Año 15 No. 625 Enero 18 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Violencia y crisis institucional merman a la cultura

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Proyectos literarios y artísticos deben buscar nuevas formas de adquirir recursos

David Sandoval Rodríguez

La Facultad de Música fue sede de las actividades del “Bye Festival”, al alojar la mesa de intercambio “El lugar de las humanidades frente al vaciamiento de las instituciones culturales”, celebrado en su auditorio el 14 de enero.

A nombre de la institución, el director de la Facultad, Juan Rafael Toriz Sandoval, dio la bienvenida a los participantes: Brenda Ríos, ensayista y poeta; Leticia Cufré Marchetto, investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC); Rafael Antúnez Arce, escritor, traductor y director del Instituto Literario de Veracruz, y Roberto Jiménez Ramos, propietario de Zafra, videoteca cuyo catálogo alberga películas fundamentales del cine internacional.

Moderados por Rafael Toriz, integrante del colectivo Kracatoa –organizador del festival–, la participación de los invitados giró en torno al escenario cultural cotidiano en el que el apoyo del estado se ha retirado sistemáticamente. Brenda Ríos refirió que en la actualidad es editora en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y ha notado “una profunda crisis en la universidad pública, que es de todos sabida.

Independientemente de los libros académicos que publican con apoyo, están los libros de creación donde podríamos ejercer mayor influencia como editores y lo que he notado es un tremendo empobrecimiento de la currícula, desde libros de autoconsumo, que sólo los leen tres investigadores y se editan como libros de gran tiraje”.

La cultura forma parte de un circuito capitalista que implica dinero, aseveró, se invierten grandes cantidades y se debe estar consciente de la responsabilidad que se tiene como trabajadores humanistas. Al respecto, Rafael Antúnez comentó que la dignidad literaria es percibida por quienes la ejercen como uno de los valores más altos a los que se puede aspirar, y por quienes la demandan –a nivel institucional– la concepción es proporcionalmente inversa, esto incluye a todas las universidades del país y todos los gobiernos estatales.

El Estado en general, a pesar de ejercer labores de producción cultural, “podríamos decir que es enemigo del libro y de la gestión cultural, ¿cuánto nos cuesta a la sociedad que las universidades produzcan libros impublicables? Requieren de un enorme aparato editorial que produce muy poco y muy lentamente”.

En ese sentido, Cufré Marchetto señaló que disminuir los recursos de apoyo a las iniciativas culturales es una forma de violencia que pasa desapercibida por las diversas violencias cotidianas que experimentamos en la actualidad.

Es una violencia económica que limita a la cultura y permite el surgimiento de otro tipo de violencia, que es la censura, “hay otras dimensiones de apriete en la cultura que tienen que ver claramente con la censura de ideas y con proceso de naturalización, de domesticación a aceptar como normales procesos que no lo son”.

Con 28 años de historia, la videoteca y videoclub Zafra enfrenta una crisis que provocaría su cierre, declaró su propietario Roberto Jiménez al señalar que ha buscado el apoyo estatal, municipal y de la Universidad para adquirir la colección, dado que ha disminuido considerablemente el número de personas que rentan películas.

Se suma al hecho que en la ciudad no hay una oferta fílmica de calidad y pareciera ocurrir “una manipulación a través del cine para que la gente no lo conozca, por ello estuvimos proveyendo un servicio de asesoría con ciclos de cine para actividades culturales o didácticas, creo que ese espacio que se cierra será difícil de recuperar”.

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