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Año 12 • No. 502 • Noviembre 5 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Universidades en Cuba aplican modelo flexible

Movilidad, fundamental para la formación: estudiantes

En la isla caribeña, por el hecho de ser estudiante de alguna de las facultades de Medicina, ya son considerados y respetados como un médico, relataron con emoción y admiraciónKarina de la Paz Reyes

Karina de la Paz Reyes

Un grupo de 12 estudiantes del Área Académica de Ciencias de la Salud, campus Xalapa, estuvieron en Santa Clara, Cuba, donde realizaron un intersemestral en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. En la isla caribeña aprendieron lo imprescindible que es la relación médico-paciente para superar las enfermedades; que un maestro ve como a un hijo a su alumno y como tal le enseña, y viceversa. Pero, sobre todo, que se puede hacer mucho con lo poco que se tiene, lo que importa es la vocación.

El programa educativo de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara es muy similar al Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) de la UV, por ello, los alumnos reafirmaron la importancia de desarrollarse en todos los aspectos, “no sólo en lo académico, sino también en lo deportivo, social, político y artístico”.

A decir de Isela Santiago Roque, coordinadora del programa de Movilidad y Estancias Estudiantiles en la Facultad de Bioanálisis Xalapa, se trata de la primera ocasión que un grupo de alumnos de Ciencias de la Salud viaja a Santa Clara, Cuba, a realizar un intersemestral.

Esta pasantía, como se le llama en Cuba, se concretó luego de un convenio de colaboración entre ambas universidades, firmado por el rector Raúl Arias Lovillo y por el rector de la Universidad de Villa Clara.

La elección de los estudiantes estuvo basada en criterios como el promedio, la intención y el deseo del propio alumno de realizar una movilidad internacional.

Al intersemestral acudieron tres alumnas de la Facultad de Bioanálisis, igual número de estudiantes de Odontología y cinco de Medicina, quienes convivieron con universitarios de la propia isla y de varios países como Pakistán, Canadá y España, del 24 de junio al 23 de julio próximos pasados.

Los universitarios de esta casa de estudios coincidieron en la idea de regresar a la isla caribeña, y de ser posible a otros países, para vivir otras experiencias académicas y culturales.

“La intención es que se dé a conocer la experiencia de estos chicos, para incrementar el número de movilidad tanto nacional como internacional”, destacó Isela Santiago Roque.

La académica aprovechó para agradecer la colaboración en esta movilidad estudiantil de los directores de las facultades de Bioanálisis y de Odontología, Francisco Solís Páez y Guillermo Lira Hernández, respectivamente, así como de la ex directora de la Facultad de Medicina, Irma Osorno.

Bioanálisis
En el caso de los alumnos de la Licenciatura en Química Clínica de la Facultad de Bioanálisis, realizaron un curso sobre “Parasitología general y parasitología clínica”, con prácticas en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

Lizeth Hernández Acosta, del séptimo semestre y originaria de Xalapa, compartió que la experiencia en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara fue asombrosa.

“Me sorprendió mucho el conocer y saber cómo, con pocos recursos, salen adelante y logran hacer muchos estudios, gracias a eso tienen un buen nivel de salud. Además, pude comprender por qué el nivel educativo en Cuba es muy bueno. Mi meta ahora es realizar alguna maestría allá.”

María Fernanda Hernández Caro, del séptimo semestre y oriunda de Martínez de la Torre, compartió que en Santa Clara conoció personas con ideas que para ella resultaron novedosas.

Además, logró su objetivo: “Aprender acerca de su sistema educativo. Cómo es que ellos logran cosas grandes con pocos recursos, cosa que aquí en México nos cuesta mucho. Ellos no tienen muchos aparatos, quizá su infraestructura no es suficiente, pero eso no los limita y tratan de buscar soluciones”.

Luego de su estancia en Cuba, María Fernanda se replanteó una idea que con el paso del tiempo había perdido: “Ser mejor cada día. Tratar de dar mejores servicios. Aprovechar todo lo que la institución me está dando”.

Para Sandra Anell Hernández Landa, del noveno semestre de la misma licenciatura y oriunda de Perote, uno de los mayores incentivos que se trajo de la isla fue el trato con el paciente.

“Pienso que por tratarse de un servicio de salud gratuito, la gente se ve más motivada, llevan más muestras a los laboratorios químicos y eso a nosotros nos sirve mucho en la práctica. Por ejemplo, vimos parásitos que aquí no habíamos tenido la oportunidad de ver”.

Medicina
De la Facultad de Medicina campus Xalapa viajaron cinco universitarios, dos de ellos, por ser de los últimos semestres, desarrollaron su estancia con prácticas en el Cardiocentro “Ernesto ‘Che’ Guevara”; el resto recibió teoría y también prácticas en el Hospital Universitario Materno Mariana Grajales, el Hospital Universitario Pediátrico “José Luis Miranda” y en la Clínica Genética.

Cristóbal Arturo Botti Sequera, del séptimo semestre y originario de Nautla, destacó que las expectativas de su estancia académica fueron superadas: “Regresas con una mentalidad muy diferente sobre cómo hacer mucho con lo poco que se tiene. Cambia la mentalidad en el aspecto clínico y humanitario sobre cómo atender a la personas, en la relación médico-paciente”.

De la estancia en Cuba, hay dos experiencias que llamaron la atención de Cristóbal: la relación profesor-alumno, porque allá “es muy familiar”, los doctores están con ánimos de enseñar y la satisfacción se incrementa cuando los alumnos demuestran que han aprendido, “pero si no aprendiste a la primera, en la siguiente te lo vuelven a enseñar, con el fin de que aprendas. Allá los alumnos son ‘hijos’ de los doctores”.

Otra de las experiencias que marcó el viaje de Cristóbal fue la actitud del paciente con el médico, porque “allá están muy disponibles para que uno como estudiante los pueda atender, a diferencia de aquí. Para ellos un estudiante ya es un doctor, no hay distinción de jerarquía en el aspecto académico”.

Hoy, Cristóbal está convencido y coincide con el resto de sus compañeros de viaje: “Se puede hacer mucho con lo poco que se tiene en materia de salud”.

La estancia en Santa Clara, Cuba, motivó al alumno a ampliar más sus conocimientos en la clínica, en la atención médico-paciente, porque “aunque el médico sea acertado en el diagnóstico y en el tratamiento, si no hubo una buena relación médico-paciente, muchas veces eso interviene en la resolución del problema patológico, por eso yo creo que la meta de todos debe ser educar a los pacientes para tener respuestas satisfactorias en los tratamientos”.

Por su parte, Teresita de Jesús Ortiz Reyes, del noveno semestre, de Xalapa, tomó su estancia en Cuba como una experiencia enriquecedora en el aspecto académico y personal.

“Pude observar cuál es el trato médico-paciente y la verdad es que ellos tratan a sus pacientes de una manera muy integral, no solamente ven por su salud física, sino mental, incluso por sus familiares.”

Para Alejandra Concepción Sánchez Godoy, del séptimo semestre y xalapeña desde hace varios años, aunque originaria de Tamaulipas, “fue una experiencia especial, importante, gratificante porque conocí la manera en que se trata a los pacientes.

”Creo que íbamos espantados, dudando si teníamos el nivel necesario para competir con los demás; sin embargo, los doctores que tuvimos como maestros, cuando nos presentaban con alguien más les decían: ‘ellos son estudiantes mexicanos y están muy bien preparados’, y eso era gratificante.”

A decir de Alejandra, en México la relación paciente-médico es incluso “fría”; por el contrario, en Cuba, “es muy cálida”. Es más, hay de por medio “una confianza ciega”.

Al igual que sus compañeros, mencionó su asombro por todo lo que se logra en Cuba en materia de estudios de medicina, con muy pocos recursos económicos. “Allá se es médico por vocación, no por la idea de tratarse de una carrera con la que ganas mucho dinero”.

Desde pequeña, Alejandra tenía el objetivo de estudiar medicina y enseguida una especialidad en neurología. Pero en Cuba hubo una modificación a sus propósitos: “La pediatra con la que estuve trabajando me sugirió que me especializara en neurología para niños. Me dejó la duda y lo voy a considerar. Ese fue un cambio de un rechazo que yo tenía hacia la pediatría, pero ella me planteó el panorama.

Un pensamiento más de Alejandra sobre Cuba es que allá “todos conocen la historia de su país y te la platican con mucho ánimo”, algo que en México no es muy visto.

Martín Romero Aburto, del noveno semestre y originario de esta ciudad capital, estuvo en el Cardiocentro “Ernesto ‘Che’ Guevara” y en el Instituto Superior de Ciencias Médicas “Serafín Ruiz de Zárate”. Al ser uno de los alumnos que cursa los semestres más avanzados, se trató de un intersemestral basado totalmente en la práctica.

“En el Cardiocentro se ven casos muy diversos, pero nada más de patología cardiaca; entonces, tuvimos la oportunidad de asistir a la Unidad de Hemodinamia, de cirugía a corazón abierto; unidades de electrocardiología, de terapia intensiva, cuidados posquirúrgicos y también de ecocardiografía, incluso ahí fue donde aprendimos a hacer un ecocardiograma”, relató.

Las evaluaciones realizadas por los médicos cubanos las aprobaron satisfactoriamente, “eso quiere decir que en la UV tenemos un muy buen nivel, en comparación con otras naciones”, destacó orgulloso Martín.

Además, en Cuba reafirmó la importancia de que en esta casa de estudios se haya implementado el MEIF: “Yo soy de la primera generación donde se implementó este modelo y no lo puedes comprender al 100 por ciento hasta que vas a otros países y tienen esa idea global.

”En Cuba el estudiante sí es integral al 100 por ciento, y aquí hay mucha resistencia de los alumnos, más que nada es el miedo al cambio, pero los cambios son para algo bueno y hay que concienciar a todos los estudiantes que el deporte, las artes y la cultura van de la mano con tu carrera, no debemos tener una idea cuadrada. Tenemos que ser integrales en todos los sentidos”, acentuó.

Leonardo Daniel Valiente Ríos, también del noveno semestre y xalapeño, asistió a clases de endocrinología y desarrolló servicios de maternidad y pediatría. “Llegamos todos asustados, pero como nos tocó compartir clases con alumnos que por las mañanas iban a hacer sus prácticas al servicio de ginecología, ellos nos jalaron inmediatamente y a los tres días ya estábamos familiarizados”.

Leonardo expresó la importancia de que los estudiantes de cualquier Facultad dejen a un lado los temores de realizar movilidades estudiantiles, pues las experiencias son enteramente enriquecedoras. “Aparte de ir a conocer otro lugar, vamos a conocer otro tipo de educación, en nuestro caso a intercambiar cultura médica”.

Al igual que su compañera Alejandra, su perspectiva académica cambió tras su estancia en Cuba y aunque su interés continúa siendo una especialidad en cardiología, ahora lo es en el ámbito de la pediatría.

Odontología
Respecto a la Facultad de Odontología, viajaron tres universitarios, quienes realizaron su intersemestral en la Facultad de Estomatología y la Clínica de Especialidades Estomatológicas.

Columba Domínguez Lerma, del séptimo semestre de la Licenciatura de Cirujano Dentista y oriunda de la Ciudad de México, cursó la materia de Cirugía Bucal, donde experimentó acciones totalmente diferentes en materia de odontología a las acostumbradas aquí, en México.

“Allá varían el instrumental y los insumos a los que nosotros estamos acostumbrados utilizar, nos abre la perspectiva de otras alternativas como técnicas. Es decir, que con menos recursos se puede llegar a un mismo resultado, igual de funcional.

”Más que nada valoras lo que tienes y lo que puedes hacer cuando no tienes, lo que es ideal para llevar a cabo tus protocolos, técnicas y métodos. Valoras las unidades dentales, su funcionalidad, el instrumental, los materiales anestésicos, cosas que allá son muy básicas. Por ejemplo, en Cuba con un anestésico tienes que hacer milagros, cuando aquí puedes utilizar dos o tres”, relató.

A Columba esta estancia estudiantil le ayudó a definir su área de especialización: cirugía bucal. “Si este programa de movilidad continúa, espero que más estudiantes lo aprovechen. Es muy bonito, aprendes tanto en lo profesional como en lo cultural”, dijo.

Alfredo Tadeo Tarango Herrera, también del séptimo semestre de la misma licenciatura y originario de Martínez de la Torre, cursó las materias Cirugía Bucal y Cirugía Maxilofacial. Al respecto, enfatizó: “Superó totalmente todas mis expectativas y me sirvió para convencerme de que quiero especializarme en cirugía bucal.

”Fuimos a estudiar y lo hicimos a más no poder, pero también se nos dio la oportunidad de conocer Cuba, de conocer su cultura, nos pudimos divertir. El trato de la gente es excelente, agradable, todos muy atentos.

”Fue una oportunidad única, ojalá que se pueda repetir tanto para mí como para otros. Espero que sea para más compañeros de la Facultad y no tan sólo ir a Cuba, sino a otros países, para que podamos ampliar nuestro conocimiento en cuestiones culturales y de estudio.”

Celia Santiago Roque, del noveno semestre y originaria de Tuxtepec, Oaxaca, expresó sorprendida: “Nunca imaginé ir a un hospital, estar en una sala quirúrgica y ver un exéresis de la glándula submaxilar y de un carcinoma. En México creo que no tenemos el derecho de pasar a un salón quirúrgico. También vimos una fractura, y eso en las clínicas que tenemos aquí tampoco se ve”.

Además, los padecimientos de los cubanos distan de los de los mexicanos, “entonces día con día obtuvimos diferente visión de cada enfermedad. A mí no me gustaba mucho lo que es la exodoncia y la cirugía, pero ahí aprendí a que me gustara todo eso”, expresó gustosa.

Una escena que impactó a Celia fue el momento de su evaluación: “Me preguntó la doctora ‘¿Estás preparada para tu prueba?’, y la verdad estaba preparada pero para el examen teórico, aun así tomé aire y le respondí que sí. Mi prueba fue práctica, tuve que hacer una incisión, tuve que suturar y me enseñó a hacer la extracción de un germen dentario.

”Estaba nerviosa, me temblaba la mano, hice la técnica de anestesia que ellos me habían enseñado, que es muy diferente a la que hacemos nosotros, y cuando el doctor dijo ‘No necesitamos refuerzos’, supe que la técnica la había hecho bien y todo salió perfecto.”

Los odontólogos cubanos, incluso, les ofrecieron asesoría para la realización de la tesis y Celia analiza concretar la propuesta. “Quiero tratar de contactarlos para hacer una buena tesis y entregar un buen trabajo”.

Es más, “definitivamente quiero regresar para tomar la experiencia educativa de Ortodoncia. Ésas son mis metas”, exclamó.

Aunque en las primeras horas en Cuba el grupo de universitarios experimentó un miedo y nerviosismo indescriptibles, la recompensa llegó muy pronto y “los cubanos nos adoptaron rápidamente”, coincidieron entre risas y alegrías.