Josette Staufert Gutiérrez usa impedancia bioeléctrica para predecir obesidad
Su estudio va dirigido a determinar y disminuir grasa dañina del cuerpo, como la visceral
Claudia Peralta Vázquez
Josette Rosana Staufert Gutiérrez, recién egresada de la Facultad de Medicina, región Xalapa, obtuvo el cuarto lugar en el 5º Encuentro de Jóvenes Talento 2016, donde expuso un estudio que inició a principios de 2013, basado en el empleo de la impedancia bioeléctrica, instrumento que mide la masa corporal para predecir obesidad o síndrome metabólico.
Al comentar su experiencia en este evento convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Coveicydet), reconoció el gusto y afinidad que tiene por la investigación.
El evento tuvo lugar los días 26 y 27 de mayo en la Universidad Anáhuac de Xalapa y Josette Rosana participó en la categoría Modelo Teórico.
La joven mencionó que eligió este tema porque México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en obesidad en adultos y decidió centrarse en la “Determinación del índice de grasa visceral en comparación con la medición de la circunferencia abdominal como un factor predictivo de síndrome metabólico”, título de su estudio.
Definió que la impedancia bioeléctrica es un instrumento y técnica utilizada para medir la composición corporal de una persona; el músculo y hueso lo da en kilos y la grasa en porcentaje.
“A través de cargas eléctricas que no se sienten, mide la resistencia contra la corriente eléctrica de los tejidos.”
Para desarrollar el estudio contó con el apoyo de Francisco Javier Nachón García, académico de la Facultad de Medicina, quien además es gastroenterólogo.
Su trabajo consistió en el levantamiento de una muestra durante todo un semestre a 800 personas, en su mayoría hombres, entre 20 y 85 años de edad, con problemas de obesidad y rangos de sobrepeso.
Se hizo una comparación de cómo se correlaciona el índice de grasa visceral y los parámetros del síndrome metabólico que son: glucosa, triglicéridos y colesterol.
“Esta medición que hicimos con el índice de grasa visceral nos lleva a que el parámetro para poder predecir el síndrome metabólico sea más cercano a la realidad.”
Respecto a lo anterior, la estudiante mencionó que los parámetros empleados en la medición de obesidad, índice de masa corporal y circunferencia abdominal, son instrumentos diagnósticos estadísticamente no significativos, pues arrojan resultados muy dispersos.
Por ejemplo, la Asociación Americana del Corazón y la Federación Internacional de la Diabetes, que consideran la circunferencia abdominal para detectar síndrome metabólico, emplean un diferente parámetro.
“No tenemos un rango estandarizado a nivel mundial que se ocupe para todos.”
Algunos rangos establecen que la circunferencia adecuada en mujeres es de 80 centímetros y 90 en hombres; mientras que otro indica 88 o hasta 90 centímetros en mujeres y 100 o 112 en hombres.
Puntualizó que no podría estandarizarse, ya que depende de la raza, población o incluso nacionalidad; si son norteamericanos, africanos, caucásicos, europeos, latinos, asiáticos, entre uno y otro cambia la constitución física.
Alberto Navarrete Munguía, director de la Facultad
En cambio, si la medición se realiza con la impedancia bioeléctrica, ésta medirá la cantidad de grasa que tiene cada persona y a partir de ahí se determinará si le afecta o no ese porcentaje a su organismo.
“Este estudio va dirigido a disminuir la grasa dañina del cuerpo, obviamente nuestro organismo requiere de ciertos porcentajes de grasa subcutánea y visceral, pero el exceso (almacenada en el abdomen) es perjudicial para la salud.”
Especificó que la grasa visceral es la más dañina y se encuentra alrededor de los órganos. También tenemos grasa subcutánea pero no daña igual que aquélla.
“Me interesa comprobar si una báscula puede sustituirse por la impedancia bioeléctrica para diagnosticar mejor a las personas y obtener parámetros reales de su composición corporal”, expresó Staufert Gutiérrez, quien en julio concluyó sus estudios de licenciatura y ha iniciado el internado de médico de pregrado en el Hospital General “Manuel Gea González” de la Ciudad de México.
Medicina avanza en tareas de investigación
Alberto Navarrete Munguía, director de la Facultad de Medicina, resaltó que la investigación que se impulsa al interior de esta institución educativa está dando los frutos esperados.
“Era algo que no se tenía consolidado, y a través de los trabajos que los jóvenes realizan motivados por los procesos de investigación, obtienen productos reconocidos y con impacto social.”
Resaltó que anteriormente esta situación no era tan latente dentro del programa educativo, sin embargo hoy en día diversas Experiencias Educativas (EE) fomentan la investigación, como por ejemplo: Bioética, Bioestadística, Metodología de la Investigación y Experiencia Recepcional.
Dichas EE están rodeadas de otras disciplinares, tanto del área socio-médica como de la clínica, donde ellos se fortalecen ya que bien pueden hacer estudios comunitarios, clínicos y del área básica.
Con relación a la participación de los alumnos en congresos, seminarios u otros foros donde han expuesto sus productos de investigación, el funcionario dio a conocer que hasta el momento no ha representado un alto costo.
No obstante, a través de los fondos económicos de la Facultad de Medicina se les apoya cuando ellos lo solicitan y se les brindan todas las facilidades. Generalmente, los alumnos que participan son del décimo semestre, candidatos a
internado de pregrado o a ciclos académicos fuera de la Universidad.
Cuentan también con asesoría garantizada en el proceso de investigación, por parte de los profesores al frente del grupo de experiencia recepcional.
Por último, Alberto Navarrete refirió que también se ha notado un incremento en el número de alumnos que reciben notas laudatorias por su alto aprovechamiento escolar.
“Este esfuerzo les permite mantenerse desde un principio con un buen promedio, y les favorece para ubicarse en el lugar que ellos desean al momento de realizar su internado de pregrado o servicio social.”
Tan sólo, en la última entrega 205 estudiantes recibieron dicho reconocimiento.