Año 14 No. 616 Octubre 26 de 2015 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Investigación sobre lenguas indígenas es insuficiente

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Andrés Hasler Hangert

Andrés Hasler Hangert

José Agustín Castellanos

Andrés Hasler Hangert, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Unidad Golfo, presentó la conferencia magistral “Pruebas lingüísticas del papel rector y unificador de los p ueblos nahuas en la civilización mesoamericana”, donde compartió experiencias en el terreno de la investigación.

En su ponencia, que inauguró el Festival de la Palabra 2015, Hasler Hangert señaló: “Cuando ingresé al CIESAS empecé en una comunidad en la sierra de Zongolica, una zona húmeda y montañosa con población náhuatl; poco a poco logré tener una imagen más amplia de las variantes del náhuatl en la región, lo que resultó en la necesidad de una investigación interdisciplinaria para estudiar la estructura de esta lengua”.

El antropólogo hizo un recorrido histórico e identificó que desde hace 500 años se ha pretendido eliminar las lenguas indígenas y castellanizar a todo el país y aún no se ha completado el proceso. “Sin embargo persisten quienes están interesados; en ese sentido, estudiar lingüísticamente las situaciones de las lenguas prehispánicas es una urgencia pues se están extinguiendo a una velocidad acelerada.

“En los 300 años de virreinato, menos del 10 por ciento se castellanizó, pero en estos casos no importa la demografía sino quién tiene el poder, desde luego que los hispanoparlantes tenían el control político, económico y social. Por otra parte, no importa que los nahuas hayan sido pocos, sino que ellos tenían la rectoría cultural del proceso civilizatorio en Mesoamérica.”

El investigador expresó que a pesar de que desde la llegada de los españoles hubo una fuerte campaña para la erradicación del náhuatl, esta lengua persistió. Incluso muchos indígenas ya castellanizados lo siguieron hablando y muchos colonos tuvieron que traducir los textos, pues el objetivo era la evangelización.

Hasler Hangert también dijo que existe una interacción muy fuerte entre las cuestiones culturales, la cual se fortaleció con las invasiones europeas. De ahí surgieron cualidades regionales que se pueden observar claramente, por ejemplo la pronunciación, que dependiendo de las zonas demuestra procesos de cambios lingüísticos.

“La evolución de sonidos responde a procesos migratorios producto de la colonización.”

El náhuatl tiene una fuerte presencia en la región que comprende Mesoamérica, desde los procesos más básicos de
progreso, afirmó. “Se presentó como una lengua franca en el proceso de civilización, debido a su totalidad en dicho territorio”. Esta convergencia determinó un sinfín de variantes del náhuatl, “de las cuales yo logro observar un náhuatl antiguo y uno nuevo, que apenas logra acercarse a esa diversidad tan grande de la lengua”.

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