Representantes de la UV y asociaciones civiles en la reunión «Conversa»
Claudia Peralta Vázquez
La Fundación de la Universidad Veracruzana (UV) y el Programa Universitario para la Inclusión e Integración de Personas con Discapacidad (PIIP), signaron un acuerdo de colaboración con asociaciones civiles del estado de Veracruz, a fin de lograr la inclusión educativa, social, cultural y laboral de estudiantes con limitación motriz, visual y auditiva.
«Conversa» es el nombre que se le dio a la primera reunión de trabajo y de vinculación, en la que autoridades de la máxima casa de estudios y representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) intercambiaron ideas con el propósito de garantizar la igualdad de condiciones en beneficio de este sector, que representa entre el siete y 10 por ciento del total de la población veracruzana.
De acuerdo con el PIIP, la Universidad tiene registrados a 14 jóvenes con discapacidad en su plantilla estudiantil. La mayoría presenta limitación motriz, seguida de la visual, y estudia en Xalapa, principalmente, aunque en el resto de las regiones también se han detectado algunos.
Este grupo forma parte de las facultades de Estadística e Informática (FEI), Historia, Idiomas e Ingeniería. También cuenta con egresados de los programas educativos de Psicología, Antropología, Derecho, Filosofía, Letras, Música y Lengua Francesa.
Alma de los Ángeles Cruz Juárez, coordinadora del PIIP, habló de la capacitación especializada que académicos reciben en cada periodo intersemestral, tengan o no alumnos con discapacidad.
Mencionó la elaboración de un sistema de registro para conocer la prevalencia real de la discapacidad en todas las regiones universitarias y comentó que la Universidad ha implementado la materia optativa Lengua de Señas Mexicanas; asimismo, ha propuesto una licenciatura de intérprete y capacitación a maestros y estudiantes.
Facundo Pacheco Rojas, director general de la Fundación UV, señaló que desde hace un año se detectaron estudiantes con discapacidad, por lo que se inició la búsqueda de un mayor número de recursos para apoyarlos con la entrega de becas.
En este sentido, hizo hincapié en concretar un proyecto integral con la colaboración de las asociaciones civiles, en el que la Fundación UV sirva de plataforma financiera para concursar por fondos internacionales y así apoyar a más estudiantes e insertarlos en el mercado laboral.
Alma Evelia Rodríguez Luna, presidenta de la asociación «Estudiantes o Trabajadores Ciegos y Débiles Visuales del Estado de Veracruz», celebró que la máxima casa de estudios los haya convocado para poner en marcha esta importante acción.
La egresada de la Facultad de Filosofía, quien fue la primera persona ciega que ingresó a la Universidad Veracruzana, comentó que la falta de acceso a capacitación formal y oportunidades profesionales ocasiona que las personas con discapacidad encuentren obstáculos al momento de buscar empleo.
Actualmente, dijo, existe la necesidad de que los estudiantes con discapacidad cuenten con material adecuado para el desarrollo de sus actividades. Es el caso de una estudiante con limitación visual de la Facultad de Idiomas, para quien es fundamental obtener no sólo apoyos digitalizados sino también en sistema Braille.
Karina Martínez Vera, representante del Instituto Mexicano de Investigación y Desarrollo Integral (IMIDI), opinó que desde la capacitación se pueden generar oportunidades reales de inclusión laboral, social y educativa; por ello, el IMIDI trabaja para que este sector ejerza sus derechos humanos con base en competencias para desempeñar diversas actividades.
Mateo Nicolás Mendoza Domínguez, secretario general de la asociación civil «Difusión, Inclusión y Educación del Sordo», apuntó que la inclusión de personas con discapacidad es un proceso complejo de cambio cultural, social, de una realidad y perspectiva del mundo, el cual no lo puede realizar una sola institución: «Lo importante es reformular los proyectos y estamos dando un paso importante con la Universidad Veracruzana».
En lo referente al aspecto tecnológico, Gerardo Contreras Vega, director de la FEI, dio a conocer el diseño del software «Halconix», que permite a estudiantes con discapacidad visual o sensorial emplear la computadora de una forma sencilla y económica, ya que un lector en pantalla, que cuesta alrededor de 10 mil pesos, sólo sirve para una persona y en una computadora.
«Es un software libre. De la primera versión se impartió un curso a 12 personas ciegas y débiles visuales, quienes en tres días aprendieron a manejar la computadora; en la segunda, se les enseñó a crear páginas web».
Agregó que en 2014 se consiguieron fondos para adquirir impresoras Braille e implementar un centro de discapacidad en la FEI; asimismo, en breve donarán una impresora y computadora a la Facultad de Idiomas, donde cursa sus estudios una joven invidente. Cabe señalar que a sus maestros se les ha apoyado en la elaboración de exámenes en Braille, dijo.
También se han creado páginas web accesibles para estos universitarios y se trabaja para garantizar que la convocatoria y el examen de ingreso sean accesibles para los jóvenes con algún tipo de limitación, sobre todo de tipo visual.