Año 2 • No. 85 • diciembre 2 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Impaciencia, agresividad y premura...
VENENOS que matan poco a poco
Heriberto G. Contreras

Este es un fiel retrato de la vida moderna. Por la mañana, un habitante citadino se despierta con premura después de que el despertador sonó. Salta de la cama, medio desayuna, en el mejor de los casos, y toma su automóvil o busca el primer camión o taxi para llegar a trabajar o al salón
de clases.

En el caso de los que trabajamos, el tiempo es el enemigo a vencer. Minuto a minuto el día se consume y en ocasiones no realizamos las labores que hubiésemos querido. De pronto llega la hora de salir y de nuevo a emprender la carrera para llegar a casa, al otro trabajo o la escuela de nueva

cuenta. Si a eso le sumamos el tráfico (sobre todo en Xalapa) que no ayuda en lo más mínimo en la carrera contra el reloj, los problemas cotidianos que enfrentamos y alguno que otro imprevisto, nos da como resultado una bomba de tiempo.

Sí, nosotros mismos estamos a punto de estallar a causa del estrés. Por ello debemos ser muy pacientes, ecuánimes y adoptar la calma en esos momentos en los que todo parece venirse encima. Y es que la impaciencia, la agresividad y la sensación de premura vinculadas a la personalidad de tipo A (sensación constante de urgencia, competitividad, tensión y hostilidad) duplican el riesgo de padecer hipertensión arterial.

El doctor LiJing Yan, profesor asistente de medicina preventiva en la Universidad Northwestern de Chicago, realizó una investigación que incluyó a tres mil 142 adultos jóvenes y duró 15 años. Encontró que los que admitieron un patrón de conducta de tipo A fueron dos veces más proclives a padecer hipertensión arterial tras una década, en comparación con los que no presentan estas características.

Del seis por ciento de los participantes que obtuvieron altas puntuaciones en la escala de impaciencia y urgencia utilizada en el estudio, 17 por ciento desarrolló hipertensión arterial, comparado con el 10 por ciento de los que obtuvieron menos puntos. Estudios anteriores produjeron resultados inconsistentes sobre los efectos de la personalidad tipo A en la salud. Muchos sondeos se centraron en el grado de hostilidad.

La información disponible, obtenida del estudio a gran escala Adultos Jóvenes y el Riesgo de Coronariopatía, se centra en la sensación de urgencia o la impaciencia de los participantes. Un ejemplo es un conductor que se molesta con otros en la carretera porque van muy despacio.

Los participantes, cuyas edades oscilaron entre 18 y 30 años, fueron clasificados al inicio del estudio con base en si decían ser “muy impacientes”, “se enfadaban si tenían que esperar” y “solían experimentar falta de tiempo”. La gente con más puntos (en el test de urgencia/impaciencia) es en mayor medida de raza blanca, del sexo femenino y con mayor grado de escolaridad. También fuma más, bebe más alcohol y lleva una vida más sedentaria.

Por su parte, los hombres blancos con la mayor puntuación en la escala de personalidad son tres veces más proclives a desarrollar hipertensión arterial, en comparación con sus homólogos con menos puntos.

El vínculo entre la hipertensión y los sentimientos de tensión es complejo y aún no se comprende del todo; sin embargo, algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar para evitar esta temible enfermedad.

El investigador señaló que es importante comprender que estas son características modificables de la personalidad y que disminuir la tendencia a ser impacientes y la premura reducirá riesgos futuros y asegurará nuestra salud.
Así que ya lo saben, llévensela con calma, al fin y al cabo si van a llegar tarde no podrán hacer nada, así que ¿para qué se preocupan?

Con información de AP, NY Times y la Universidad de Washington.