Año 15 No. 624 Enero 11 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

ABP establece nueva metodología para enseñanza de las matemáticas 

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Zenaida Ávila, Alejandro Gómez y Nery Romero

Zenaida Ávila, Alejandro Gómez y Nery Romero

Claudia Peralta Vázquez

La Coordinación del Programa de Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) trabaja desde hace cinco años en una nueva metodología para la enseñanza de las matemáticas, estrategia cuyo éxito ha sido probado a nivel internacional.

En naciones como Finlandia, el ABP fue adoptado hace 50 años y en otras, entre ellas Singapur, Irlanda y España, se implementó en su sistema educativo hace aproximadamente 15 o 20 años.

Alejandro Gómez Aguirre, titular de la coordinación adscrita a la Dirección General de Desarrollo Académico e Innovación Educativa, destacó que en México este método se empezó a impartir a los alumnos de nivel básico a partir de 2008.

Su aplicación al interior de la Universidad Veracruzana, dijo, ha sido de carácter constructivista, pues el alumno –a través de la resolución de problemas– construye sus propios conocimientos de cálculo, con la orientación del tutor.

Al dar a conocer la próxima apertura del Diplomado Didáctica del Cálculo, que se desarrollará del 23 de enero al 1 de septiembre de 2016, explicó que en la mayorí de las universidades mexicanas las matemáticas se enseñan mediante métodos tradicionales; es decir, el maestro posee el conocimiento y lo transmite a sus alumnos en el salón de clases, «si no es un buen expositor tiene muchos problemas aunque sepa mucho».

El especialista en Didáctica de las Matemáticas indicó que diversas investigaciones han determinado que una cosa es saber matemáticas y una muy diferente emplearlas: «Algunas personas saben mucho de cálculo pero no saben explicarle a sus alumnos para qué les serviría en un futuro o para qué es importante el uso de las matemáticas».

Puntualizó que una generalidad actual en los estudiantes es que no han adquirido habilidades cognitivas, como el hecho de dedicarle tiempo a un problema, ya que normalmente se aburren y lo hacen a un lado. «Queremos que mediante la resolución del problema, el maestro sirva como guía y establezca una posible estrategia para resolverlo y con el tiempo se adquieran habilidades».

Durante la entrevista, el experto citó que con base en una investigación realizada en 1994, se encontró que la media de tiempo que un estudiante inglés de nivel bachillerato es capaz de dedicarle a la resolución de un problema sin apoyo, es de 11 minutos antes de darse por vencido, lo cual representa muy poco tiempo.

Otra investigación española tomó en cuenta a un grupo de estudiantes de secundaria y a otro del último semestre de la carrera de Matemáticas. Al aplicarles el mismo examen de problemas acerca de la vida cotidiana, el resultado fue que casi no había diferencia.

Ambos ejemplos son una muestra de que saber definiciones, hechos y procedimientos de matemáticas no son útiles si no se adquieren habilidades para decidir qué conocimientos deben emplearse en la solución de un problema.

«Hay maestros que se resisten a rediseñar su clase, así como a elaborar problemas, toda vez que ellos recibieron una enseñanza tradicional, es un trabajo fuerte para el docente, lo cual implica también un cambio dentro del plan de estudios.»

Lo que se requiere es que ellos diseñen un problema que sea del agrado de sus alumnos, quienes seguirán muchos caminos para resolverlo.

«Hay estudiantes que memorizan los métodos y procedimientos, pero no saben por qué.»

En este sentido, Alejandro Gómez resaltó la importancia de la realización del primer Diplomado Didáctica del Cálculo, mismo que abordará esta disciplina desde una óptica diferente.

Tan sólo los canadienses y europeos estudian cálculo desde la primaria, mientras que en México
a partir del bachillerato, agregó.

Nery Romero Gasperín y Zenaida Ávila Aguilar, estudiante y egresada de la Maestría en Matemática Educativa, respectivamente, comentaron que el propósito del curso es que los asistentes conozcan estrategias para enseñar cálculo de una forma distinta.

Con la ayuda de los ponentes desarrollarán materiales didácticos acordes al nivel y especialidad que imparten.
El diplomado constará de cuatro módulos. Tendrá un costo de tres mil 200 pesos, divididos en cuatro pagos mensuales de 800 pesos.

Cabe señalar que se ofrecerá de forma presencial (cuatro horas los días sábado) y en línea (cuatro horas a la semana, los días martes y jueves).

Los interesados en cursarlo pueden solicitar informes a través de la página del Programa de Formación de Académicos.

Los docentes externos a la Universidad deberán acudir directamente a la Facultad de Pedagogía, donde será impartido.

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