“Trata a un ser human@ como es y seguirá siendo lo que es,
trátalo como lo que puede llegar a ser y se convertirá
en lo que está llamado a ser”
Alex Ravira
Se hace vital re pensar y modificar los sistemas educativos actuales por otros en donde la multiplicidad de talentos y emociones encuentren un lugar donde poder desarrollarse, ese sitio en donde cada quien localiza un valor en la diversidad que cada uno de nosotros trae consigo, desde la memoria, la escolarización (si hay suerte) o lo aprendido a lo largo del camino de la vida. No es novedad que el mundo cambia a pasos acelerados, la revolución tecnológica, el cambio climático, la globalización, la multiculturalidad nos hacen cuestionarnos las formas en que nos relacionamos e interactuamos con el entorno y como nos comunicamos efectivamente como artífices de las nuevas sociedades en construcción.
Invitados a participar de una fiesta intercultural que nos abre sus puertas en dos de sus sedes, la Universidad Veracruzana Intercultural del Totonacapan y la Huasteca, nos estimula a la colaboración, la co-creación e ir construyendo lazos entre comunidades y sus descendencias.
Así y con la comunidad estudiantil y docente, nos inventamos excusas validas para reunirnos en torno a los conocimientos ancestrales en voz de las nuevas generaciones de los pueblos y que, de la mano de ellas, van cambiando y modificándose hacia futuros inciertos en cuanto a la subsistencia de los saberes que albergan y su propia continuidad como linaje.
Utilizando como herramientas el arte terapia y el ecocine, aprovechamos esta oportunidad única, para sondear con los estudiantes situaciones y sentimientos que, de algún modo u otro, nos construyen y forman parte del equipaje con el cual hacemos el gran viaje de la vida. Nos cuestionamos en conjunto cuales son los materiales necesarios para habitar íntegramente y completos nuestras existencias, afianzando por medio del arte y la conversación nuestro rol en dicha existencia, comprendiendo la importancia de construir puentes que nos alienten a transitarlos desde el dialogo sincero, el debate sin ego, esa sustancia intima que nos moviliza y que nos permite re construir conocimientos antiguos y generar espacios de empatía y colaboración, con quien muchas veces, tenemos sentad@s por años a nuestro lado y nunca volteamos a mirar.
Compartiendo saberes, diseñando y disoñando mundos posibles, abriendo espacios para el ejercicio vital de auto descubrirnos, espacios que buscan relacionarse desde el tejido en las redes del dialogo, desde las narrativas divididas que se suscitan cada vez que intentamos abrirnos a situaciones poco familiares, que nos sitúan en espacios fuera de las practicas educativas convencionales, en donde nos esforzamos y forzamos a extraer de nosotr@s recuerdos y memorias que, muchas veces, queremos enterrar en algún lugar del olvido.
Nos encontramos con seres human@s deseos@s de romper con fuerza el asfalto con que cubrieron nuestras calles y pavimentaron nuestros corazones, personas que avivan esa imponente voluntad de vivir, de continuar, desatándose de las estructuras y superándose como individuos en entendimiento, respeto y colaboración.
Nos llevamos una gran lección y desafío; elevar, en la medida de nuestras posibilidades, la educación que no sale desde el aula, que va mas allá de la mera transferencia de conocimiento, para transmutarlo en auto educación y auto capacitación desde la humanidad, despertando así la flexibilidad cognitiva, la inteligencia emocional, el deseo de aprender y desaprender, la comunicación efectiva, el pensamiento creativo, divergente y lógico, que nos incita a levantar la mirada y reconocernos en el ejercicio de aceptación del otr@, entendiendo esto como claves de la preparación para la vida.
Franka Reitze
Directora «Surko Festival de cine rural y permacultura»
Fotografías: David R. Islas Bravo Mote
