Universidad Veracruzana

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Balajú conjunta arte, compromiso social y rigor académico

  • También es un refugio para todos aquellos que se atreven a cantar
  • El miércoles 11 de marzo se presentó el primer número de la primera publicación electrónica del CECC-UV

Balajú 1-14Especialistas en cultura y medios de
comunicación participaron en la presentación de
Balajú.

Karina de la Paz Reyes

 

Balajú, revista de Cultura y Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV), la primera publicación electrónica del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), conjunta arte, compromiso social y rigor académico, coincidieron los especialistas en la materia Raciel Damón Martínez Gómez, Efraín Quiñonez León, Rafael Figueroa Hernández y Celia del Palacio Montiel en su presentación formal.

El evento cerró las actividades que en el transcurso del miércoles 11 de marzo se desarrollaron para celebrar el sexto aniversario del CECC y lo hizo de una manera inusual: con un banquete simultáneo a la presentación.

Celia del Palacio, coordinadora del CECC, explicó que la revista se concibió como un medio digital para la difusión de avances y resultados de investigación de alto nivel en temas de cultura y comunicación en el Open Journal Systems con periodicidad semestral. También forma parte de la plataforma de revistas de la UV y puede ser consultada en: http://revistas.uv.mx/index.php/balaju/index

Balajú pretende cumplir con los requerimientos del Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del Conacyt, para lo cual tienen que transcurrir dos años a partir de su primera publicación, acentuó Del Palacio Montiel.

Consta de tres secciones: “Navegaciones”, donde se publican artículos originales resultado de investigación académica original; “Cupido me enseñó a leer en los libros del paisaje”, que contiene reseñas de libros sobre los temas de interés de la revista; y “Ariles y más ariles”, con materiales para el estudio de la cultura y la comunicación (entrevistas, índices, entre otros).

El Consejo Editorial está integrado por Soledad De León, Celia Del Palacio, Elissa Rashkin, Rafael Figueroa y Norma Esther García Meza, del CECC de la UV; Efraín Quiñonez León, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la UV; Salvador De León, de la Autónoma de Aguascalientes; Claudia Magallanes Blanco, de la Iberoamericana Puebla, y Sarelly Martínez Mendoza, de la Autónoma de Chiapas.

Además, destacó que el Comité Científico está formado por nueve académicos de prestigio internacional como Rossana Reguillo, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente; José Manuel Valenzuela, del Colegio de la Frontera Norte; Sarah Corona Berkin, de la Universidad de Guadalajara, y Alberto Olvera Rivera, de la UV.

Así como Leonardo Avritzer, de la Universidad de Minas Gerais, Brasil; Raúl Trejo Delarbre, de la Nacional Autónoma de México; Ricardo Pérez Monfort, del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social, sede México; Enrique Sánchez Ruiz, de la Universidad de Guadalajara, y Gustavo Lins Ribeiro, de la de Brasilia, Brasil, y la Autónoma Metropolitana.

“Esta publicación pretende llenar un vacío dentro de la Universidad, pues no existe todavía una revista que publique artículos académicos con temas de comunicación y cultura”, dijo Del Palacio Montiel.

En su intervención, Raciel Martínez, director general de Comunicación Universitaria de la UV, destacó elementos propios de Balajú “que la distinguen desde este primer número como un espacio académico donde la cultura y la comunicación son analizados con altísimo nivel de profesionalismo ético y formal”.

Añadió que los contenidos revelan varias preocupaciones que van desde detalles lúdicos como el que plantea Rafael Figueroa –para dar cuenta del origen de la palabra balajú–, hasta un estudio comprometido políticamente hablando, como el que publica Celia del Palacio con relación a las agresiones a periodistas.

Balajú 2-14En la presentación de la Balajú.

Añadió que destacan los artículos del primer número por una búsqueda novedosa de las cosas en un contexto de dinámicas culturales complejas, tal y como lo consigna el de Raquel Guerrero Viguri intitulado “El modelo del entretenimiento educativo en la webnovela, caso Historias de culpa (2000)”.

Además, dijo que si bien hay un rigor académico en la sintaxis de todos los textos, también se percibe un tono más flexible, pues “no se detecta en el corpus temático una presunción, sino más bien un claro propósito de ir entre los meandros, precisamente culturales, a diferencia de esas revistas de comunicación y cultura que respondieron a causas ideológicas de envergadura macro social, soslayando lo que Balajú se propone contarnos”.

Martínez Gómez también citó el artículo “De maestros, amigos y colegas. Una historia personal de la historia cultural contemporánea mexicana”, de Ricardo Pérez Monfort, con el que se ilustra la postura interdisciplinaria; así como “La diversidad cultural como discurso global”, de Gustavo Lins Ribeiro, donde el autor debate cómo la diversidad cultural se ha transformado en un discurso de las élites comprometidas con la cooperación internacional y la gobernanza global.

Un artículo más del que hizo alusión fue “La pérdida de una hija: Género y matrimonio en un contexto de migración internacional”, de Soledad de León Torres, por su aporte etnográfico.

Por su parte, Efraín Quiñonez consideró que Balajú es “una ocasión propicia para conjugar arte, compromiso social y rigor académico”.

Entre los artículos que citó el investigador está “Agresiones de periodistas en Veracruz”, de Celia del Palacio, y opinó que a las dificultades estructurales de un medio como el de los periodistas, “que languidecen frente a salarios de hambre”, se suma actualmente la violencia persistente, pese a ser una actividad indispensable para la vida democrática del estado y del país.

La presentación de la revista Balajú se titula “Para empezar a cantar”, pero a decir del integrante del IIH-S, la palabra cantar en estos tiempo se ha vuelto obscena: “Cantar en estos tiempos es la prueba palmaria del fracaso de las instituciones de justicia que nunca hemos tenido y una suerte de aborto institucional, dado el grado de putrefacción que a medida les caracteriza”.

Quiñonez se congratuló de que Balajú exista y lo llamó “un refugio para aquellos que todavía se atreven a cantar en su muy humilde interpretación de la vida”.

Finalmente, el profesor-investigador del CECC y coordinador de la Maestría en Estudios de Cultura y Comunicación, Rafael Figueroa, habló de su artículo en la revista “Balajú se fue a la guerra…”, cuya intención es precisamente hablar sobre el balajú, el son jarocho y el vocablo en sí.

El resumen del texto indica que “El balajú es uno de los sones más destacados en el repertorio jarocho. La palabra proviene de las

Antillas, donde nombra a un pez veloz y escurridizo, y por extensión a una fragata pequeña y ligera.

”Se ha pensado que El balajú deriva de una canción europea que se conoce como El mambrú, pero no existe evidencia que lo respalde y el análisis de la estructura musical y lírica no lo corrobora.”

El evento cerró con un recital de guitarra a cargo de Cristina Silvia Jiménez, quien cursa el último semestre de la Licenciatura en Música en la UV, dentro del Programa de Movilidad Nacional de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

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Fecha: 30 marzo, 2022 Responsable: DGCU Contacto: dusalas@uv.mx