Año 15 No. 656 Octubre 10 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Inseguridad en Veracruz prevalece por la impunidad

Contenido [part not set] de 42 del número 656
Juan Antonio Flores Martos

Juan Antonio Flores Martos

 

Carlos Hugo Hermida Rosales

Juan Antonio Flores Martos, investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), de España, declaró que el estado de Veracruz vive una situación de terror en materia de seguridad, debido a la impunidad con que actúan los grupos delincuenciales y el poco celo de las autoridades para proteger los bienes y la vida de la población.

El investigador impartió la conferencia “Historias de violencia y vidas politraumatizadas en Veracruz: una aproximación etnográfica”, dentro del Coloquio “Cuerpos, violencias y vulnerabilidad en espacios de riesgo”, realizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) el 5 y 6 de octubre.

Flores Martos habló sobre cómo la violencia que azota a la entidad veracruzana ha cambiado la vida de la población; explicó que la violencia se fusionó con la cultura de los habitantes y éstos la han normalizado en situaciones cotidianas; por ejemplo, la mayoría no habla sobre información personal al viajar en taxi, los que pueden trabajan desde casa y hay quienes ya evitan las fiestas nocturnas.

Mencionó que el Veracruz bohemio y bullanguero ya no existe porque el clima de zozobra que genera la inseguridad ha hecho que las personas vivan hacia adentro, y que ya no salgan debido a las consecuencias profundas y duraderas que diferentes regímenes basados en la producción y gestión del miedo ejercen sobre el tejido social.

Las personas que ejercen el oficio del periodismo –duramente castigado por la violencia–vigilan cada uno de los movimientos de ellos y su familia, adoptan cautelas que naturalizan en su vida diaria muchas veces sin tener conciencia de ello.

Juan Antonio Flores manifestó que dentro de esta situación la población joven lleva la peor parte al ser más atractiva para la delincuencia; son comunes las historias de chicos que son reclutados por el narco, atraídos por promesas de bienes materiales y una vida de lujos, para finalmente ser sacrificados como un objeto reemplazable.

Además de esto, el cuerpo de un joven es propicio para llevar a cabo del tráfico de órganos, lo que genera el “tanatosecuestro”, mediante el cual los delincuentes aprovechan las partes del cuerpo de una víctima para obtener ganancias económicas.

El investigador de la UCLM enfatizó que para salir de esta situación es necesario fortalecer el tejido ciudadano y demandar a las autoridades pertinentes no sólo compromisos sino realidades, a las que sólo será posible llegar cuando la justicia sea aplicada por personas que tengan la preparación adecuada.

La sociedad debe dejar de actuar aislada y aglutinarse en grupos compactos que demanden y exijan al ámbito público la creación de políticas que reviertan la situación negativa que impera en la actualidad, concluyó.

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