Año 15 No. 646 Agosto 8 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Ana María Velázquez, 30 años de ofrecer comida saludable

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Doña Mary con su hijo Juan Carlos España

Doña Mary con su hijo Juan Carlos España

 

Claudia Peralta Vázquez

Hace 30 años, Ana María Velázquez Nava llegó a ofrecer alimentos al personal que labora en los edificios de Rectoría de la Universidad Veracruzana; hoy, su esfuerzo y dedicación le han valido obtener el reconocimiento de las autoridades universitarias y de salud por vender comida nutritiva y saludable.

“Es un honor trabajar para la Universidad Veracruzana y para la gente que por mucho tiempo ha comprado mi comida”, dijo Doña Mary, como la conoce su clientela, y agregó que su prioridad es dar su mayor esfuerzo e incluir más alimentos saludables en sus menús.

La entrevistada recordó que el 6 de junio, la rectora Sara Ladrón de Guevara, junto con el secretario de los Servicios de Salud de Veracruz (Sesver), Fernando Benítez Obeso, le entregaron un distintivo en reconocimiento a su participación en el programa “Mesa Saludable”.

Este hecho tuvo lugar durante la celebración de la firma del convenio de colaboración entre ambas instituciones, para el control de los factores de riesgo, prevención del sobrepeso, la obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles.

Doña Mary expresó que nunca pasó por su mente recibir una distinción de este tipo, hasta que el personal del Fondo de Empresas de la UV se lo dio a conocer unos días antes del evento. Junto con ella, fueron reconocidos otros 14 concesionarios de establecimientos que expenden alimentos al interior y en las inmediaciones de la UV.

Desde hace 10 años, la cocina de Ana María Velázquez se ubica en un espacio fijo en la zona de Rectoría, y diariamente –desde las 7:30 horas– ofrece a los empleados de todas las áreas y estudiantes de algunas facultades una variedad de jugos y cócteles de frutas con yogurt, tortas, sándwiches y comida corrida.

Doña Mary atribuyó el reconocimiento a las recientes visitas de estudiantes de la Facultad de Nutrición, quienes han verificado la elaboración y manejo de los alimentos.

De las recomendaciones emitidas, dijo, ha acatado la mayoría, con el fin de mantener la calidad en el servicio; por ejemplo, cambió el cartón por un tapete antiderrapante en el piso de la cocina, y realiza una separación adecuada de los desechos orgánicos e inorgánicos.

Al aplaudir la iniciativa de la UV de promover la campaña “A quitarnos un kilo de encima, la familia y la UV nos necesitan”, comentó que el menú que día a día prepara incluye carne de res asada, pollo en distintas presentaciones, acompañado de lechuga, jitomate, aguacate, arroz, espagueti, queso panela, crema de zanahoria, de calabaza, de papa o sopa de pasta.

“Trato de hacer lo mejor que puedo, me propusieron incluir pescado pero realmente siempre lo he cocinado de diferentes formas, a la plancha o empanizado.”

Diariamente, compartió, vende entre 20 y 30 comidas corridas a la comunidad trabajadora.

El apoyo incondicional lo recibe de su hijo, Juan Carlos Rafael España Velázquez, quien en todo momento la ayuda en la preparación de los alimentos.

Ambos, además, portan mandiles, cubrebocas, redes para el cabello y guantes, ya que están conscientes de que estas medidas de higiene les abre más puertas.

Otra de las acciones que llevan a cabo es la fumigación del espacio –sobre todo en los periodos vacacionales– para eliminar plagas de insectos y otros animales.

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