UniVerso: El Periódico de los Universitarios - Universidad Veracruzana

Imagina que te encuentras en un bosque de árboles altos con verdes frondes a través del cual se escapan delgados haces de luz que logran alcanzar el suelo, sobre sus troncos y ramas crecen plantas, algunas se extienden hasta las copas de los árboles luchando por ocupar un sitio en donde llegue el sol. Alrededor se pueden observar flores bañadas de vistosos colores.

Das unos pasos y puedes observar entre la vegetación una gran variedad de animales que día con día contribuyen para mantener la armonía del lugar. Si pones atención puedes oír, a lo lejos, la corriente de algún río que baja por la montaña abriéndose paso entre la vegetación.

También puedes escuchar el canto de las aves que descansan entre las ramas y admirar su vuelo majestuoso mientras se trasladan de un sitio a otro. Todo esto en un ambiente húmedo y frío cubierto por una densa neblina que le da al bosque un aspecto sereno.

Estas son algunas de las cosas que puedes percibir en el bosque de niebla, con su vasta y variada vegetación siempre verde que sirve de sustento a una gran diversidad de seres vivos. Cerca del 30 porciento de las plantas de este bosque se encuentran únicamente en este tipo de hábitat (Magnolia schiedana, árbol), al igual que algunas especies animales (las aves Pharomarchrus moccino, quetzal; Dendrortyx barbatus, chivizcoyo).

El bosque mesófilo es un ejemplo de la riqueza y belleza natural del país; pero, desgraciadamente, también ha sido objeto de la deforestación. En México el bosque ocupaba originalmente el uno por ciento del territorio nacional pero, debido al crecimiento de las ciudades y el avance de las zonas agrícolas e industriales en la última década, actualmente ocupa menos de la mitad. Se encuentra principalmente en los estados de Tamaulipas, Oaxaca, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Veracruz y Chiapas.

Tal vez uno de los aspectos más destacados del bosque es su intervención en el ciclo hidrológico. El suelo del bosque funciona como una esponja que absorbe rápidamente el agua de lluvia y permite que ésta llegue a los mantos acuíferos, también capta grandes volúmenes de agua por la condensación de la neblina. La vegetación evita deslaves, erosión del suelo, capta grandes cantidades de dióxido de carbono y produce oxígeno, lo cual ayuda a contrarrestar el efecto invernadero.

Es importante destacar los siguientes puntos: este tipo de ecosistema se encuentra distribuido en pocos países en el mundo; el que se encuentra en México presenta rasgos únicos y característicos; se localiza principalmente al sur del país en manchones aislados y proporciona importantes servicios ambientales (regulación del clima, captación de agua, producción de materia prima). Este ecosistema debe ser admirado, protegido y conservado, pues los beneficios que puede proporcionar a largo plazo superan por mucho las ganancias que se pueden obtener de la explotación inmoderada.

El gobierno y la sociedad debemos tomar conciencia de la importancia de la protección del bosque mesófilo de montaña y no permitir que en el futuro lo conservemos únicamente en nuestra imaginación. e-mail: kittymichi@hotmail.com