| Internet
ha revolucionado la actividad bibliotecaria. Desde su origen, los
centros bibliotecarios lo han usado en su actividad diaria, tanto
en servicios a los usuarios como en su gestión interna. Las
bibliotecas, al igual que la sociedad, han aceptado plenamente la
integración de Internet a su forma de trabajo y a la prestación
de servicios.
Este medio ha hecho que labores tradicionales se realicen con métodos
nuevos, con lo que se puede ampliar recintos y colecciones, e incluir
servicios novedosos.
Son cuatro las áreas básicas de una biblioteca donde
se aplica Internet. La primera corresponde al desarrollo de las
colecciones, donde la red nos permite estar informados de las novedades
editoriales, consultar críticas de libros y comprar directamente
a los proveedores nacionales e internacionales.
La segunda es la organización de los recursos documentales:
toda colección bibliotecaria debe ser organizada a partir
de principios descriptivos y clasificadores; Internet es una herramienta
básica para acceder a las bases de datos normadas internacionalmente.
La tercer área es la difusión de la colección.
Una biblioteca no puede ser considerada como tal si, además
de haber formado y organizado una colección, no la pone a
disposición de la gente; el primer recurso para difundir
la colección es el catálogo en línea.
Por último, Internet permite el desarrollo profesional de
los bibliotecarios, ya que pueden mantenerse formados e informados,
para relacionarse con colegas, difundir o consultar documentos de
interés general o para un sinfín de aspectos que mejoren
su labor.
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