El 28 de mayo marcó un antes y un después en la vida de 28 niñas y niños de Coyopolan. Una excursión al Zoológico Africam Safari y al centro histórico de Puebla los obligó a levantarse más temprano que otros días, pues debían tener todo preparado para abordar, a las cinco de la mañana, el autobús que los llevaría a esta travesía impulsada por el Voluntariado de la Universidad Veracruzana, acompañados de sus mamás y de sus maestros.
Además de ser una actividad escolar, también fue un premio para los alumnos de la Escuela Primaria Multigrado “José María Morelos y Pavón”, por ganar el primer lugar en el concurso de aprovechamiento y conocimiento a nivel zona escolar, obtenido por las alumnas de quinto y sexto grado.
Aunque entre Coyopolan, ubicado en el municipio Ixhuacán de los Reyes, y Valsequillo Puebla, lugar donde se encuentra el zoológico, hay 178 kilómetros de distancia, que en auto se recorrerían en tres horas, aproximadamente, el viaje se hizo más largo ya que por las lluvias el camión que los transportaba no pudo salir por la ruta habitual, y tuvieron que rodear Xico y Teocelo.
Al filo de las 9:00 horas apenas iban por Banderilla, pero ninguno de los tripulantes se dejó vencer por el sueño. Emocionados y atentos al paisaje, observaban a través de las ventanas del autobús los cambios que hay entre las zonas pobladas por árboles y las que están llenas de construcciones.
Poco a poco el verde volvió a ganar terreno, acercándolos cada vez más a su destino, al encuentro con las jirafas,
los elefantes, los tigres de bengala y otros animales que sólo habían visto en libros o que conocían por los relatos escuchados en clase.
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Pasadas las 10:00 horas hicieron la primera parada para tomar un pequeño refrigerio antes de llegar al zoológico. El estar cada vez más cerca les generó incredulidad, expectativa y mucha emoción, sensaciones que se duplicaron cuando vieron un letrero grande que decía “Valsequillo” y mirar cómo las líneas peatonales, comúnmente pintadas de amarillo, se transformaban en líneas blancas y negras, emulando la piel de las cebras. Al llegar al zoológico estuvieron un poco impacientes y ansiosos por empezar el recorrido y ver más de cerca a los animales que mostraba el folleto del lugar. Las jirafas les dieron la bienvenida y todos quedaron atónitos al ver el tamaño y los colores de aquellas criaturas. |
Uno de los niños dijo “mira, es un caballo grandote”, a lo que otro de sus compañeros le respondió “no, ¡es una jirafa!”. Algo similar sucedió con las cebras, a las que inmediatamente relacionaron con los equinos.
Sin embargo, la jirafa fue la reina de todos los animales. Por lo menos para Miriam Colorado, Daniela Valdivia Lara y Erika Flores Trujillo, quienes dijeron estar muy contentas porque su maestra y el Voluntariado las trajo a ellas (y a sus compañeros) a conocer animales que sólo habían visto en los libros de Ciencias Naturales.
“Me gustaron todos los animales porque estaban caminando libres, además vi a todos los que nunca había visto, como las jirafas, los tigres, los elefantes; hasta apenas ahora en este viaje pude verlos”, dijo Estela Valdivia Elox, de 13
años de edad.
Para Daniela Valdivia Lara, de 12 años, la jirafa y los tigres fueron los animales que más le sorprendieron, ya que “de cerca y de lejos se veían muy bonitos”, además “me emocioné mucho de verlos porque sólo los había conocido en los libros”.
En todo el recorrido los niños estuvieron muy contentos y ansiosos por estar lo más cerca posible de una ventana, al grado que corrían de un extremo a otro del autobús para ver con detenimiento a los animales, en los cuales creían ver características físicas parecidas a la fauna de su comunidad.
Más tarde, en la primera parada dentro del zoológico, todos se dirigieron rápidamente al lago, donde pensaron que se subirían a las lanchas para pescar charales e incluso un tiburón. En el segundo descanso vieron la isla de los changos y a los hipopótamos, pero lo que más les sorprendió fueron los pescados y tortugas gigantes que convivían en una pequeña laguna artificial.
Respecto al viaje de estudios, Juventina Lara Elox, de 12 años de edad, expresó: “Me gustó mucho ver a los animales que corren libremente y respiran aire puro. Se siente muy bonito que nos den este viaje como regalo por echarle ganas a la escuela, les damos las gracias”.
Todo el tiempo los 28 niños, de diferentes grados escolares de nivel primaria, mostraron orden y obediencia, en ningún momento se separaron del grupo. El único detalle negativo es que se quedaron con ganas de ver al león, el cual nunca apareció.
Por la tarde, junto con sus profesores y madres, realizaron un recorrido por el centro histórico de la ciudad de
Puebla, donde tuvieron la oportunidad de conocer algunos lugares de los que han escuchado hablar en su clase de Historia.
“Sentimos muy bonito que nos hayan traído a este viaje, por eso le echaremos muchas ganas al estudio”, compartió Estela Valdivia Elox.
Al respecto, Elia Beltrán Coronel, presidenta del Voluntariado, detalló que esta actividad escolar fue resultado de una petición que hiciera la comunidad en enero pasado, para apoyarles con el autobús para su traslado y con esto “pensamos motivar a los niños por el excelente nivel de estudios que han mostrado.
”Los vi a todos muy contentos, es por ello que agradezco a la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, y a toda la comunidad universitaria por apoyar los proyectos del Voluntariado, porque gracias a ellos los niños de Coyopolan pudieron hacer este viaje de estudios”, reiteró.
Mientras tanto, en Coyopolan, un grupo de niños recuerda con una sonrisa ese 28 de mayo.
