la autoridad máxima en ella es el gobernador de la entidad; es él quien designa al rector y a los demás funcionarios de alta jerarquía en la Universidad.

    Esta Casa de Estudios desarrolla sus funciones de docencia, investigación, extensión y difusión cultural, en el norte, centro y sur del territorio veracruzano, a través de 5 regiones: Poza Rica-Tuxpan, Xalapa, Veracruz, Córdoba-Orizaba y Coatzacoalcos-Minatitlán, y para cumplir sus tareas, está organizada en 6 áreas académicas: Artes, Ciencias Biológico-Agropecuarias, Ciencias de la Salud, Económico-Administrativa, Humanidades y Técnica.
 
 

Realidad Ambiental: una aproximación panorámica

 Tomando en cuenta las características geográficas y la ubicación del estado de Veracruz en la República Mexicana y el continente Americano, podemos decir que esta entidad constituye un espacio privilegiado en el que hay todos los tipos de suelo, diferentes altitudes, relieves y climas -este último- desde el cálido húmedo, que predomina en la llanura costera, hasta el frío existente en las partes más altas.

    "En Veracruz se juntan dos grandes sistemas mundiales: el Neártico y el Neotropical, cada uno con su flora y fauna específicas". (Eckart y Rodríguez 1992:5); por consiguiente, en este lugar existe una riqueza en formas de vida animal y vegetal, de aquí que se le considere el tercer estado de la República, en cuanto a biodiversidad se refiere.

    En el caso de Veracruz, de acuerdo con investigaciones realizadas por la maestra María de Jesús Ordoñez, del Centro de Ecología de la unam, el estado cuenta con 5 zonas ecológicas fundamentales: 1) Tropical húmeda, que de conservarse comprendería 65% de selvas altas en toda la entidad; 2) tropical subhúmeda; 3) templada húmeda; 4) templada subhúmeda, y 5) áridas y semiáridas.

    La existencia y el descubrimiento de importantes yacimientos de hidrocarburos en las regiones norte y sureste de Veracruz, han propiciado un desarrollo extraordinario de las industrias petrolera y petroquímica, las cuales, al mismo tiempo, se han constituido como el principal agente de destrucción del medio ambiente: la contaminación de las cuencas hidrológicas de los ríos Coatzacoalcos en Veracruz, Tonalá, Grijalva y Usumacinta en Tabasco, así lo demuestran.

    Como se puede observar en los estudios sobre el impacto ambiental de la industria petrolera y petroquímica, el manejo inadecuado de dichos recursos "ha ocasionado no sólo alteraciones irreversibles en la flora y fauna terrestre y en la vida acuática, sino también en la vida social y regional" (Eckart y Rodríguez 1992:9); en este mismo sentido se puede citar la primera planta nucleoeléctrica del país, Laguna Verde, que funciona a pesar de la oposición de amplios sectores sociales del estado y del país.

    La degradación del medio ambiente junto con el crecimiento demográfico anárquico y desmesurado en los polos de desarrollo industrial de Veracruz, plantean grandes retos para el estado y la sociedad en general, ya que tales problemas se encuentran estrechamente relacionados con los procesos de producción y consumo de las poblaciones del medio urbano y rural.

    Por la situación oro-hidrográfica que presenta Veracruz, con una sierra de cara al Golfo de México, planicies intermedias, pantanos y arrecifes coralinos, resulta urgente y necesario atender la contaminación de los ríos y los mantos acuíferos, ya que todas las actividades que el hombre y la mujer realizan en las partes altas, repercuten en las lagunas costeras y en el mar, los cuales se convierten en receptáculos de suelos arrasados por la erosión y de todos los desechos que producen las industrias del café, petroquímica, azufrera, papelera, nuclear y azucarera, además de los cerca de 500 mil litros de aguas negras que diariamente produce la población total de la entidad.

    El proceso devastador que se agudiza en Veracruz y en todo el planeta no es únicamente la tala inmoderada de la riqueza forestal y el agotamiento de los mantos acuíferos, sino también la perdida de bancos genéticos básicos y determinantes para el futuro de la humanidad, todo lo cual, aunado a la contaminación ambiental y a la pobreza creciente de la población, presentan un panorama extremadamente grave, que afecta la calidad de vida y pone en peligro la existencia de todo ser vivo en la Tierra.
 
 

Trascendencia de la dimensión ético-política en la Educación Ambiental

 El deterioro ambiental es un problema global que afecta al mundo entero, a todos los hombres. Constituye un reto común para la humanidad. La comprensión del mismo implica un abordaje interdisciplinario y global, toda vez que el medio ambiente es producto de la naturaleza y de su interacción con el ser humano; por ello, su estudio abarca aspectos físicos, económicos, sociales, políticos y culturales, entre otros. Desde esta perspectiva, corresponde a la educación contribuir con el mejoramiento ambiental, en un desarrollo social más justo y equilibrado, por ende, en la lucha por una vida más saludable.

    El impacto de los problemas ambientales, ha generado la organización de diversas conferencias internacionales, nacionales, regionales. Justamente, en la primera reunión realizada en Estocolmo –1972– se destaca la importancia de la educación en este campo. Se afirma en su principio no. 19: "es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigidas tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos... para propiciar una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de responsabilidad en cuanto a la protección y mejora del medio ambiente en toda la dimensión humana".

    En la conferencia de Tbilisi, 1977, se destaca que si bien los aspectos físicos y biológicos constituyen la base natural del medio humano, "...son las dimensiones económicas, culturales, los valores éticos, los componentes que definen las orientaciones y los instrumentos con los que el hombre podrá comprender y utilizar mejor los recursos de la naturaleza para satisfacer sus necesidades" (Unesco-Pnuma, 1985).

    Pese a múltiples proyectos, programas realizados y algunos avances emprendidos, la crisis ambiental se agudiza. Ante ello, el congreso de Moscú –1987– plantea la urgencia de "definir objetivos y recurrir a medios nuevos que permitan a los individuos ser más conscientes, más responsables y estar ...mejor preparados para hacer frente a los retos de la preservación del medio ambiente y de la vida, desde la perspectiva de un desarrollo constante para todos los pueblos" (Unesco-Pnuma, 1987).

    En la década de los noventa prosigue la realización de diferentes eventos acerca del tema que nos ocupa (Conferencia de la Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo -UNCED- Río de Janeiro, Brasil (1992); Congresos Mundial sobre Educación y Comunicación en Ambiente y Desarrollo, Toronto, Canadá (1992); Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental, Guadalajara, Jalisco, México; simposio: Currículum y Problemática Ambiental, Xalapa, Veracruz, México (1993).

    En todos estos eventos se destaca la necesidad de fortalecer la formación de actitudes y la práctica de valores. No basta sólo con el conocimiento. Es imprescindible el énfasis en la dimensión ético-política de la educación ambiental; ésta, concebida como un complejo proceso social de toma de conciencia, desarrollo de capacidades, de actitudes y comportamientos para analizar, valorar y transformar las interrelaciones sujeto social-naturaleza-sociedad, tiene el propósito de contribuir a mejorar el ambiente y la calidad de vida. Dicha educación implica un sistema axiológico, ético-político.

    El proceso social de toma de conciencia del sujeto sobre su realidad personal-social-ambiental requiere de un profundo conocimiento de su medio, de sus interacciones con el mismo, así como de la sociedad. Las diversas disciplinas científicas, técnicas y humanísticas proporcionan experiencias y contenidos significativos desde un enfoque interdisciplinario y global para comprender con fundamento los problemas ambientales; sin embargo, la toma de conciencia y el desarrollo de capacidades, actitudes y comportamientos rebasan el nivel de adquisición de conocimientos, si bien constituye un ineludible requerimiento, resulta necesario penetrar en el complejo mundo de los valores, en la reflexión ética y en la acción política.

    Son los valores que cimentan y forjan capacidades y actitudes. Las normas y principios éticos las orientan para que se traduzcan en comportamientos solidarios de cambio y transformación. Es el espacio de la dimensión ético-política sustentada en la naturaleza ontológica del ser humano, como posibilidad de apertura a los valores y bienes culturales, a la elaboración de proyectos viables que contribuyan a la construcción de una racionalidad consciente de la dignidad humana del bienestar socio-ambiental, frente un mundo en el cual predomina la injusticia, el poder dominante y el deterioro del medio.

    La dimensión ético-política en la educación ambiental implica priorizar la práctica de valores, dar primacía al cultivo de la responsabilidad, del compromiso, del respeto y de la cooperación, en la dinámica de interacción con el entorno. Es una formación que se inscribe en una real utopía, porque está nutrida de esperanza. "Y esperamos irrumpir en un más allá de lo actual dado, en una atmósfera que no es temporalmente futura, ni socialmente presente, sino otra, nueva. No está al alcance de la mano –por eso es utopía–, pero está al alcance del deseo, es posible realizar –por eso es una real utopía–" (Vidal y otros. 1980. 42).
 
 

Perspectivas de los académicos de la región de Veracruz. Algunos avances

De las cinco zonas en las que se encuentra organizada la Universidad Veracruzana, la región II de Veracruz es la segunda en importancia dada la cantidad de dependencias que la conforman y de personal académico, administrativo y manual contratado; por el número de carreras que ofrece y la población estudiantil que se atiende; la cual se encuentra distribuida en 14 facultades donde se imparten estudios de licenciatura, una carrera de nivel medio y ocho de posgrado. Además, en esta región funcionan tres institutos de investigación, tres grupos artísticos, un centro de enseñanza de idiomas, el Centro de Iniciación Musical Infantil, siete talleres libres de artes y 14 bibliotecas" (U.V. 1993:25).

    La investigación sobre Currículum y dimensión ambiental en la Universidad Veracruzana, se realiza en las cinco regiones que ya mencionamos; sin embargo, los resultados que presentamos en este trabajo, se circunscriben únicamente al análisis y la interpretación de las respuestas de nuestros informantes en la región II de Veracruz y en relación con la responsabilidad de las áreas académicas de la Universidad Veracruzana, que desde sus perspectivas, debieran tener mayor responsabilidad en la prevención y la solución de los problemas ambientales.

    Los académicos encuestados laboran en las cinco áreas de la región II, de la Universidad Veracruzana: Ciencias Biológico-Agropecuarias 3 docentes, Ciencias de la Salud, 16; Económico-Administrativa, 4; Humanidades, 4; y Técnica, 10; lo que da un total de 37 académicos, de los cuales 35 poseen título de licenciatura y dos son pasantes, 14 han realizado estudios de diplomado, 13 cuentan con estudios de especialidad y siete en posgrado.

    En cuanto a la antigüedad laboral de nuestros informantes, se observa que 24.54% tiene de 11 a 15 años de servicio en la Universidad Veracruzana; 40.54% tiene de 16 a 20 años; 10.81% de 21 a 25 años, y el resto se ubica en 26 o más años de servicio.

    En términos generales, en la información que proporcionan los docentes encuestados se observa que el 34.54% identifica el área de Ciencias Biológico-Agropecuarias como la que debiera tener mayor responsabilidad en la prevención y la solución de los problemas ambientales. Tal opción se sustenta en lo siguiente:

    "Es la directamente responsable para dar solución a nuestros problemas".

    "Por el respeto que debe tenerse a la vida, al medio ambiente, a los animales y plantas, darles la atención que requieren ahora que estamos a tiempo".

    "Prevería los problemas que se pudieran evitar para una buena alimentación..." "porque el campo es donde hace más falta".

    Las Áreas académicas de Ciencias de la Salud con 20% y Técnica con 16.36%, se señalan como las de mayor responsabilidad en la prevención y solución de los problemas ambientales. En este sentido, algunos de los docentes encuestados explican que el Área de Ciencias de la Salud "teóricamente es la más consciente de la mala influencia que tiene el medio sobre la salud y siempre ha aplicado métodos preventivos"; asimismo, se afirma que "son los más conscientes de la responsabilidad y de la solución de los problemas", mientras que en relación con las actividades del área Técnica señalan que "son las que contribuyen a la contaminación y de ellas surgirán los proyectos o mecanismos de solución", ya que "son los responsables de investigar y generar los datos técnico-científicos que sirvan para resolver los conflictos que genera a un medio ambiente perturbado".

    De nuestros informantes 12.72% coloca a Humanidades en primer lugar para responsabilizarse de la atención y la solución de problemas relacionados con el medio ambiente, en tanto que 42.85% le atribuyen un cuarto lugar; lo anterior se fundamenta cuando se dice que "a través de la educación pueden desarrollarse programas encaminados a formar conciencia ecológica en todos los ciudadanos" y porque "tienen a su cargo la formación de intelectuales que impactan de manera favorable o desfavorable en la conducta" y en virtud que "...la educación y formación de individuos es determinante para el desarrollo de un pueblo".

    Al área Económico-Administrativa la identifican como una prioridad 9.09%, porque le corresponde "administrar los recursos y diseñar programas para llevar a cabo el conocimiento sobre estos problemas..." "Es la responsable de aplicar las resoluciones de carácter técnico-operativo para llevar a cabo las políticas ...en torno al ambiente".

    Es necesario mencionar que Artes es el área académica a la que se adjudica menor responsabilidad ante los problemas ambientales (7.27%), mientras que 23.4% la ubica en primer término frente a las demás.

    Cabe destacar que 7.28% de los académicos encuestados responde que todas las áreas académicas tienen la misma responsabilidad ante los problemas ambientales, porque "todas la áreas tienen la misma responsabilidad y obligación de cuidar nuestro medio ambiente", "claro está que cada área deberá dar el enfoque que le corresponde..." "...los problemas ambientales son de carácter y desarrollo humano y se da a todos los niveles".

    Basándonos en lo anterior, podría concluirse que la realidad ambiental y la educación en este campo, aún no son comprendidos desde un enfoque interdisciplinario y global, ya que persiste un enfoque unilateral, parcializado, en el que se aprecia una perspectiva biologicista en un significativo porcentaje de los informantes.
 
 

Notas

* Investigadores del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.


 

Referencias bibliográficas

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1993 UNIVERSIDAD VERACRUZANA 1993. U. V.
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1980 La educación ética. P. S. Madrid.

WEISS, Eduardo.
1979 Hermenéutica-dialéctica. DIE-Cinvestav-IPN. México, D. F.


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Última revisión: jueves, 3 de abril de 2003