En Casa UVI (Xalapa) realizamos el «Simulacro de Evacuación por Hipótesis de Sismo», instruido por nuestra institución, precisamente para el día de hoy martes 26 a las 10:20 hrs.
Nos preparamos desde ayer, Karina Ybarra (Coordinadora de la Unidad Interna de Gestión Integral de la UVI) pasó área por área reiterando la información comunicada por el Sistema Universitario de Gestión Interna del Riesgo (SUGIR) el pasado 22 de septiembre en el banner institucional.
Exactamente a las 10:20 hrs de hoy, Rafael Landa (integrante de la Unidad Interna de Gestión Integral del Riesgo [UI-GIR]), como Jefe de Brigada de Evacuación de Inmuebles en la planta alta, sonó el silbato, procediendo todos a seguir las instrucciones del Protocolo Básico a Seguir y aparentemente todo salió como se esperaba: se revisaron tiempos y procedimientos.
Alonso Irán Sánchez, Secretario Académico de la UVI, convocó inmediatamente a una reunión general en la Sala de Videoconferencias para analizar nuestro desempeño en el Simulacro. En función de lo que hicimos bien, de nuestros errores y del estado actual de nuestras instalaciones, algunas de las observaciones que se aportaron grupalmente fueron:
• La importancia de realizar más simulacros. Debemos hacer más simulacros de los que la misma UV instruya, porque es importante que cada persona sepa exactamente cuál es su papel, las acciones que debe realizar y hacerlo prácticamente de forma automática, sin titubeos ni dudas.
• Es necesario tener más de un botiquín de primeros auxilios, por lo menos uno en cada planta, de esa forma evitamos correr por escaleras y evitamos demoras en la atención.
• Los botiquines deben tener más que merthiolate y aspirinas, deben tener cubrebocas de la mejor calidad, guantes, agua, etc.
• Debe haber un extinguidor para cada nivel de la instalación.
• Eliminar objetos que no tengan función específica o que no sirvan, sea de pasillos como del interior de oficinas (¿de qué sirve tener sobre el escritorio un precioso florero con hermosas rosas si sus 30 centímetros de vidrio al caer y romperse, uno de sus fragmentos pudiera provocar heridas a una persona?, tenemos que pensar en todo esto).
• Las áreas de tránsito y el interior de oficinas deben estar libres de escobas, cubetas, mops, y completamente limpias. Apenas pasa un «norte», «surada» o una lluvia, el piso (dentro e incluso afuera en la banqueta) debe limpiarse porque de otra forma el polvo lo hace resbaloso lo mismo que charcos, hojas secas y moho rehidratados por la lluvia.
• Todo el personal debe tener los teléfonos de emergencia y saber quiénes van a llamar para que se realice de forma ordenada.
• Necesitamos conocimientos de primeros auxilios, todos, no sólo uno o dos responsables.
• Siempre deben ser identificables las personas que tienen las llaves de las entradas o por lo menos el acceso al llavetero donde se encuentran.
• Los compañeros que dejan sus motocicletas aseguradas con cadenas en el portón del exterior deben colocarlas en otra área para que el portón quede liberado en caso de necesitar abrirse.
• Los árboles del camellón (sobre la calle Cempoala) tienen demasiado follaje, hay que acordar con las autoridades municipales su poda lo más pronto posible, porque incrementa el peso del árbol en caso de caída, de noche limita las áreas iluminadas por los arbotantes, y amenaza el cableado telefónico y eléctrico.
• Con la valoración de las autoridades de Protección Civil se debe determinar el «Punto de Reunión», porque actualmente se ve complicado y eso requiere de un dictamen o algo parecido para no afectar a vecinos.
• Sería conveniente que los simulacros no sólo incluyan al personal universitario sino que se realicen coordinadamente con vecinos y empresas colindantes a las instalaciones UV, debido a que la seguridad es responsabilidad de un conjunto no de sólo el personal UV dentro de sus instalaciones, lo cual mejoraría nuestra vinculación y responsabilidad social con los vecinos.
Ejemplos muy concretos para atender, observados en el desarrollo de este Simulacro:
• Algunos compañeros no se levantaron inmediatamente de sus computadoras al sonar el silbato; salir prontamente y saber cómo hacerlo debe ser una respuesta prácticamente automatizada porque puede implicar una cuestión de vida o muerte.
• Durante el Simulacro dos compañeras se encontraron en la escalera, el punto es, si esto hubiera sucedido en una situación de emergencia, ¿quién tendría la prioridad de paso?, ¿quien sube?, ¿quien baja?, ¿bajo qué condiciones quién debe dar el paso a otra persona?
Como vemos, la seguridad no se reduce a simplemente hacer simulacros de cómo salir ordenadamente de las instalaciones, es toda una cultura que implica la coordinación con vecinos (cuando se los tenga por la ubicación de las instalaciones), con autoridades de Protección Civil, Cruz Roja, Municipales de Parques y Jardines, etc.
En este análisis estábamos cuando se sucedió otro silbatazo que nadie se esperaba (quizá porque pensábamos que «el simulacro ya había pasado»), pero fue muy valioso porque supuso la prueba que en realidad nos daría idea de cómo estábamos en nivel de respuesta ante un evento completamente imprevisto.
Aunque todos sorprendidos, bajamos con orden las escaleras desde la tercera planta hasta la calle, sin embargo ya en la calle, una compañera resbaló en un charco de agua en la banqueta, golpeándose la cabeza y la boca al caer. Obviamente varios trataron de reanimarla porque sus heridas aunque ligeras nos puso a todos en preocupación. En medio de su desmayo varios se pusieron a dar órdenes, unos la querían mover y otros dejarla como estaba.
El compañero Lucio Rivera rápidamente contactó con el 911, pero la ambulancia… nunca llegó, así que Jesús Carrasco y Alejandra Durán la subieron a la camioneta institucional para trasladarla a servicios de emergencia (para este momento está fuera de peligro y en espera de análisis para descartar lo que haya que descartar).
A propósito de los aprendizajes que este Simulacro nos ha dejado en lo inmediato:
• Los Simulacros de Seguridad deben constituir un serio y completo compromiso en nuestra Universidad Veracruzana, no pueden considerarse a la ligera porque nos ayudan a mejorar para enfrentar situaciones de peligro real.
• Un Simulacro planeado, «esperado», puede tener resultados distintos a uno no programado, sorpresivo o «inesperado», lo sabemos perfectamente en Casa UVI a partir de este ejercicio, por ello debemos ser insistentes en la necesidad de repetir bajo estas dos «modalidades» su continuidad para que todas y todos ganemos en experiencia.
• Gracias a que tuvimos dos simulacros seguidos (uno planeado y otro inesperado), identificamos de manera más completa cuáles son los puntos en donde debemos mejorar, esto es sumamente importante para ser más efectivos.
• Preguntarnos si cada entidad académica y dependencia debe contar con presencia de Protección Civil durante sus simulacros.
• Una persona herida no se mueve sólo por puro espíritu samaritano, la persona que atiende a un herido debe tener formación o capacitación al respecto.
• Por lo aprendido hoy, Isabel Miranda y Dalia Ceballos de inmediato se dispusieron a reacomodar sus macetas en el pasillo y distribuir el mobiliario en su cubículo para adecuarlo a protocolos de seguridad.
Es de reconocer que nuestras autoridades y población universitaria, llevemos a cabo ejercicios de este tipo, debemos desarrollar las competencias para saber cómo proceder para resguardar nuestras vidas y las de nuestros compañeros; y de manera patente en el entorno universitario, con responsabilidad se está generando una real cultura de prevención y seguridad promoviendo, incentivando y facilitando acciones concretas que nos benefician a todas y todos, obteniendo en concreto aprendizajes sumamente valiosos.
Carlos Castro Rivera
Docente, Coordinador del Área de Comunicación
Casa UVI, septiembre 26, 2017; Xalapa, Ver.
