Año 2 • No. 71 • agosto 26 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Piratería desde Internet: ¿problema de interpretación jurídica?
Interfase
Alejandro Rulfo Méndez
Bienvenidos después de las vacaciones. Se nos quedó en el tintero el asunto de la música por red, piratería y otras ilegalidades supuestas.
El sitio www.MP3Board.com incluía hiperenlaces que –según algunos– son ilegales, según otros, no lo son. Lo que pasa es que es un asunto de interpretación judicial: www.MP3Board.com en contra de la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA).
MP3Board.com anunció que había presentado una demanda contra la RIAA para que deje de intentar cerrar su sitio web. Según las casas discográficas, MP3Board.com estaba infringiendo los derechos de autor por incluir enlaces a sites
que proporcionan archivos ilegales. La RIAA ha exigido a MP3Board.com que elimine los hiperenlaces en cuestión, y ha solicitado también a los proveedores de servicios de Internet que no presten alojamiento web a esta compañía, bajo amenaza de acciones legales en su contra. BMG Music, Sony Music Entertainment, Warner Bros. Records y otros seis sellos avalaron la demanda contra MP3Board.com.
Según la RIAA, los resultados de las búsquedas de archivos musicales en MP3Board.com son cientos de hiperenlaces a canciones pirateadas. En una carta enviada a este sitio, la RIAA dice que “puesto que las compañías miembros de la RIAA poseen más de 90 por ciento de todas las grabaciones legales de música publicadas en Estados Unidos, es altamente probable que la mayoría de los enlaces contengan nombres de artistas reconocibles enlazados con materiales protegidos con derechos de autor”. Entonces en la demanda, las casas discográficas dijeron que este sitio web se convirtió en un “recurso centralizado para que los piratas busquen copias ilegales de prácticamente cualquier canción”.
MP3Board.com incluía listas automatizadas de unos 500 mil enlaces, y motores de búsqueda para recursos sobre MP3 y música en Internet. La compañía dejó claro que su sitio web no almacena archivos musicales y que, por otro lado, sería prohibitivo verificar cada uno de los 500 mil enlaces. Las pretensiones de la industria discográfica atacan al concepto mismo de web. “Es como considerar responsable a la sección amarilla por registrar compañías que venden software pirata”. Si la demanda de la RIAA prosperase, cualquier motor de búsqueda (Lycos, AltaVista, Yahoo!, Excite, Google…) podría ser atacado por la misma razón. La existencia misma de la web, como red construida con base en hiperenlaces, estaría en peligro.
Incluir hiperenlaces no puede constituir, en sí mismo, una violación de la ley sobre derechos de autor, ya que no existe copia de ningún tipo. El usuario es transferido automáticamente a la página web del hipotético infractor.
Este caso guarda una cierta semejanza con la demanda interpuesta por la asociación de la industria cinematográfica (MPAA) contra el boletín electrónico 2600: The Hacker Quarterly. Esta publicación ha apoyado y distribuido DeCSS, una utilidad que permite eliminar el sistema de protección criptográfico Content Scrambling System de un vídeo digital (DVD), posibilitando la realización de copias digitales (el candado que hace posible que la producción de DVD sea por regiones, en el nivel mundial).
La MPAA consiguió una orden judicial por la que se prohibía temporalmente a 2600… proporcionar dicho software. El administrador del sitio web de 2600… retiró DeCSS, pero incluyó una lista de más de 300 enlaces a sitios donde podía encontrarse. Esto determinó que la MPAA solicitara una segunda prohibición contra el boletín hacker para que retirara los mencionados enlaces.
Lo que aquí nos interesa subrayar no es si 2600… debe retirar o no los enlaces, sino los argumentos empleados por los estudios cinematográficos para apoyar su petición. Es posible, por razones de procedimiento judicial, que el boletín hacker deba retirar esos enlaces, ya que se encuentra bajo una orden judicial que le prohíbe temporalmente proporcionar la utilidad de software, y la inclusión de los enlaces parece una estratagema para seguir ofreciendo esa herramienta, aunque sea de forma indirecta.
Lo que se discute son los argumentos esgrimidos por la MPAA. Según esta asociación, no hay nada de ilegal en el hecho de incluir enlaces, tal y como lo hacen, por ejemplo, los medios periodísticos que cubren esta información y hacen referencia a enlaces y sitios que proporcionan DeCSS. Esto es algo incidental que forma parte de la labor informativa. La diferencia estriba en que 2600… promueve activamente la distribución de esta utilidad, y la prueba de ello, según la MPAA, es la inclusión masiva de los enlaces. Se está diciendo, con otras palabras, que 2600… tiene una intencionalidad orientada a la comisión de un delito, algo que muchos expertos legales consideran un argumento defectuoso.
Nos leemos en la siguiente Interfase GC-r. La dirección electrónica: arulfo@uv.mx está disponible en el ciberespacio para recibir comentarios. Hasta la próxima.