Dirección de Comunicación
Universitaria
Departamento de Prensa
Año 10 • No. 477 • Abril 9 de 2012 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

UV, en el mapa mundial de la neurociencia

Tratamiento de origen natural, puede ayudar a recobrar la memoria en personas con Alzheimer

Paola Cortés Pérez

Dos investigaciones sobre enfermedades del cerebro ponen a la Universidad Veracruzana (UV) en el mapa mundial de la neurociencia: el tratamiento para Alzheimer realizado por el neurocientífico Gonzalo Emiliano Aranda Abreu y un estudio sobre autismo, emprendido por alumnos de posgrado.

Los detalles de las mismas fueron expuestos durante la Semana Mundial del Cerebro, que realizaron la Dirección de Comunicación de la Ciencia y el Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) de la Universidad Veracruzana (UV).

Como parte del trabajo de difusión que realizan los investigadores universitarios, se llevaron a cabo diversas actividades encaminadas a enseñar a los asistentes la importancia de cuidar el cerebro, bajo la premisa de que si éste se daña, el cuerpo no tendría un buen funcionamiento.

El evento, que duró seis días y se llevó a cabo en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial de Veracruz (Creever), tuvo un número importante de participantes, sobre todo de niños de tercero a sexto grado de primaria, quienes a lo largo de siete estaciones aprendieron el funcionamiento del cerebro y las principales enfermedades que pueden afectarlo.

En esta ocasión, los niños con discapacidad que reciben atención en el Creever, con ayuda de familiares y personal terapéutico, participaron en todos los ejercicios recreativos y de aprendizaje que desarrollaron los estudiantes de posgrado junto con investigadores del Cice.

Entre las actividades educativas que se llevaron a cabo, destacaron los retos científicos; además, se presentaron conferencias magistrales así como proyección de películas y documentales que explicaron cómo y porqué se enferma el cerebro.

La Semana Mundial del Cerebro se celebró de manera simultánea en los cinco continentes en cerca de 900 sedes: 23 en Asia, 22 en África, 280 en Europa, 24 en Australia y 539 en América. Mientras que en México se hicieron 22 eventos en seis estados, incluida la ciudad de Xalapa.

Alzheimer Gonzalo Emiliano Aranda Abreu, investigador en el Cice, ha desarrollado un tratamiento que, a partir de medicamentos de origen natural y rehabilitación física, permite que personas con Alzheimer puedan recobrar la memoria, siendo un estudio único a nivel internacional.

Agregó que esta casa de estudios es la única que lleva a cabo esta investigación en todo el país, de ahí la relevancia de dicho descubrimiento científico y la importancia de que se le dé continuidad, ya que serían millones las personas beneficiadas.

Aranda Abreu explicó que el tratamiento consiste en dosis que contienen ácido Omega 3, el cual se puede encontrar en el pescado y ayuda en la restauración de las membranas de las neuronas; Ginkgo biloba, al ser antioxidante es bueno para la memoria; citalopram, que es un antidepresivo y ayuda para reconectar el cerebro, y resveratrol, que está en las uvas y es un potente antioxidante.

Indicó que las dosis dependen del grado de avance que tiene cada persona y añadió que ya han sido probadas en pacientes que se encuentran tanto en las primeras etapas como en las últimas, teniendo resultados positivos.
“Con este tratamiento las neuronas dañadas se reparan, se reconecta y se rehabilita el cerebro”, destacó.

En relación al proceso de rehabilitación, Aranda Abreu dijo que éste consta de cuatro etapas: restauración de la membrana de la neurona, mantener la integridad neuronal, reconexión neuronal y activar el proceso de la memoria.

“La rehabilitación no consiste únicamente en tomar los medicamentos, sino que está aunada a una buena alimentación, dormir bien, ejercicio físico, estimulación cognitiva, vivir en un ambiente enriquecido y que se le ayude a la persona a revitalizarse”, especificó.

El también catedrático de la UV, expuso que el Alzheimer ocasiona que las membranas de las neuronas se dañen o degeneren y no haya conexión entre ellas, lo que trae consigo que se pierda la memoria poco a poco, de ahí la importancia del uso de estas medicinas naturales.

Aclaró que los cinco fármacos actualmente aprobados para usarse en el control de la enfermedad no están mal elaborados, sino que al estar deterioradas las neuronas no pueden tener el efecto esperado en el paciente.

“Con esta enfermedad la membrana plasmática de la neurona está dañada, se está degenerando; entonces, por mucho medicamento que se le administre al paciente, no servirá porque no existe esa conexión entre las neuronas”, apuntó.

De acuerdo con reportes de especialistas en el padecimiento, se conoce que en México hay más de 350 mil personas que lo tienen y se cree que por esta causa han muerto alrededor de dos mil pacientes.

Señaló que “lo más triste es que cada uno de nosotros va a ver a algún ser querido o conocido con esta enfermedad”; además, aseguró que de todas las enfermedades neurodegenerativas, el Alzheimer ocupa el primer lugar.

Autismo
Brenda Brug Aguilar, Paul Saft Lama y Miguel Pérez Pouchoulén, quienes cursan un posgrado en el Cice, realizan una investigación única a nivel nacional para detectar las causas que pueden originar el autismo.

Brenda Brug reveló que por medio de la experimentación en laboratorio con ratas, hasta el día de hoy lograron determinar que al ser expuestas al ácido valproico durante la gestación, los productos tienen características similares a las que presenta un niño con autismo.

“Encontramos que una rata que estuvo expuesta al ácido valproico tienen menos sensibilidad al dolor, existen conductas estereotipadas y alguna disminución a nivel de las interacciones sociales; por lo tanto, el modelo está replicando a nivel histológico lo que se ha observado en humanos en estudios post mortem”, aclaró.

Aludió que se ha visto que este fármaco está relacionado en casos de autismo, ya que generalmente las mujeres embarazadas y que están siendo tratadas con este medicamento (por epilepsia, trastorno bipolar y migraña), tienden a tener hijos con este trastorno.

“Hay una correlación entre las personas que están bajo este tratamiento y se embarazan; justamente en el periodo del cierre del tubo neural que es en los 20 ó 24 días de desarrollo de los embriones, se ha visto que hay una tendencia a que sus hijos tengan un alto riesgo a tener autismo o alguna otra alteración del tubo neural”, demostró.

Brug Aguilar dijo que la relevancia de la investigación radica en que pueden encontrar una etiología exacta e inclusive una cura, lo cual ayudará a diagnosticar el padecimiento a edades más tempranas, siendo de beneficio para decenas de familias que tienen un miembro con autismo.

Por su parte, el coordinador del Cice, Jorge Manzo Denes, expresó que este tipo de trabajos da grandes esperanzas para el futuro, ya que el cerebro de un niño autista es más grande que el normal y, por ende, contiene un número mayor de neuronas, lo que representa una ventaja.

Para exponer qué sucede en el sistema nervioso de un niño autista, expuso una analogía: “Lo que pasa con el sistema nervioso es que es un escultor; supongamos que cuando nosotros queremos construir un salón viene el albañil y levanta las cuatro paredes, cada ladrillo de las paredes es una neurona, pone las necesarias para levantar el salón. Así, cuando el cerebro está en desarrollo se pone un bloque, todo está lleno de neuronas y sólo se quitan las que ya no vayan a funcionar, a este proceso se llama poda; en los niños autistas no hay esta poda, no hay quien venga a esculpir, por eso el cerebro está muy grande”.

Cabe mencionar que la relación del ácido valproico con el autismo ha sido estudiada desde hace 12 años en diversas universidades de otros países; sin embargo, en México es la primera ocasión que se lleva cabo y lo hacen estudiantes de posgrado del Cice.

Epilepsia
María Leonor López Meraz, investigadora del Cice, destacó la importancia de eliminar el estigma a la epilepsia, pues se trata de una enfermedad que cualquier persona, a cualquier edad, puede padecer.

“Han existido casos donde los niños están encerrados en un sótano y crecen ahí porque sus familiares no querían que se supiera que eran epilépticos. Yo creo que lo principal es quitarnos el estigma”, comentó.

La especialista explicó que la epilepsia es una enfermedad, un trastorno del cerebro, que se manifiesta principalmente por convulsiones y requiere de un especialista que diagnostique qué tipo de epilepsia se está padeciendo, y en función de eso seguir un tratamiento médico.

Se trata de una enfermedad que tiene una amplia distribución mundial, porque puede afectar desde un recién nacido, niños, adolecentes, adultos, hombres, mujeres, de todas las edades, “aunque los niños y los ancianos son los más susceptibles”.

En México, precisó, alrededor de dos por ciento de la población padece epilepsia y un factor que ha sido clave son los accidentes automovilísticos, debido al traumatismo; además de la incidencia del cisticerco (parásito) “porque comemos muchos tacos en la calle”.

López Meraz admitió que este padecimiento sí afecta la calidad de vida, pues a diferencia de otras enfermedades ésta se puede padecer en cualquier momento, “mientras manejas, caminas, en tu boda, una fiesta, y lo impredecible hace que sea difícil vivir con ella”.

No obstante, con cuidados específicos, como tratamiento médico permanente, una alimentación sana, ejercitación del cuerpo, no ingerir drogas y vasta información sobre el tema, un epiléptico puede llevar una vida normal.

“Si alguien es diagnosticado como epiléptico y tiene convulsiones, algo muy importante es saber cómo tratarlo, no estigmatizarlo, pero sí hacer uso de lo poco que sabemos para ser conscientes de que es una enfermedad y que debemos tener cuidado del paciente”, subrayó.

Si bien, la herencia genética es uno de los factores causantes de la epilepsia, es el de menor porcentaje; de la mayoría de las personas que lo padecen “se desconoce la causa”, explicó.

“Por supuesto que si nos golpeamos en la cabeza, si tomamos drogas, si tenemos un infarto cerebral, somos más susceptibles a la epilepsia”, añadió.

La epilepsia, en la mayoría de los casos no tiene cura, pero sí hay formas de tratarla y controlarla, “básicamente con medicamentos”, concluyó la especialista.

Cerebro: mucho por descubrir
Hasta el momento, los investigadores dedicados a descifrar las maravillas que encierra el cerebro humano sólo conocen 80 por ciento de las funciones que tiene, afirmó el neurocirujano Mauro Loyo Varela.

Ahí, mencionó que al ser un órgano delicado, está propenso a diversas afectaciones irreversibles propiciadas por enfermedades cardiovasculares y congénitas, parásitos y lesiones derivadas de accidentes.

Explicó que mediante un análisis profundo de la retina del ojo con ayuda del oftalmoscopio, se pueden observar los cambios indirectos que se reflejan en el fondo y así detectar qué sucede al interior del cerebro. “Es una de las ventanas por las que podemos penetrar y si hay algo que está aumentando la presión del cerebro se va reflejar en el nervio, empezando a presentarse manchas en el ojo”.

El especialista mencionó que son siete los principales padecimientos: malformaciones congénitas de diferentes causas; trastornos cerebrales; crisis convulsivas, epilepsias o síndromes complejos; infecciones o parásitos; bacterias, virales o transmisión sexual; degenerativas; lesiones, tumores, hematomas o abscesos; y las de origen no orgánico como psicosis o neurosis.

Subrayó que todas estas afecciones pueden ser prevenibles si se tiene una buena alimentación, cuidados durante el embarazo, practicándose perfiles genéticos, tener la suficiente higiene, tratando de manera adecuada las aguas residuales y tener precaución al momento de conducir.

“¿Cuándo tenemos que empezar a prevenir estas enfermedades? Hay que prevenirlas antes de que esté formado (el feto) con el tratamiento de ácido fólico en las embarazadas, si nosotros logramos promover entre ellas que es importante acudir al centro de salud, vamos a poder evitar muchos de los pacientes que vienen a instituciones como la del Creever”, recomendó.

Asimismo, Loyo Varela indicó que los accidentes automovilísticos son la primera causa de mortandad en los jóvenes menores de 25 años de edad; sin embargo, también se cuenta entre las causas de discapacidad, al provocar daños irreversibles al cerebro.

El presidente honorario vitalicio de la World Federation of Neurosurgical Societies, dijo que el practicar una cirugía para solucionar el deterioro cerebral causado por una lesión o patología, puede costar entre 350 mil hasta 500 mil pesos, cuando “cuesta mucho más barato prevenir las enfermedades del cerebro que curarlas”.

Cabe mencionar que el cerebro humano llega a pesar entre mil 100 y mil 300 gramos. Además de que tiene más de un billón de neuronas, haciéndolo más poderoso que la mejor computadora que existe actualmente.