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Año 11 • No. 485 • Junio 4 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Reconoció el investigador del IIP

Conceptos de cuerpo e individuo son esquivos para la ciencia: Gamundi Polo

“Debemos pensar en términos sociales, intrínsecamente ligados a las personas:” aseguró

David Sandoval

La reflexión al interior de las disciplinas científicas no ha podido establecer definiciones integrales y consensuadas respecto a las nociones de cuerpo e individuo, haciendo necesario establecer conexiones entre las ciencias para que faciliten una mejor comprensión, no sólo para los especialistas sino para la sociedad, planteó Gonzalo Gamundi Polo, del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la Universidad Veracruzana (UV).

“Trabajamos con una noción de individuo que no acaba por establecerse completamente, desde que inicio existe un obstáculo principal; el individuo, como cuerpo, ha sido adoptado por diversas disciplinas desde diversos modos; el problema básico es que son fragmentos, no hay una noción perfectamente integral de individuo y lo mismo pasa con el cuerpo”, detalló.

Es posible trabajar desde la física o las neurociencias, desde las ciencias de la salud o la filosofía, pero cada una desde su especialización, más o menos separadas de las demás, añadió: “usamos nociones de cuerpo de los sociólogos o desde la psicología pero éstos son cotos cerrados, no hay maneras fáciles de unirlos”.

Es en este sentido que su tesis de Doctorado en Salud Mental Comunitaria por la UV, bajo el título “Las representaciones psicosociales del cuerpo. Estudios de caso”, abordó esta temática, en general enfocándose a las nociones que desde el saber se manejan con respecto al individuo.

“La definiría como una especie de sociología médica porque está enfocada a ver los entornos en que el modo de vida es fundamental y cómo debemos pensar en formas de bienestar social que estén intrínsecamente ligadas a la persona y no tanto a las estructuras, es grosso modo el tema de la investigación”, explicó Gamundi Polo.
Individuo, psicología y teoría social

Para analizar la noción de cuerpo, el investigador elaboró un esbozo que permita generar un concepto de individuo que le ligue no sólo a la psicología sino también a la teoría social.

Gamundi Polo forma parte del cuerpo académico Subjetividad y Civilización, y en líneas generales comentó que su trabajo se desarrollará en la vertiente ‘cuerpo y civilización’, ya que “hay mucho para trabajar desde esta perspectiva; lo que pretendo es poder brindar un mejor apoyo y un concepto propio” respecto al tema.

La investigación parte de la noción del sociólogo alemán Norbert Elias (1897-1990), que “comprende la civilización como un proceso en el que los comportamientos, al mismo tiempo que las estructuras sociales, van tomando una cierta forma, distinta a la biología, no sin retrocesos, los cuales se pueden dar en algún momento”.


El cuerpo como forma de vida y así establecer sus correlatos

Como psicólogo y psicoterapeuta, dijo el académico “nuestro trabajo se ha desarrollado por esa vertiente y consideramos que hace falta teorizar todavía mucho sobre las características que debería tener el individuo para ser una persona con un estado de salud y competencia social, sustentable y aceptable para el común de la gente y para sí mismo”.

Por otro lado, respecto a la búsqueda de un consenso científico sobre el concepto ‘cuerpo’, el investigador precisó que durante muchos años se han generado numerosas corrientes como la psicología Gestalt, el método de Rogers y otros, como la bioenergética, enfocados a observar cómo los desajustes en la persona se establecen también a nivel corporal; por qué esto se encuentra ausente en ciertas disciplinas de corte terapéutico.

Ése es el gran problema de las disciplinas, puntualizó, “se han desarrollado, han sido productivas y se manejan a partir de elaborar conceptos propios y cerrar sus teorizaciones alrededor de los conceptos más productivos para ellos y dejar de lado lo que parece no estar jugando un papel importante en su teorización, algunos autores lo llaman el cierre categorial”.

De este modo, la perspectiva de su investigación busca un enfoque integral, “en el que podamos partir de él y ligar perfectamente con los diferentes entornos, por eso me fui a lo más simple del cuerpo, parece simple pero no lo es. Particularmente el cuerpo humano representa el cruce de diferentes formas en las que está compuesta la naturaleza”, dijo.


En la civilización, comportamientos y estructuras adquieren forma

Formas de vida y emociones
“Somos entidades vivas, éste es un concepto muy importante que quiero dejar como un eje sobre la vida en general –destacó Gonzalo Gamundi–; a pesar de tener muchas posibilidades, de lo mucho que se ha desarrollado el concepto, me interesa como eje esencial, articulando el cuerpo como forma de vida, el ser humano como forma viviente y de esa manera establecer sus correlatos”.

Retomando aportes de diversas disciplinas científicas, Gamundi Polo ha sido atraído particularmente por las nociones de Antonio Damasio, neurólogo español que a través de sus investigaciones sobre la corteza cerebral y el mapeo del cerebro ha encontrado pruebas relacionadas a la participación de las emociones en toda la actividad cerebral, algo que se pasaba de lado en muchos horizontes de investigación.

“Las emociones han sido durante mucho tiempo, a reserva de los psicólogos que sí trabajamos con ellas, muy desestimadas; el gran problema es que nos hemos encantado demasiado con el predominio de la perspectiva racional y hemos desestimado en mucho el desarrollo emotivo, por lo menos hasta antes del surgimiento de la inteligencia emocional”, señaló el investigador.

Tenemos la necesidad de integrar todo lo que somos en nuestras relaciones cotidianas, continúo el académico, “es otro punto de mi investigación, y por el cual me ha llevado tiempo desarrollarla: si los seres humanos somos individuos que actuamos como un todo, no funcionamos por pura emoción o por pura razón”.

En la medida en que somos capaces de reaccionar manejando integralmente razones, valores y emociones, tenemos más oportunidad de escuchar con atención, respetar la opinión del otro y ponderar intereses conjuntos y comunitarios de aquellos individuales, este tema está ligado también con el concepto de civilización, explicó Gamundi Polo.


Individuo y comunidad con la capacidad de dirigir su propio bienestar

Individuo, cuerpo y civilización
Para Elias, el concepto de cuerpo ha tenido relación con ciertas formas de sujeción que van desde la violencia abierta, las guerras y la coacción física hasta la autosujeción, “que es hasta donde podríamos llegar con el psicoanálisis”.

El sociólogo alemán plantea que en un determinado momento de la historia aprendimos a contener ciertas emociones y ciertas formas de actuar para poder ser aceptables en un nivel social, añadió.

Tomando como ejemplo de trabajo su obra, Gamundi Polo consideró para su investigación “algunas actitudes de la modernidad y trabajar con ellas bajo el esquema de cuerpo y civilización, por ejemplo el pudor: con toda la gama de posibilidades que existen alrededor del pudor en diversos entornos, momentos y clases sociales”.

Precisó que “varias de estas actitudes se relacionan con la autocoacción, con esta necesidad de convenir con un cierto modelo de ser para lograr la aceptación, y el vehículo para trabajar esto es la vergüenza, pareciera que es algo natural y no es cierto, la adquiere el individuo”.

Sobre estos grandes ejes provenientes de la sociología, la biología y sus vertientes neurofisiológicas, el académico busca componer una noción de individuo ligada a civilización, por un lado, y a cuerpo, por el otro.

El proyecto se denomina actualmente “Cuerpo y civilización” y esencialmente busca reflexionar acerca de cómo vivimos internamente nuestros deseos, nuestra libido y cómo la exteriorizamos, cómo buscamos pareja, un poco más acá de lo vivencial que de aquello que las costumbres establecen como formas.

“Buscamos que los individuos y las comunidades, por consiguiente, tengan la capacidad de manejar su propio bienestar y llegar al desarrollo, articulando programas que lo permitan”, agregó.

Para las condiciones de vida actuales, formuló Gamundi Polo, “se necesita que la gente se comprometa con su comunidad o con su mismo ser para hacerse cargo, generando una solidaridad que podría ser el eje definitorio de la salud mental, esto es, la capacidad de aportar algo a la comunidad, de no quedarse en el individuo, aparte del manejo de las propias emociones”.