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El
arte de la razón (o de la sin razón) expuesto en 38
estratagemas, por Arthur Schopenhauer *, fue redactado en torno
a 1830-1831, la obra no fue publicada en vida, y la primera edición
en alemán data de 1864, no obstante hasta ahora (2002), es
dada a conocer en castellano por Alianza Editorial. Surgida de una
traducción del italiano realizada por Franco Volpi en 1991,
es una obra imprescindible en todos los ámbitos donde se
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busca
alcanzar la verdad objetiva a través del diálogo:
la discusión. El autor se propone explorar la relación
entre lógica y dialéctica, que aunque han sido utilizadas
como sinónimos son dos cosas muy distintas; la lógica
(reflexionar, meditar, calcular) y la dialéctica (conversar,
el arte de discutir) tienen objetos de estudio diferentes, si bien
lógica y dialéctica pueden interceder en un punto
que es precisamente el arte de tener razón en la discusión
o Dialéctica Erística, como la denominó Aristóteles
según Diógenes.
Para Aristóteles como para Schopenhauer, verdad objetiva
y validez son dos cosas distintas. ¿A qué se debe
ello?, a la natural maldad del género humano. Si fuéramos
por naturaleza honrados, honestos, se impondría el interés
por la verdad, pero la mala fe, la vanidad innata del hombre, el
querer aparentar, el querer implantar la propia voluntad se impone
sobre lo verdadero. La dialéctica erística estudia
la dicotomía entre la verdad objetiva de una proposición
y su aprobación por lo que, participar en la discusión,
tiene como principal tarea establecer y analizar aquellas estratagemas
de la mala fe en la discusión, para reconocerlas y aniquilarlas
de inmediato en los debates reales. De eso trata este breve ensayo
elaborado por Schopenhauer en donde el lector podrá disponer
de las diferentes estratagemas y sus diferentes antídotos.
En primer lugar, en toda discusión se presentan dos o más
oponentes que discuten sobre la validez de un argumento o de una
tesis, esta es la estructura básica de la refutación,
si bien en todas las discusiones el debate puede ocurrir o no en
forma real o aparente, con razones auténticas o inauténticas,
con tenacidad o vehemencia, con violencia o no; en toda disputa
o argumentación, las estratagemas pueden ocurrir con o sin
razón objetiva, ya que eso muchas veces ni siquiera los que
discuten lo saben nunca de antemano Si bien existe un paralelismo
entre la discusión en un grupo de amigos o la que ocurre
dentro de una familia (de carácter privado), con la discusión
formal, solemne, realizada en público, como la realizada
en el trabajo académico o en la vida pública, ante
una asamblea, un sindicato o partido político; en ambos casos
se requiere que el responsable o defensor de la tesis o argumentación
lleve siempre la razón frente a los oponentes, críticos
de la tesis o argumentación. En el trabajo académico,
en la disertación para obtener el grado o en el seminario
de investigación para la aprobación de artículos,
el argumento que se presente debe ser en forma silogística
rigurosa, de tal suerte que la mayor parte del jurado o de los investigadores
le otorguen razón frente a los oponentes. Sin embargo, en
toda disputa o argumentación, es preciso estar de acuerdo
de antemano en las reglas a seguir, si se quiere llegar a algún
principio.
En fin, son tantas y tan variadas las estratagemas y los antídotos
que se pueden utilizar, que sin duda el lector encontrará
ideas muy estimulantes para desarrollar su inteligencia lógica
y dialéctica de éste breve y ameno tratado que hasta
ahora se publica en castellano. Una última recomendación
nos ofrece Scopenhauer, es una regla segura que surgió de
Aristóteles en el último capítulo de los tópicos:
“No discutir con el primero que se nos presente, sino únicamente
con aquellos a quienes se conoce y de los que se sabe que tienen
el suficiente entendimiento para no plantear algo absurdo y tener
que quedar por ello expuestos a la vergüenza, tenemos que discutir
con aquellas personas que sean sanas y equilibradas, para discutir
con razones y no con sentencias que son inapelables, para escuchar
las razones y atenerse a ellas y poder soportar no llevar razón
cuando la verdad está de la otra parte”, en ellos reside
el arte de tener razón. (Arthur Schopenhauer,
Alianza editorial, Madrid, 2002) |