Sergio Gabriel Aguilar Valtierra ofreció una ponencia en la USBI
David Sandoval Rodríguez
A pesar de que México ocupa el decimocuarto lugar en el registro de patentes, éste es realizado en más del 90 por ciento por no residentes, lo que limita las posibilidades de incidir en el Producto Interno Bruto (PIB) y, en consecuencia, en el crecimiento económico de la nación, refirió Sergio Gabriel Aguilar Valtierra, coordinador de Invenciones y Servicios de Información Tecnológica del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
En la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana (UV), Sergio Gabriel Aguilar ofreció una ponencia sobre este tema el 8 de junio, enlazado por videoconferencia con las demás regiones universitarias.
Puntualizó que obtener un beneficio económico de la propiedad industrial es el objetivo principal del registro ante el IMPI, instancia que asesora de manera gratuita a quienes buscan registrar un proceso, una marca o un dispositivo, contrario a las agencias especializadas que en varios casos trabajan por hora y cobran en dólares.
El funcionario explicó a investigadores, estudiantes y funcionarios presentes en la conferencia, que en numerosas ocasiones a pesar de tener una invención, un producto o un procedimiento que puede ser exitoso, la comercialización es el aspecto más difícil, por lo que se requiere de esfuerzos interdisciplinarios que atiendan no sólo el desarrollo de la idea sino de una campaña adecuada para difundirlo o publicitarlo.
“Si como mexicanos y como país queremos salir adelante, tenemos que empezar a desarrollar tecnología”, aseveró; “para mí las patentes son sólo el pretexto, si ustedes logran proteger algo el siguiente paso es el registro de la marca y crear una empresa, hacia allá vamos”.
Sin embargo, de las más de 18 mil solicitudes del año pasado, “menos del 10 por ciento pertenecen al pueblo mexicano, pues son registradas por no residentes y podrían representar millones de ingresos para el país”.
Refirió que la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) condujo una investigación en Corea sobre la relación entre el registro de patentes, el desarrollo e investigación, el crecimiento económico e incremento del PIB de 1970 al 2005; encontró que en 1990 crecieron exponencialmente las solicitudes de patentes y para el 2000 este aumento se reflejó en el incremento de su PIB y, por ende, en el crecimiento económico de la nación asiática.
“Les puedo decir que México es un país que desarrolla tecnología, el problema es que no la protege y si no lo hace cómo transferimos el conocimiento y la tecnología”, preguntó a los asistentes.
Existen diferentes figuras jurídicas de protección; en el caso de las patentes abarca 20 años de vigencia, el modelo de utilidad tiene una vigencia de 10 años y los diseños industriales cuentan con vigencia de 15 años, todos ellos son improrrogables.
Recalcó que es importante proteger las innovaciones y los procedimientos porque generan el derecho de impedir su libre reproducción ilícita, sirven como elemento de disuasión contra la piratería y añade valor al producto.
Además, las licencias pueden ser consideradas como un activo empresarial ya que posibilitan la competencia leal en los mercados y el interés de inversionistas.
Previo a solicitar un registro de patente, Aguilar Valtierra recomendó comenzar con una búsqueda de información del estado de la técnica en las múltiples bases de datos sobre patentes que existen a nivel mundial, dado que de no encontrarse un registro con una invención similar es posible iniciar el trámite.