«En Veracruz no sólo se está reduciendo el presupuesto propio, también los recursos que el Gobierno Federal gasta en nuestro estado»
Que el país deje de ser atractivo para la inversión provocaría fuga de dólares y mayor depreciación del peso
Estadísticas muestran que en Veracruz la economía seguirá en picada, aseguró
David Sandoval Rodríguez
Hilario Barcelata Chávez, académico e investigador del Observatorio de las Finanzas Públicas (OFP) de la Facultad de Economía, comentó que las perspectivas económicas a nivel nacional no serán muy favorables porque la economía mundial pasa por una etapa de contracción que afecta la evolución de la economía nacional en algunos sectores y algunas regiones.
La contracción de la producción en China, India y otras partes del mundo tiene como consecuencia la caída del precio del petróleo, que continuará en ese nivel o a la baja durante 2016, «ése es un factor muy importante porque buena parte de los ingresos del Gobierno Federal dependen de los ingresos del petróleo, mientras su precio esté a la baja la dinámica económica se verá afectada, en particular en algunas regiones, como en el caso de Veracruz».
Nuestra entidad tiene actividad industrial que depende en gran medida de lo que sucede en el sector energético, del petróleo y sus derivados, que si está en depresión afecta a Veracruz más que a cualquier otro estado, con mayor impacto en las zonas petroleras.
«De hecho la situación que estamos viviendo en la entidad, con un estancamiento económico, tiene que ver con que el sector petrolero está prácticamente detenido; el Gobierno Federal ha reducido sus inversiones, afectando la actividad económica y evitando que los beneficios de la Reforma Energética sucedan.»
Al carecer de incentivos para participar de manera amplia en el mercado petrolero se imposibilita la llegada de empresas nacionales y extranjeras que invierten en la extracción del recurso.
El deterioro de la actividad económica nacional se debe también a las fluctuaciones en el tipo de cambio, observó, «hay una volatilidad grande en el tipo de cambio que nos llevó a un ajuste de 17 pesos por dólar y algunos analistas señalan que durante el año podría alcanzar los 20 pesos».
El hecho de que nuestro país deje de ser atractivo para la inversión, tanto directa como en el mercado de valores, provocaría una salida mayor de dólares, lo que depreciaría aún más al peso.
México podría vivir una situación adversa en 2016, a lo que se suman los recortes en materia del gasto público, afectando el funcionamiento de la economía.
Barcelata Chávez refirió el impacto en el presupuesto de egresos: «El Gobierno Federal gastará una cantidad menor de recursos con respecto al año pasado; es decir, en Veracruz no sólo se está reduciendo el presupuesto propio, también los recursos que el Gobierno Federal gasta en nuestro estado, ya sea a través de inversiones directas que realiza en la Comisión Federal de Electricidad o en Petróleos Mexicanos, y en gasto destinado a las delegaciones de las secretarías, por ejemplo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) realizará menor inversión en la construcción de carreteras».
En inversión pública productiva también habrá recortes; se reducirá en nueve mil millones de pesos, «se gastará menos en uno de los rubros que mayor impacto tiene en la economía estatal porque es, entre otras cosas, obra pública que dinamiza la economía al contratar empresas constructoras, que a su vez contratan trabajadores, empresas y compran materiales, generando un impacto inmediato en la actividad económica».
En consecuencia, cuando ocurre una reducción, como es el caso, se genera un impacto negativo en la economía, «en realidad no es que vayamos a tener una novedad en el asunto, hay que señalar que la industria veracruzana ha venido en picada en los últimos tres años con números negativos, es decir, que cada año se produce menos que el año anterior».
Crecimiento negativo durante los últimos tres años
A nivel estatal se pueden observar tasas negativas de crecimiento durante los últimos tres años en la industria tanto en general como en la industria de la construcción, precisó el investigador, ahí las caídas son mayores dado que el gasto en obra pública corresponde a los gobiernos estatal y municipales; si éstos dejan de pagar a las empresas generan un impacto negativo en la producción, por ello «el valor de las obras realizadas en 2015 es menor al valor de las obras en 2014 y 2013, y seguramente será menor en 2016, considerando el recorte de nueve mil millones en el presupuesto».
Esto refleja además una ineficiente política del gasto público, «el gobierno gasta pero no de manera eficiente, por ejemplo, tiene un gasto superfluo muy grande, su gasto corriente en sueldos, salarios y prestaciones es muy alto; no digo que no se requiera pero existe un despilfarro de recursos. Por el contrario, el presupuesto de 2016 se está recortando en algunos rubros, se está incrementando en el gasto corriente con cuatro mil millones de pesos más, es un poco absurdo, entonces gastamos más en gasto improductivo que gasto productivo, es una política bastante contradictoria pero así está lanteada».
Para incidir de manera positiva en tal escenario, el economista consideró que existe la posibilidad de generar una dinámica económica por dos vías: la primera, mediante la atracción de inversiones nacionales y extranjeras para establecer grandes empresas que a su vez desarrollen proveedores locales, no obstante se carece de la capacidad y de la infraestructura suficiente, la mano de obra capacitada.
Otra vía para impulsar la dinámica económica sería el desarrollo interno de productores y exportadores estatales, ya que existen las pequeñas y micro-empresas que tienen la capacidad de producir y convertirse en proveedoras de mercados estatales y nacionales, e incluso para vender en el extranjero.
«Si las cosas no suceden no es porque no se pueda mejorar el estado, sino porque no se sabe cómo hacer para tener los impactos necesarios en el ámbito económico», afirmó.
«Es muy importante tener claro cuáles son las necesidades de las regiones y de los productores para crear una política presupuestal que ponga dinero para resolver los problemas de cada uno de ellos; sin embargo, me parece que el gobierno del estado no tiene un diagnóstico adecuado y los gobiernos existen en el mundo para crear las condiciones de desarrollo en situaciones adversas que nos plantea el mercado, es el papel que tiene todo gobierno, en México y el mundo; si el mercado es considerado como una ‘mano invisible’ que mueve las piezas –según Adam Smith–, el gobierno es una ‘mano visible’ que ayuda a moverse para enfrentar las vicisitudes de los mercados», para ello se requiere de una estrategia integral de desarrollo que defina los objetivos, las acciones y los presupuestos.
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El informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) titulado «Resultados de pobreza a nivel nacional y por entidades federativas 2012-2014» disponible en: www.coneval.gob.mx/Medicion/Documents/Pobreza%202014_CONEVAL_web.pdf expone que de 2012 a 2014 Veracruz pasó de 52.6 a 58 por ciento de su población en pobreza, mientras que el porcentaje de su población en pobreza extrema en el mismo periodo pasó de 14.3 a 17.2 por ciento, lo que representa cuatro millones 634 mil personas en pobreza y un millón 370 mil personas en condición de pobreza extrema en la entidad. Ello significa un incremento de 11.9 por ciento de la población en condiciones de pobreza y del 22 por ciento en pobreza extrema. |