Braulio García y la Rectora acompañaron a Noemí Uehara
Paola Cortés y Lucero Cruz
El programa educativo (PE) de la Licenciatura en Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV), región Xalapa, recibió el certificado de acreditación de calidad por segundo ciclo con una vigencia de cinco años, por la Acreditadora Nacional de Programas de Arquitectura y Disciplinas del Espacio Habitable, A.C. (ANPADEH).
La ceremonia encabezada por la rectora Sara Ladrón de Guevara y Braulio Javier García Nieva, tesorero de la ANPADEH, se llevó cabo el 14 de septiembre en el auditorio de la Facultad de Arquitectura.
Al respecto, Rafael Díaz Sobac, director general del Área Académica Técnica, recordó que el año pasado la ANPADEH consideró a esta casa de estudio como piloto para poner en marcha un nuevo esquema de evaluación con visión internacional.
“Ahora los tres PE de Arquitectura –Córdoba, Poza Rica y Xalapa– están acreditados, lo que significa que los estudiantes tendrán la garantía de haber egresado de un PE con estándares internacionales.”
María Guadalupe Noemí Uehara Guerrero, directora de la Facultad, expresó que la certificación es resultado de la suma de esfuerzos y del trabajo colaborativo de todo el personal (administrativo y académico), así como de los más de mil 200 estudiantes inscritos en el PE.
Con la finalidad de garantizar la continuidad de la calidad académica, adelantó que la Junta Académica acordó aplicar evaluaciones diagnósticas de fin de cursos en todos los talleres del área de proyectos; evaluaciones estandarizadas para unificar criterios de evaluación en todas las experiencias educativas; y se establecieron 13 criterios mínimos para evaluar los trabajos recepcionales, bajo la modalidad de tesis.
Asimismo, anunció que gracias al esfuerzo de los tres cuerpos académicos se ha decidido constituir el Doctorado en Arquitectura y la Maestría en Diseño Arquitectónico, esta última como insignia del trabajo de la Academia de Proyectos.
Después de hacer un repaso por la historia de la Facultad de Arquitectura, la cual se fundó en marzo de 1956 en Xalapa, la Rectora dijo que la acreditación de calidad de un PE representa el sello de garantía de los estudios que cursan los universitarios.
El 7 de septiembre, estudiantes destacados recibieron notas laudatorias
En septiembre de 2010 la entidad académica fue examinada por los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES); en mayo de 2011, su PE fue acreditado por la ANPADEH. En mayo de 2016 fue sometido por segunda ocasión a dicho proceso y de nueva cuenta obtuvo la acreditación.
Braulio Javier García resaltó que el proceso de acreditación representa el buen espíritu y la voluntad de una mejora constante, es una muestra garante de la calidad de los procesos de enseñanza. Posteriormente leyó las recomendaciones hechas por el comité de acreditación de la ANPADEH.
A la ceremonia asistieron Leticia Rodríguez Audirac, secretaria Académica; Luis Manuel Fernández Sánchez, secretario de la Facultad de Arquitectura; directores de entidades académicas afines al Área Técnica; integrantes del Comité del Proceso de Acreditación, docentes, investigadores y estudiantes.
Estudiantes de excelencia
Previo a la entrega de la acreditación, el 7 de septiembre, integrantes de las generaciones 2010 y 2013 recibieron notas laudatorias.
La ceremonia tuvo lugar en el auditorio de la entidad académica y fue encabezada por Uehara Guerrero, quien destacó que más del 10 por ciento de los casi mil 300 estudiantes inscritos obtuvo una nota laudatoria, lo que motiva e impulsa a la planta docente a continuar con las tutorías.
Sobre el reconocimiento recibido, Citlalli Pérez y David Perdomo Pozos, quienes obtuvieron promedio de 10, compartieron su experiencia. Citlalli relató: “Toda la carrera ha sido un encuentro conmigo misma porque fui descubriendo cosas que no esperaba o no creía sentirme capaz de hacer antes. Con el tiempo fui adquiriendo más práctica y más habilidades con las que llegué a los últimos semestres, donde puse a prueba todos mis aprendizajes; el cambio más significativo fue empezar a convivir con las comunidades, pues los proyectos salen del aula de clases; aquí comenzó mi tarea real al vincular los proyectos con la realidad”.
Para David, ingresar a la Facultad representó un cambio muy difícil porque tuvo que acoplarse a distintos horarios y dinámicas, lo cual se equilibra con las oportunidades que el ser universitario conlleva: “Ha sido complicado compensar mi libertad creativa con las restricciones e indicaciones de los profesores. He podido conocer diversos talleres, he conocido el espacio físico de los proyectos en los que he trabajado; es algo que le reconozco a la UV, porque brinda el apoyo de salir y vivir momentos que impactan en nuestra formación profesional”.